Reparto:
Idris Elba, Sharlto Copley, Iyana Halley, Leah Jeffries, Mel Jarnson, Anzor Alem
Fecha de estreno: 12 de agosto de 2022
Director: Baltasar Kormákur
Guion: Ryan Engle (Historia: Jaime Primak Sullivan)
País: Estados Unidos
Sinopsis:
El Doctor Nate Samuels, que se ha quedado viudo recientemente, regresa a Sudáfrica, lugar en el que conoció a su mujer, para visitar una reserva de animales con sus hijas. Pero lo que empieza siendo un viaje de relax se convierte en una lucha por la supervivencia cuando un león que ha escapado de unos cazadores furtivos empieza a perseguirles.
El subgénero de animales asesinos es uno de los más antiguos del cine de terror. Desde el estreno de King Kong en 1933, el enfrentamiento humano-bestia ha llamado siempre la atención. La evolución de cómo pasamos de animales gigantes a animales cotidianos no es el tema de esta reseña, porque hoy hablaremos de uno de los más recientes estrenos de este subgénero “Beast”.
“Beast” nos cuenta la historia del doctor Nate Samuels, interpretado por el actorazo Idris Elba, que viaja a África con sus dos hijas para pasar las vacaciones junto a un viejo amigo. Lo que no se esperan, es que se encontrarán con un león inmerso en una cruzada de venganza contra los humanos.
Vayamos poco a poco. El director de esta película es Baltasar Kormákur, que con anterioridad había dirigido otras películas (obviamente), pero hay dos que nos interesan, “Adrift” (o “A la Deriva”) de 2018, y Everest, de 2015; ambas son producciones enfocadas en la temática de supervivencia. Teniendo claras las diferencias entre hombre vs naturaleza y hombre vs animal, Kormákur hace un buen trabajo en crear una mezcla de ambos estilos que termina potenciando la película. Un detalle my destacable es la utilización de planos secuencias largos. Con estos, logra una inmersión más profunda del ambiente y se siente más real el peligro. Y puede darse este lujo porque, el león, antagonista de esta historia, está completamente hecho en CGI, y por tanto no se necesita manejar diferentes tomas y ángulos para ocultar el hecho de que fuera una marioneta.
Elba realiza una muy buena interpretación, y durante gran parte de la cinta logra mantenerla lineal. Es un doctor, porque así lo requiere la trama, pero nada más. Es muy común encontrarse personajes protagónicos que de la nada se convierten en héroes y luchan contra los villanos, cuando desde un primer comienzo nunca dieron muestra de habilidades de lucha. Pero en este caso cuidan mucho ese detalle, al punto de no saber siquiera usar un arma; al menos no al comienzo. Obviamente esto es muy difícil de mantener porque hay que terminar la película y hay que encarar a la bestia, pero en términos generales es un punto a favor.
Otro punto a favor es que, quizás aprendiendo de los errores de Spielberg, no “demonizan” al león. No es una bestia que ataca solo porque sea un animal violento, sino que le dan un motivo para ello. E, irónicamente, también es un punto negativo. Dotar a un animal salvaje de sentimientos humanos como la venganza o el rencor ya lo habíamos visto en Jaw-3D, y sinceramente no cuela. Por mucha empatía que quisieran lograr sobre el animal, su sed de sangre es meramente argumental, porque se le necesita con esa agresividad, y al querer mantener sus motivos “naturales”, no se les ocurrió otra historia que “por venganza”.
Como dije antes, tiene muchos elementos de supervivencia combinados con el suspenso propio de un animal que caza. Las secuencias largas, combinadas con un cambio constante de escenarios, crean un dinamismo muy poco habitual, y es ahí donde se nota la mano de un director que gusta de estos temas. El que no se ve tan natural es el león. En la búsqueda de un equilibro entre ambos temas, nuestro antagonista sale de la escena cuando toca mostrar elementos de supervivencia, y vuelve cuando ya no queda nada más que mostrar. Además de que su comportamiento, fuerza e intenciones varían en dependencia de lo que necesite la trama en ese momento. Todo esto hace que no ni empatices, ni le odies, simplemente lo veas como lo que es, un CGI que molesta a los protagonistas todo el rato. Y sin querer hacer demasiados spoilers, lo vuelve un superleón que sobrevive a lo que no debería sobrevivir.
Y la banda sonora del final es como un cubo de agua fría. ¿Era una película de animales alegres o de un león asesino? No se entiende.
En resumen, es una buena película, bien actuada, bien lograda, que te sumerge en sus escenarios y mantiene una lógica argumental la mayor parte de la cinta. Su principal defecto es utilizar como villano un ser “real”; porque si se tratara de una modificación genética, pruebas nucleares, o cualquier otra excusa para aumentar las habilidades del león, al menos seria una justificación con algo de sentido; pero no, se trata de un animal común y corriente que, por necesidades de la trama, ignora la naturaleza y hace lo que quiere. Como antagonista no termina de convencer, pero agrega la suficiente tensión a la película para volverla entretenida.
