Reseña sin spoilers: “À l'intérieur” 2007: Lo mejor de lo peor.


Es verdad que para el 2007 aún se estaba experimentando y aprendiendo mucho sobre los efectos especiales que aportaran a la experiencia sobre todo del cine de terror pero existen algunas cintas que definitivamente decidieron ir más lejos de lo que se podía técnicamente arruinando un posible buen guion o proyecto, este no es el caso de “Inside”, una película francesa de terror gore en su subgénero de “Home Invasion”, y, no es un ejemplo de esto porque este largo ni siquiera goza de un buen guion, su premisa pudo haber funcionado pero este experimento rebasó los límites excediendo todos sus recursos, desde los giros de tuerca hasta su mismo diseño sonoro.

Últimamente este título ha sido recurrente en perfiles de recomendaciones cinematográficas en plataformas y redes como TikTok, se la refiere como una de las películas francesas más aterradoras y gráficas de los últimos años; ciertamente, el cine es un arte y en automático esa categoría lo convierte en algo inevitablemente subjetivo, sin embargo, por más sangre que podamos ver en pantalla nunca se termina de dar una catarsis ni un sentido realmente a la historia narrada y aun así “Instinto siniestro” como se le tradujo al español, es una cinta que entretiene a su espectador y lo mantiene en una constante tensión que no entendemos, y, es que uno sabe que lo que está presenciando es tremendamente irreal y falso pero al mismo tiempo hay un acierto oculto en el filme que hace que estés ahí e inviertas una hora y media de tu tiempo en ella. 


Esta película busca jugar con una de las categorías de “Lo monstruoso femenino” de Barbara Creed, lo abyecto en lo maternal. 

La sinopsis de “À l'intérieur” es sencilla, una mujer embarazada se ve involucrada en un accidente automovilístico donde pierde al padre de su hija, algunos meses después, aún devastada por la pérdida, está a un día de ser ingresada en el hospital para dar a luz; esa misma noche es acosada en su propia casa por una mujer que jamás había visto pero que sospechosamente sabe todo sobre ella, desde su nombre hasta lo que había pasado con su pareja, esta mujer pese a los esfuerzos de la protagonista logra irrumpir en su hogar, donde comienza una lucha por sobrevivir, la perpetradora tiene como único objetivo robar a la bebé de Sarah, desde sus primeras escenas la observamos intentar sacar directamente del vientre de la protagonista al bebé de las maneras más grotescas y violentas. 


El primer acto de esta cinta es insoportablemente largo, tedioso e incluso lento; la tinción entre verde y azul de la imagen es un cliché de género que se ha utilizado hasta el cansancio, las escenas inserto de una especie de ecografía o un vistazo al bebé dentro del cuerpo de la protagonista son francamente innecesarios y le restan mucha seriedad a algunas escenas apareciendo de la nada y teniendo una duración muchísimo más larga de lo aceptable.

Ahora bien, uno de los posibles elementos que vuelven a la película un “hanger” o algo que mantiene el interés de su público, es el trabajo de montaje o edición a partir del segundo acto, verbigracia, existen algunas secuencias en que se juega con la elipsis temporal diegética de segundos, se hacen cortes tipo “jump cut” en la misma acción generando simplemente dinamismo en la escena, creando una especie de cambio de ritmo; todo esto se complementa con un elemento bastante llamativo en el filme, el diseño sonoro; durante varias escenas de acciones violentas principalmente por parte de la antagonista se sonoriza con una especie de mezcla entre música original y sonidos de frecuencias bastante extrañas, esto podría ser una técnica como la que utiliza Gaspar Noé en su cinta de dos mil dos “Irréversible”, en la que se utilizan infrasonidos o frecuencias bajas que generaban una incomodidad fisiológica en los espectadores, apoyando así a la narrativa de su película. 


El presupuesto de “Inside” debió irse en el exceso de sangre de utilería, los litros utilizados de esta preparación son ridículos, se establece desde un inicio que ésta es una película gore pero la mezcla de violencia y malos efectos terminan por desperdiciar la sangre en pantalla, además cabe resaltar que en este caso el espectador de verdad se cuestiona cómo es que se construyeron estas convenciones, la situación llega a un punto tan poco realista que uno sale de la realidad que intenta construir la cinta. 

Conforme nos acercamos al final del último acto nos topamos con uno de los peores errores y desgracias de “À l'intérieur”, un giro de tuerca totalmente innecesario y que por cuestiones de tiempo no termina ni de cerrarse y mucho menos de explicarse o justificarse.


En párrafos anteriores ya explorábamos algunos elementos que podrían ser los responsables de que este proyecto funcione medianamente en algún sentido pero es importante mencionar otras posibilidades, tales como las actuaciones, aunque, de nuevo, este no es el caso; sin embargo hay algo en estas interpretaciones que crean cierta intriga, una vez más fungiendo como ingrediente “hanger”, Alysson Paradis y Béatrice Dalle, protagonista y antagonista, ofrecen actuaciones simplemente planas, principalmente Paradis con Sarah; es un misterio a descifrar si es así como está escrito el personaje o si es la actriz la que con su interpretación termina por empeorar todo, su contraparte interpretada por Dalle es inicialmente un cliché de la asesina atractiva, algo como lo que vimos alguna vez en “Jennifer´s body” de Karyn Kusama en dos mil nueve pero mal hecho, pues, se la muestra con una imagen casi impecable y sinceramente la elección estética de la actriz comunica que una parte importante es el cómo luce, incluso existen varios encuadres en los que se destaca la belleza de Béatrice y con esto viene uno de los pocos aciertos de Alexandre Bustillo y Julien Maury al crear un arco tangible y claro de este personaje al iniciar con esta descripción y terminar con la transformación física (y de alguna manera también psicológica pero mal lograda) transgresora de la antagonista. 

El cuadro final de esta película es interesante visual y sonoramente, de hecho, existen algunos momentos en los que visualmente “Inside” podría tener puntos a su favor, por ejemplo, tenemos un cuadro que claramente es referencia, inspiración e incluso recreación de la mítica “mirada Kubrick”.


“À l'intérieur” es una de las mejores peores películas de su género, la subjetividad siempre será un factor determinante en opiniones, sin embargo, en cuanto a análisis temático y de ejecución, definitivamente no es ni de cerca algo como lo que se ha calificado a este proyecto (“uno de los más transgresores y violentos del cine francés”), si se quiere explorar el cine de terror francés realmente transgresor podría iniciarse con cintas como “Grave” de la directora Julia Ducournau o “Martyrs” de Pascal Laugier, incluso “Livide” del dos mil once, película que redime a los directores de “À l'intérieur” al ser dirigida por ellos mismos; con esto, quien escribe les invita a ver “Instinto siniestro” y a crear su propia opinión respecto a la cinta pues son este tipo de proyectos los que se vuelven los nuevos clásicos de culto gracias a la diversidad de opiniones que generan.


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