Especial - "Child's Play": Un "Toy Story" para mayores

La película causó sensación al presentar un slasher fuera de lo común que, además de aterrorizar e impresionar por sus efectos prácticos, critica el marketing, el consumismo y la publicidad.




FICHA TÉCNICA
"Child's Play" (Estados Unidos, 1988).
- Dirigida por Tom Holland.
- Escrita por Don Mancini, John Lafia y Tom Holland.
- Historia de Don Mancini.
- Duración: 87 minutos.
- Fecha de estreno: 9 de noviembre de 1988.
- Protagonistas: Catherine Hicks, Chris Sarandon, Alex Vincent, Dinah Manoff, Jack Colvin, Brad Dourif.

Tráiler

SINOPSIS
Apunto de cumplir seis años, todo lo que Andy Barclay (Alex Vincent) quiere como regalo es un muñeco de la línea Good Guys. Cuando su madre Karen (Catherine Hicks) lo compra en la calle, Andy queda alucinado, pero su nuevo amigo llamado Chucky no es solo un juguete. Es recipiente del alma del homicida serial Charles Lee Ray (Brad Dourif), quien usando la magia vudú logró escapar de la muerte, y ahora buscará adueñarse del cuerpo del pequeño.


Chucky, el muñeco diabólico (como se le conoce en México y otros países), empezó su andar en el cine de horror con "Child's Play", película que mezcla el terror con una idea fantástica. Su historia es sencilla: El alma de un asesino serial habita en un muñeco y busca retomar su condición humana en el cuerpo de un niño de 6 años. Contrario a Michael Myers, Jason Voorhees y sus demás compañeros slasher que buscan saldar cuentas pendientes, Chucky simplemente quiere recuperar su forma física para seguir cometiendo crímenes.
Es una película estándar con terror, suspenso, muertes y algo de sangre, pero muy adentro de su temática de juguetes vivientes y magia negra hay un comentario sobre la influencia de la mercadotecnia.

Clip
Tiroteo en la juguetería (Títulos de inicio)


¡A LAS COMPRAS!
La película incluye una discreta crítica al marketing dirigido a los niños, siendo Good Guys la línea de juguetes ficticia (bueno, ya no tan ficticia) usada para este propósito. Pueden apreciarse en los pasillos de la juguetería donde el homicida serial Charles Lee Ray (Brad Dourif) es abatido; poco después de eso, en la TV de Andy Barclay (Alex Vincent), quien tendrá la mala suerte de tener al juguete poseído, se ven los dibujos animados del personaje presentados por una ridícula y cabezona botarga. El programa y el personaje representan marketing y publicidad, algo a lo que si nosotros como adultos difícilmente podemos resistir, menos puede un niño de seis años.


Consumismo implica capitalismo, estatus y clase social; estos temas se exponen en la primera parte de la historia. Echemos a volar la imaginación y construyamos una vida ficticia para la viuda Karen Barclay (Catherine Hicks), quien al perder a su esposo quizá cayó en desgracia viéndose obligada a trabajar; o tal vez siempre ha pertenecido a la clase media y sin el apoyo de su marido le es complicado sacar adelante los gastos.




Cualquiera que sea el caso, Chucky es un muñeco caro (100 dólares de la época, poco más de 250 en la actualidad) y no puede disponer del dinero para regalárselo a Andy. Un niño de seis años probablemente no se dé cuenta, pero un juguete representa estatus; como él, muchos nos desilusionamos cuando no recibimos los regalos que esperábamos, o veíamos a primos, compañeros de clase o vecinos con el juguete del momento mientras nosotros teníamos que conformarnos con otro, o peor aún, sin nada.

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Andy, el buen chico



Andy viste ropa Good Guys, calza sus tenis, juega con la línea de accesorios y consume su cereal. Si fuera un preadolescente ignoraría todo eso, pero forma parte del mercado meta de los ejecutivos, que han preparado toda una línea de productos dirigidos a niños de su edad.
Y Karen... Simplemente es la madre que quiere ver feliz a su hijo, por lo que hará hasta lo imposible para conseguirlo.




AL INFINITO... "¡Y AL MÁS ALLÁ!"
Siete años antes de "Toy Story" (John Lasseter, 1995), donde los juguetes cobran vida mientras nadie los ve, "Child's Play" le da a esta premisa un giro retorcido con la historia de un serial killer que deposita su alma en el muñeco sensación del momento. En la primera escena, Charles Lee Ray, el Estrangulador de Lakeshore, huye del detective Mike Norris (Chris Sarandon) y muere en una escena digna de programa policiaco.


Pero Charles engaña a la muerte al transferir su alma a un Good Guy, que por azares del destino va a parar al hogar de Karen Barclay, y en particular a las manos de Andy. Ya como Chucky, solo quiere volver a ser humano y la idea de verse niño otra vez, con toda una vida de crimen por delante le resulta tentadora, una especie de renacimiento, ¿a quién no le gustaría volver a iniciar su vida si tuviera la oportunidad?




