20/3/2020
¡Hola, amantes del terror!
Yo por lo general me dedico a hacer notas para Horror Hazard acerca de los estrenos de películas pero esta vez decidí hacer algo diferente e incursionar un poco en el mundo de los relatos. Y, en este primer relato, les contaré una historia que me narró mi amigo Yery, un chico Puriscaleño quien tuvo un encuentro frente a frente con lo paranormal.
Fue algo mas o menos así:
"Era el verano del 2017, y Yery era un joven de 28 años. La mañana transcurría con total normalidad como cualquier otro día, pero Yery aburrido de estar en la casa decidió llamar a su amigo Rafael y planearon pasar el día juntos jugando Play Station.
Yery, quien vive en Naranjito de Mora, se alistó y se dirigió a tomar el autobús para ir donde su amigo que vive en el cruce de Tabarcia. Mientras iba en el autobús. Yery solo podía pensar en relajarse y disfrutar el día pero jamás se imaginó lo que la noche le tenía algo reservado.
Llegó donde su amigo y de una vez comenzaron a jugar. Las horas pasaron y pasaron y ellos atrapados por los videojuegos perdieron la noción del tiempo. Al caer la noche se percataron que ya era tarde, ya ni siquiera habían autobuses para que Yery regresara a su casa, pero aun así él tenía regresar y tomó la decisión de hacerlo caminando.
Era media noche y Yery tendría que caminar 3 kilómetros y medio aproximadamente que era la distancia de la casa de su amigo hasta la de él. Sin pensarlo mucho se despidió de su amigo y comenzó el viaje de regreso a su casa el cual iba a ser bastante largo y tendría que caminar por calles oscuras y solitarias.
El viento soplaba fuerte y hacia frío, pero Yery en lo único que podía pensar era en seguir avanzando y llegar lo antes posible a su casa para poder descansar. Habría caminado tal vez una media hora cuando llegó a una calle completamente solitaria donde ni siquiera había luz eléctrica y, sin pensarlo, siguió caminando como por dos minutos más cuando de repente sin explicación alguna el viento se detuvo por completo y Yery comenzó a sentir que no podía avanzar más, quedoóparalizado. De repente, de entre los matorrales apareció un perro de la altura del mismísimo Yery.
Acá tendré que hacer un paréntesis para aclarar que mi amigo mide aproximadamente 1.60 de estatura lo que tal vez para una persona sea una estatura normal, pero, si tomamos en cuenta que la aparición tenía ese tamaño, entonces cabe destacar que era un animal contra el cual Yery no hubiera podido luchar. Pero continuemos con el relato:
Como dije, de repente sin explicación alguna apareció un perro de la altura de Yery. Era un perro negro con los ojos rojos y le ardían como el fuego del mismo infierno. Yery no podía hacer nada, quedó inmóvil con el perro frente a él y no dejaba de ladrarle y ladrarle, solo podía pensar en qué momento esa enorme bestia se iría contra él y lo mataría, iba a morir ahí solo sin nadie que pudiera ayudarle.
Pasaron unos minutos que para Yery prácticamente fueron horas por el miedo que sentía, mientras esa enorme bestia seguía frente a él ladrando sin parar. Y, de un momento a otro, sin ninguna explicación, el perro desapareció de la misma manera como llegó y todo volvió a la normalidad. El viento volvió a soplar con la misma intensidad que soplaba antes de esto y Yery pudo moverse nuevamente. Comenzó a caminar rápidamente sin comprender cómo era que seguía vivo si ese perro pudo haber acabado con su vida en cuestión de segundos ahí donde se encontraba solo en medio de la nada.
Avanzó unos metros más, solo deseaba llegar a su casa. De repente comenzó a sentir escalofríos en la espalda como si el animal viniera siguiéndolo pero volvió a ver hacia atrás y no había nada. Entonces comenzó a correr a todo lo que le daban las piernas, pero en todo momento sentía algo atrás suyo hasta que logró llegar a la casa de una amiga llamada Josselyn, que vivía cerca del lugar. Tocó y tocó desesperado hasta que por fin le abrieron la puerta.
Al abrir la chica lo vio pálido, asustado, sudando frío. Lo dejó entrar rápidamente y le ofreció algo para que se calmara. Cuando se logro calmar le contó a la chica todo lo que le había sucedido. Hasta el día de hoy nadie entiende como Yery no murió esa noche, y desde ese día el no volvió a salir de noche y mucho menos solo porque piensa que en cualquier momento se le aparecerá de nuevo ese animal.
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Investigando con gente del lugar, a nadie más le a sucedió un encuentro como este, sin embargo, al investigar más a fondo si descubrí que en la zona de Puriscal en los últimos años se han dado varios avistamientos de ovnis, por lo tanto, no se si lo que mi amigo vio tendrá algún tipo de relación con el género ovni.
Lo cierto aquí es que jamás podría desmentir el relato de Yery porque como les he dicho, siempre hay que estar siempre con un ojo abierto y otro cerrado porque lo paranormal y los fantasmas están por todas partes.
¡Hasta pronto!
