Reseña - "Llanto maldito": No asusta, pero gusta

Drama y terror se combinan en una historia efectiva, pero a la que le faltó un distintivo para consolidar su buen trabajo de dirección y actuación.


FICHA TÉCNICA
Llanto maldito (También conocida como "Tarumama", Colombia, 2021).
- Dirigida por Andrés Beltrán.
- Escrita por Andrés Beltrán y Anton Goenechea.
- Cinematografía: Juan Carlos Cajiao.
- Edición: Alejo Alas.
- Música: Felipe Linares.
- Fecha de estreno: 29 de julio de 2021.
- Duración: 87 minutos.
- Protagonistas: Paula Castaño, Andrés Londono, Alanna de la Rossa, Jerónimo Barón.

Calificación: ★★1/2


SINOPSIS

Óscar y Sara (Andrés Londono y Paula Castaño) forman un matrimonio en crisis que llega a una alejada cabaña para pasar un tiempo con sus dos hijos, unir lazos y superar una reciente tragedia familiar. En la casa empiezan a suceder cosas extrañas y ellos presienten que una mujer puede estar merodeando los alrededores.

Tráiler

"Llanto maldito", conocida en Europa como "Tarumama", tiene defectos pero también cualidades que merecen ser reconocidas. La película colombiana pasó por el Festival de Sitges 2021 e inauguró el de Terror Molins, el mismo año. Aunque en su momento tuvo una recepción entre mediana y negativa, es una propuesta ideal para quien busque un filme ligero: no tiene jumpscares, juega con el terror psicológico y siendo sinceros no provoca miedo o inquietud. Sin embargo puede considerarse un logro que debe destacarse por proceder de un país - y región - que no se caracteriza precisamente por producir cine de terror.


LLORONA COLOMBIANA

El tipo de historia que presenta "Llanto maldito" y su locación (la típica cabaña en el bosque) han sido vistos en incontables ocasiones, no se diga el mito en que está basada, el de La Llorona, presentada como su variante colombiana, Tarumama. Según la leyenda, una mujer dio a luz sobre la orilla de un río, pero al recobrar la conciencia luego del parto encontró que su bebé había sido arrastrado por la corriente, por ello se lamenta y vaga quedándose con los pequeños que se pierden en el bosque. Otra de sus características es que es una anciana con patas de cabra que se alimenta del carbón de las chimeneas o fogones encendidos en las casas.


MIEDO MINIMALISTA

Leyenda, bosque y familia crean un drama donde se explora la pérdida y la culpa, que construye sus escenas en los pasillos y habitaciones la cabaña, usando planos cerrados como para incrementar la sensación de encierro y una fotografía que transforma un paisaje común en uno amenazante, que en conjunto con la música llena de sonidos genera la atmósfera adecuada. Lástima que el bien armado suspenso no sea coronado con un buen remate, no precisamente un susto, sino algo que horrorice. Lo minimalista del filme en ese sentido podría frustar y sería entendible, pero hace que impere la sensación de no saber si lo ocurrido está en la mente de su protagonista, o en realidad hay algo acechando.


La dinámica de los protagonistas fluye de manera natural y todos los personajes tienen algo que hacer. El peso del argumento recae sobre Sara (Paula Castaño), la esposa dolida por una tragedia que ha lastimado su relación con Óscar (Andrés Londono), el marido escéptico de lo sobrenatural. Los personajes de sus hijos, interpretados por Alanna de la Rossa y Jerónimo Barón, no son molestos o irritantes. En conjunto, los cuatro brindan actuaciones creíbles pero sin ser espectaculares, y muestran el retrato de una familia común que pasa por un mal momento.


PROS Y CONTRAS

La historia está ubicada en la típica locación alejada de aspecto tenebroso; en ese sentido usa ese y otros clichés, pero sabe procesarlos para hacerlos efectivos sin necesidad de sangre o efectos complicados. El bajo presupuesto se siente, obligando a que todo se apoye en las actuaciones y diálogos, no hay efectos digitales pero sí un aceptable trabajo de maquillaje. La ausencia de elementos sobrenaturales en la historia obliga a entrar en la dinámica familiar y sobre todo en la ambientación del lugar y el aislamiento de la locación, ¿que pudo ser mejor aprovechada? Tal vez, pero el resultado en pantalla funciona.


El filme está dotado de una de las claves que sirven para entregar una buena película de terror: equilibrio, que en esta ocasión se halla entre el terror y el drama. Los momentos incómodos se generan porque sus personajes no sólo están atrapados en un lugar, también lo están en su mente y pensamientos, en la crisis que atraviesan como familia. Los miedos modernos de los adultos (la angustia, la soledad, el no ser escuchado, el temor a fracasar como individuo y, todavía para algunos, como padres) también se reflejan en los niños, sólo que éstos además les inquieta la idea que su familia se desintegre. Esa serie de pesares se proyecta en la Tarumama, amalgama y símbolo de todos ellos.


Donde flaquea es que al final se siente como una más del montón, no hay una escena memorable o instante que se quede en la mente del espectador, es sólo otra película más de La Llorona. Le falta énfasis y su efectividad se pierde porque no hay nada que la distinga. Sigue la receta para provocar terror paso a paso, pero no arriesga y la creatividad se ve limitada, un poco de chispa y estaríamos hablando de otra cosa.


EN RESUMEN...

"Llanto maldito" juega con varios clichés del género pero los trabaja y expone de manera que funcionan sin jumpscares o sangre excesiva, el problema es que le faltó un plus que le diera verdadera identidad. Es recomendable, no es mala ni mediocre, es correcta porque sabe conjuntar sus elementos y con ellos hace un relato que capta la atención, mas se desinfla porque no hay esa cosita extra que la distinga.


La película no reinventa el hilo negro ni trata de revolucionar el cine, pero posee un buen trabajo de dirección que la hace funcionar. Demuestra que existen bases sólidas para que el terror producido en Latinoamérica cobre más fuerza, y eso debe aplaudirse. Sin necesidad de costosos efectos especiales o producciones millonarias, cuando hay talento, idea y creatividad (aunque aquí faltó esto último) se pueden hacer cosas interesantes. Aplaudo este filme porque lo que sí tiene es ganas de hacer bien las cosas. Prueba y error, ya llegará el momento en que el cine de horror de toda Latinoamérica sea una fuerza imparable. Claro que se puede, Argentina, Chile, Brasil, Uruguay y México así lo han demostrado.

Publicar un comentario

¿Deseas compartirnos algún comentario?

Artículo Anterior Artículo Siguiente