FAMILIA INTERRUMPIDA
Karen vive dedicada a su hijo; parece que ha superado el duelo por la muerte de su esposo, mas financieramente no se ha recuperado. Como buena madre quiere darle lo mejor a su pequeño, por eso no deja pasar la posibilidad de adquirir a mitad de precio el muñeco que Andy quiere como regalo de cumpleaños. ¡Por fin, un momento de felicidad para el niño y ella!... O eso parece.

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"Baterías no incluidas"



La química entre actores se traduce en el cariño entre Karen y Andy. ¡Qué gran desempeño de Alex Vincent!, entonces de siete años de edad. El niño actúa de manera natural, su tierno rostro, voz y actitud (ese detalle de llevarle el desayuno a la cama a su madre derretiría el corazón de cualquiera) contrastan con los de Chucky. Karen y Andy son el alma de la historia porque dan vida a ese factor humano, sin él no podríamos preocuparnos por lo que pudiera pasarles.




Andy es la inocencia corrompida y expuesta a eventos traumáticos; resulta curioso verlo tranquilo cuando menciona que Chucky le puede hablar. Su joven mente lo procesa sin alterarse probablemente por la introversión que experimenta después de fallecer su padre, y además Chucky sabe manipularlo al decir que viene "de parte" de él, lo que crearía confianza en lugar de sorpresa o duda. Andy es más paranoico y desconfiado en las secuelas, pero en la película original echamos un vistazo al niño que pudo ser si Charles Lee Ray no se hubiera cruzado en su camino.


HOMICIDA DE PLÁSTICO
En esta historia quedan a la imaginación los crímenes cometidos y las víctimas que habrán perdido la vida a manos de Chucky cuando era humano. Es un psicópata y egomaniaco que al verse como muñeco de plástico y ante la posibilidad de quedarse así para siempre pierde la poca cordura que le queda.


A partir de la cuarta secuela, "Bride of Chucky" (Ronny Yu, 1998), la franquicia descartó el titulo "Child's Play", agregó el nombre de Chucky y le dio un tono cómico-satírico-autoconsciente, pero antes se dedicaba a provocar miedo. Esta primera parte juega con el suspenso y el terror; físicamente Chucky no puede hacer lo que otros personajes slasher, pero su gran truco es pasar inadvertido a simple vista. Llega un momento en que se muestra imparable, y antes de eso hace cosas que compensan su diminuta estatura.

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"Despidiéndose de Eddie"

Las tomas que muestran su punto de vista y se le ve correr de reojo son comparables con las del tiburón de Steven Spielberg. Es una amenaza de aspecto estremecedor, enfatizado por los gestos y movimientos; boca, cejas, y otros gestos faciales enfatizan la furia de su rostro. El tiempo no ha sido del todo amable con los efectos especiales, pero todavía puede apreciarse el arte de los nueve titiriteros que se requirieron para darle movimiento y el equipo técnico detrás de ellos.

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"¿Quién lo hizo?"

EJERCICIO DE SUSPENSO
La tensión sube durante la primera media hora cuando Chucky empieza a hacer de las suyas acechando a Maggie (Dinah Manoff), la mejor amiga de Karen. Por un momento la culpa de lo que pasa recae sobre Andy y parece que así es, logrando incluso engañar a la audiencia. Esa rutina de creer/no creer en lo que dice el niño se va pasando entre los personajes hasta llegar a alguien con autoridad, el detective Mike Norris (Chris Sarandon) y al surgir la verdad se convierte en una especie de locura compartida.


La trama de "Child's Play" recuerda a la de "Fright Night" (1985), el anterior filme de su director, Tom Holland. En él, Charley, un adolescente, trata de convencer a amigos y adultos que su vecino (curiosamente Mr. Sarandon) es un vampiro. Andy pasa por la misma situación, y a ambos les cuesta demostrarlo.

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"El escape de Andy"

LA HERENCIA DE CHUCKY
Chucky cerró dignamente la puerta del cine slasher en los 80s, y al mismo tiempo abrió la de los 90s para el cine de horror con sus dos secuelas. En su intento por renovar un subgénero gastado, sentó precedente para marcar una época donde filmes como "Candyman", "Lord of Illusions" (creaciones de Clive Barker), "Misery" entre muchos otros buscaron experimentar con nuevas fórmulas.


Sabemos que no existen los muñecos vivientes, pero Tom Holland juega con una pequeña grieta donde nos hace admitir la posibilidad de creer en el horror de verlo cobrar vida, porque los personajes racionales de su película lo creen. A fin de cuentas, todo se reduce a un simple juego de niños.




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