RELATO PARANORMAL - El Edificio José Figueres Ferrer


De entrada, quiero contarles que todo lo que van a leer acá sucedió, nada es inventado, me pasó a mi.

De niño, cuando iba con el equipo de fútbol del barrio a jugar a La Sabana, pasaba por detrás del Mercado de Mayoreo y en aquél entonces, junto al mercado, se encontraba un edificio abandonado a medio construir. Como todo niño, mil historias de miedo pasaban por mi mente, sin saber que años después me tocaría vivirlas en carne y hueso.

Allá por el año 2000, por esas cosas de la vida, entré a trabajar como guarda municipal en la Municipalidad de San José en Costa Rica propiamente en el Edificio José Figueres Ferrer. Sí, aquel edificio abandonado a medio construir se había convertido desde octubre de 1997 en la sede del ayuntamiento josefino. 

Muchas historias se han contado entorno a las apariciones de una figura masculina llamada “El hombre de la camisa a cuadros” que habita en el edificio y deriva (según relatos) de la muerte de un indigente cuando el edificio estaba abandonado. Algunas son inventos de los empleados para darle un aire tenebroso al lugar, otras, parecieran ser ciertas. Al menos las que yo voy a contar, lo son.

#1 LA SILUETA
Era domingo y me tocaba entrar a la 1:00 p.m., en aquél entonces solo quedábamos tres oficiales cuidando el edificio (dos en cada caseta externa y uno dentro del edificio). A mí me tocaba adentro. Cuando iba ingresando por la puerta sur del edificio observé a una persona dentro del edificio, alta y delgada, el reflejo del sol sobre la puerta de vidrio no me permitió ver más detalles. Al llegar a la puerta, la persona que observé salió corriendo hacia el lobby, pasando justo frente a la oficialía de guardia. Toqué la puerta y de inmediato apareció mi compañero Ricardo, un hombre bajito y corpulento, distinto de la figura que vi minutos atrás. Le comenté lo sucedido y me indicó que no había nadie en el edificio aparte de nosotros y que todos los accesos estaban cerrados. Nos fuimos piso por piso, puerta por puerta y nada, ni un solo rastro de alguien más. Sé lo que vi, sé que no era mi compañero y esa tarde, supe que algo pasaba en ese edificio.

#2 El SILBIDO
Domingo de nuevo, como a las seis de la tarde. Me encontraba en la oficialía adelantando el reporte diario cuando de repente escucho un silbido, proveniente de los pisos superiores. Para los que no conocen el edificio, en su parte central hay un “boquete” que permite ver los pisos hacia arriba. Salí de la oficialía, me acerqué al mostrador del cubículo de información y miré hacia arriba. No vi nada, pero volvieron a silbar. Respondí el silbido y recibí otro de vuelta. Así varias veces hasta que cesaron los silbidos. Una vez más, luego de revisar piso por piso, nadie más se encontraba en el lugar.

#3 LA PLATAFORMA
No recuerdo el día pero eran cerca de la 1 de la mañana. De nuevo me encontraba en la oficialía, esta vez escuchando los reportes por radio de los compañeros en otros puestos, cuando de repente veo a alguien bajar por las gradas con rumbo a la plataforma de servicio. Entre semana siempre había una persona que laboraba de noche en informática, en el tercer piso, por eso no me pareció raro que a esa hora alguien bajara. Lo que si me pareció raro fue que se dirigiera hacia la plataforma de servicios. Me levanté, caminé hacia la plataforma, encendí las luces y como ya era costumbre, nadie en el lugar, nadie. Tomé el teléfono y llamé a informática, me contestó Frank y más dormido que despierto me indicó que no había salido de la oficina para nada. Ya para esa entonces, estas situaciones se habían vuelto normales.


#4 LA TOS
Una noche de tantas. Eran cerca de las 10 de la noche y me encontraba entregándole el equipo de seguridad a mi amigo y compañero Javier Ramírez, quien esa noche acompañaría al supervisor en las rondas por los puestos externos. En ese momento solo estábamos los dos oficiales de los parqueos, el supervisor de turno, Javier y yo. Javier me dice que saldrá del edificio para ir a comprar cigarros y el supervisor estaba revisando la patrulla en el parqueo. Mientras estoy en la oficialía, suena el teléfono y es el supervisor haciendo una consulta, cuando a la vez, escucho afuera de la oficialía a alguien tosiendo. Supongo que es Javier que se devolvió por algo. Cuelgo el teléfono y sigo oyendo a alguien toser, salgo y comienzo a hablar (creyendo aun que es Javier) pero no hay nadie más. Voy a la puerta del frente y observo a Javier que viene de vuelta, apenas cruzando la calle. Voy a la puerta de atrás y está cerrada. Está demás decir que revisamos todo de nuevo sin encontrar a alguien más.


#5 LA CARCAJADA (Bonus Track)
Entraba a las 6 de la mañana y relevaba a mi compañero Oscar, quien regresó de sus vacaciones para hacer el turno de la noche. Al preguntarle cómo había estado la jornada me respondió:
- ¡Terrible! Toda la noche pasó a pura carcajada una mujer. Era como en el cuarto piso, pero revisé y todo estaba cerrado. -
En eso recordé que hacía pocos días, había fallecido una de las directoras de la municipalidad, a causa de un cáncer. Curiosamente, se caracterizaba por sus fuertes risas y su oficina estaba justamente en el cuarto piso.

En fin, experiencias hubo más, pero estas significaron para mí lo suficiente como para contárselas hoy.





1 Comentarios

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  1. Muy linda lectura. Mis antepasados vivieron en esa tierra que hoy en día es el edificio municipal. De hecho ahí nació mi abuela, mi papá, mis hermanos y hasta yo que era la menor.

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