Reseña - "Oldboy": Prisioneros de la verdad

"Oldboy" permanece como un clásico violento y perverso, es la pieza central de la llamada Trilogía de la Venganza, y sus giros narrativos son parte de la historia del cine.


FICHA TÉCNICA
Oldeuboi ("Oldboy", Corea del Sur, 2003).
- Dirigida por Park Chan-wook.
- Escrita por Hwang Jo-yun, Lim Jun-hyung y Park Chan-wook.
- Basada en el manga "Oldboy", creado por Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi.
- Cinematografía: Chung Chung-hoon.
- Edición: Kim Sang-bum.
- Música: Cho Young-wuk.
- Fecha de estreno: 21 de noviembre de 2003.
- Duración: 120 minutos.
- Protagonistas: Choi Min-sik, Yoo Ji-tae, Kang Hye-jung, Ji Dae-han.

Calificación: ★★★★★


SINOPSIS

Oh Dae-su (Choi Min-sik) es un hombre desobligado y borrachín que un día despierta encerrado en una habitación, donde pasa 15 años. Un día es liberado y con el apoyo de una joven chef (Kang Hye-jung) y su mejor amigo (Ji Dae-han), busca venganza de su captor (Yoo Ji-tae).

Tráiler original (Subtitulado en inglés)

La frase "La verdad te hará libre" es una mentira. Conocerla no es agradable, implica un trauma capaz de cambiar la vida de quien la averigua. Esto es lo que dice el director Park Chan-wook en "Oldboy", segunda entrega de su Trilogía de la Venganza y poseedora de uno de los giros narrativos más impactantes en la historia del cine.


Averiguar lo que no se sabe es enfrentar la realidad de los hechos, que son irreversibles, imborrables. El personaje principal de "Oldboy", Oh Dae-su (Choi Min-sik) quiere saber quién lo secuestró, porqué le hizo pasar 15 años encerrado en un cuarto de hotel y vengarse. Lo que no sospecha es que esa ignorancia es lo que le mantiene libre. No haremos spoiler para quienes no hayan visto la película, pero al final Dae-Su termina atrapado en lo que podríamos denominar una prisión sin muros, la de la conciencia y el conocimiento, una verdad tan terrible que volvería loco a cualquiera.


EXPLORADOR DE LA VENGANZA

Park Chan-wook es conocido por emplear en sus filmes humor negro, imágenes brutales y emociones crudas. En "Oldboy" mira hacia la condición humana y cómo ésta puede cambiar dependiendo de las circunstancias; la película tiene un estilo neo-noir y emplea personajes cuya exageración queda justificada.


La película encierra anécdotas que sólo agrandan su leyenda como una de las mejores producidas y ejecutadas. La pelea filmada en plano secuencia fue una toma contigua, es decir no hubo corte o pausa; la única edición que se hizo fue el cuchillo que es encajado en la espalda de Dae-Su, el cual fue agregado por computadora. El pulpo que come vivo su protagonista fue real y se usaron cuatro en el mismo número de tomas. Los colores también juegan una parte importante: El rojo significa sangre, venganza, emoción y furia; el verde representa al engaño, y el violeta, la verdad. Chan-wook mezcla estos elementos en un guion soberbio, traducido en imágenes que se quedan en el espectador, pero sobre todo permanece su profundidad intensa, donde se explora la moral, la culpa y las consecuencias a largo plazo.


QUINCE AÑOS DE DOLOR

Conocemos a Dae-Su como un personaje común, imperfecto, y a los pocos minutos lo encontramos secuestrado; para él transcurren 15 años, para nosotros son sólo instantes y su situación hace que lo apoyemos. Pero como ya se dijo, él no es perfecto y con el tiempo veremos que si hubiera medido las consecuencias de sus acciones (a veces es muy fácil hablar de más), otra cosa hubiera pasado. Las emociones de los personajes evolucionan hacia algo siniestro, como si fuera un efecto mariposa, y el guion parece decirnos que no importan cuáles sean nuestras decisiones, así sean las más buenas, todo tiene su consecuencia y se vuelve amargo.


NADA ES LO QUE PARECE

Escribir un giro argumental es como hacer un truco de magia. Tanto el autor como el ilusionista crean una historia distrayendo a su audiencia para sorprenderla con una revelación inesperada; todo lo que hemos visto antes de que nos revelen el truco termina siendo una mentira, ya sea en la pantalla o en un escenario. La genialidad de "Oldboy" radica en su narrativa, que deja mareado al espectador para al final darle una estocada emocional.


La primera escena del filme está envuelta en el frenesí. Un hombre sujeta a otro por la corbata, si le suelta, caerá al vacío. El primero queda establecido como un tipo peligroso y el segundo es la desamparada víctima. Primer engaño, porque quien estaba a punto de caer no es tan insignificante, se convierte en una pieza importante con su diálogo a pesar de tener pocos minutos en pantalla. La escena cambia para escuchar la historia del tipo agresivo; dice llamarse Oh Dae-Su y está en una estación de policía, detenido por embriagarse en la calle. ¡Qué contraste! El rudo antes era un perdedor irresponsable, algo debió cambiar en él.


VIOLENCIA SIN FIN

Pero conforme avanza la trama vemos que ese cambio no fue para bien, porque el perdedor se ha convertido en una persona violenta que busca venganza. El término evoca las películas donde alguien que fue perjudicado va eliminando gente, en busca del culpable de su miseria para hacerlo pagar. Para Park Chan-wook no es tan fácil; él tiene una compleja forma de ver la venganza, es un ciclo interminable, posiblemente infinito, porque implica consecuencias donde la moral interviene, ¿hasta qué punto se justifica? ¿Puede ser justa?

El filme es la segunda entrega de la Trilogía de la Venganza, donde se reflexiona sobre los resultados de realizarla y qué lleva a ejecutarla. De este enunciado es de donde "Oldboy" parte para construir su historia y su giro argumental.


CEGADOS POR LA RABIA

El impacto del giro de "Oldboy" radica en hacer pensar a la audiencia que Dae-Su está haciendo lo correcto al desquitarse de quien lo tuvo encerrado 15 años. Él no puede ver más allá de la idea de desquitarse, es incapaz de cuestionar su propia capacidad para hacer el mal y cree estar haciendo lo correcto. Cuando llega el giro, el filme deja de ser una película de venganza para volverse una historia subjetiva, abierta a nuestra interpretación, y todo lo ocurrido durante la trama ha sido una distracción porque nos damos cuenta que quien pensábamos era "el bueno" no lo es tanto.


Lo mismo puede decirse de Lee Woo-jin (Yoo Ji-tae), antagonista y mente maestra tras el encierro de Dae-Su. Como si fuera el Conde de Montecristo, espera pacientemente 15 años para ejecutar su venganza (aunque el personaje de Alexandre Dumas dedicó 10 años para trazar la suya). Él también está cegado por la rabia y junto con Dae-Su integran una trama que puede considerarse una tragedia.


NO CREAS LA VERDAD

En algún momento todos nos hemos sentido víctimas pero también hemos sido victimarios, por eso debemos ser capaces de cuestionarnos si podemos vivir con las consecuencias de nuestros actos. ¿Se puede olvidar el daño que nos hicieron y el que hicimos? El último gesto de Dae-Su nos deja una triste pregunta: ¿Seríamos capaces de entregarnos a un final feliz donde haya borrón y cuenta nueva, o preferimos vivir engañados, pretendiendo que nada ha ocurrido? Pensar en ese dilema da más miedo que el filme más horrible del mundo porque estamos hablando de nuestra conciencia, de la cual nunca podremos escapar.

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