Agosto 12, 2021
"Martyrs" (Francia, 2008) Dirigida por Pascal Laugier
Quisieron ponerle: "Experiencia religiosa". (Título en broma)
Pero acabaron poniéndole: "Mártires".
Protagonistas:
Mylène Jampanoï, Morjana Alaoui,
Catherine Bégin, Isabelle Chasse.
Calificación: 9 (⭐⭐⭐⭐)
Trailer
Más allá de tener un estilo o firma en particular, el cine de autor nos reta, nos obliga a reflexionar. Se aleja tanto de los estándares convencionales hollywoodenses que, si bien nos ofrecen entretenimiento y en ocasiones historias con profundidad, por lo general sólo entregan un producto olvidable o en el mejor de los casos se queda en la memoria por tocar nuestras fibras.
Wim Wenders, Ingmar Bergman y Françoise Truffaut son tres directores que ejemplifican el que podría llamarse cine de autor "intelectual", donde la cinematografía hace valer su condición de Séptimo Arte ofreciéndonos un espectáculo para los sentidos; conforme ha pasado el tiempo hemos visto surgir nuevos géneros de películas, tanto convencionales como artísticas.
Una de esas corrientes más actuales es el Nuevo Extremismo Francés (NEF), que desde 2004 ha conmocionado a espectadores tanto en salas comerciales como en el mismo Festival de Cannes, donde así como se escucha que una cinta recibe sonoras ovaciones de pie, también ha habido casos en que el público abandona la proyección entre abucheos.
Entre los exponentes del NEF destaca Pascal Leclerc (1971) que con dos de cuatro películas en su filmografía ha sacudido muchas conciencias, una de esas cintas es "Martyrs", considerada una de las más transgresoras, provocativas y polémicas que se hayan realizado.
Rompiendo mi regla de no hacer spoilers aquí me veo en la necesidad de hacerlos porque es una película extremadamente violenta y no es para todos, por lo que prefiero abordar los puntos más importantes. Eso sí, cuidense de los imitadores porque en 2015 salió un remake estadounidense titulado también "Martyrs", dirigido por Kevin y Michael Goetz, y que en Rotten Tomatoes tiene un "destacadísimo" 9% de aprobación de la crítica.
Cuando tenía 13 años, Lucie (Mylène Jampanoï) escapó de un misterioso lugar donde era torturada. Quince años después irrumpe en el hogar de los Belfonds, la pareja que le mantuvo cautiva y los elimina a sangre fría, incluso a sus hijos. Al borde del colapso, Lucie pide ayuda a Anna (Morjana Alaoui) a quien conoció en el orfanato cuando eran niñas; ambas comparten una historia donde a través de la sangre, la tortura y el dolor, Anna alcanzará una iluminación que nunca creyó posible.
Con una mezcla entre Home invasion e historia de venganza inicia una película que abarca varios géneros y en su forma es cruel y violenta pero termina encerrando una profundidad metafísica, inclusive mística, aunque primero tenemos que ver la forma en que Lucy trata con sus emociones de culpa y resentimiento, expresadas en automutilaciones y alucinaciones provocadas porque su despiadada venganza no puede borrar el dolor con el que ha vivido casi toda su vida.
La trama da un giro radical cuando Anna pasa a ser cautiva de una misteriosa sociedad secreta que busca saber qué hay más allá de la muerte creando "mártires" apartir del dolor y el sufrimiento físico.
Nuevamente: si son de corazón sensible no les recomiendo esta película porque es dura de ver; ha sido tachada de misógina, extrema, brutal... Bueno, entienden la idea. Hubo un momento en que cuestioné si la violencia exagerada que estaba viendo tenía una intención, y quedé azorado cuando se revela que esos mártires son creados para aceptar el dolor y así ir más allá del plano físico, trasciendiendo a una realidad más allá de lo conocido.
Mademoiselle, la líder de la sociedad secreta, indica que hay dos tipos de personas: las víctimas, quienes sucumben ante el dolor, y los mártires, personas que lo aceptan y llegan a amarlo para así llegar más lejos... Vaya postura tan radical, ¿no lo creen?
Parece ser que de manera extrema Pascal Laugier nos cuestiona si en la vida cedemos ante el dolor o lo aceptamos, tal vez para madurar o sentirnos más cerca de Dios. Quizá la forma de presentar su tesis no sea la más pulcra ni bonita, pero encierra un cuestionamiento razonable: ¿Somos víctimas o mártires? ¿Qué tanto soportamos el dolor que nos inflinge la vida? ¿Preferimos rendirnos ante el sufrimiento o seguimos estoicamente, apesar de la pena?
He visto películas varias películas impactantes por su nivel de sangre y violencia, pero "Martyrs" literalmente me hizo sentir un hueco en el estómago. No es fácil terminar de verla, hacerlo es haber vivido una experiencia que sacude los sentidos y la moralidad, pero la profundidad de su discurso da mucho de qué hablar. No puedo decir que visualmente me haya gustado ¡Desde luego que no! Pero su concepto, aunque de manera controversial no pasa desapercibido. La violencia mostrada tiene un propósito, no es gratuita, sirve para llevarnos a un cuestionamiento sobre nuestra existencia. No es como en "Saw" (James Wan, 2004) "Hostel" (Eli Roth, 2005) o "The Devil's Rejects" (Rob Zombie, 2005) donde el espectáculo es la tortura, la sangre y las tripas para convertirnos en sobrevivientes de una experiencia horrible pero alejada de la realidad.
Me quedo con la carga filosófica de "Martyrs", es una cinta de horror compleja, que merece ser apreciada aunque no sea agradable, que con justicia tiene la reputación de ser considerada una de las películas más perturbadoras que se hayan hecho y ha dejado a más de uno con sensaciones incómodas. Un filme deja su marca cuando no se deja de hablar de él años después de su estreno y esta cinta es el ejemplo perfecto porque no da respuestas de manera literal, todo queda a interpretación del espectador; no podemos hacer más que imaginar qué fue lo que Anna le susurra a la Madame luego de haber trascendido.
Calificada de controversial, polarizante, cruel, triste y hasta vomitiva, "Martyrs" no deja inmune a quien la vea, su discurso nihilista toca irremediablemente los valores y sentimientos de quien tenga la frialdad de soportar sus casi 100 minutos de duración. Nadie dijo que comprenderla fuera tan fácil, es una de esas cintas que deben verse para experimentarlas y sentir sus revelaciones. ¿Quién sabe? Igual y nos damos cuenta que somos mártires a nuestra manera.
Si llegaron hasta aquí gracias por leer.
👊✝️👊🙏🏻👊
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