El amor y los fantasmas del pasado: Reseña sin spoilers de All of Us Strangers (2023)

Calificación: ★★★★★

All of Us Strangers (Todos somos extraños en Hispanoamérica y Desconocidos en España) es una película británica-estadounidense de drama, fantasía y suspenso que se estrenó en cines de Estados Unidos el 22 de diciembre de 2023. Dirigida por Andrew Haigh y protagonizada por Andrew Scott, Paul Mescal, Jamie Bell y Claire Foy, la película sigue a un guionista que se descubre a sí mismo al interactuar romántica y sexualmente con un vecino mientras busca la manera de sanar heridas personales y familiares.



Queridos amantes del terror, en esta ocasión les traigo una reseña de una película que no es de terror, sino más bien es un drama (en ocasiones psicológico) con elementos sobrenaturales. Esta es una de esas películas que uno se sienta a ver sin altas expectativas, pero que termina completamente destrozado sentimentalmente. No hay otra forma de describirlo: esta película me tomó por sorpresa y me deshizo completamente.

Si buscan asustarse, esta película no es su mejor opción. Sin embargo, si como fanáticos del terror le abrimos las posibilidades a los elementos sobrenaturales y observamos detalladamente las maravillas que se pueden hacer al mezclar estos factores con otros géneros, nos daremos cuenta de que el terror es mucho más grande de lo que pensábamos.



Sí, la historia claramente se centra en la homosexualidad; sin embargo, la película apunta directamente a todos por igual. Vemos cómo el personaje principal perdió a sus dos padres a muy temprana edad y nunca pudo ser él mismo frente a ellos, por lo que visita su casa de la infancia y allí tiene conversaciones con los fantasmas de sus papás, o al menos con su recuerdo de ellos. En pocas palabras, así podríamos resumir el conflicto principal de la película.

Sin embargo, este conflicto que el protagonista tiene con dos personajes que ya no están en el plano terrenal se ve atravesado por otro hombre: un interés amoroso y sexual para nuestro protagonista. Vemos cómo Adam (interpretado por Andrew Scott) se niega a Harry (interpretado por Paul Mescal), pero no es necesariamente por una falta de interés o por no sentirse atraído. Este hombre se ha reprimido por años debido a que ha guardado mucho recelo y complejos dentro de sí.



Sin duda alguna, la homofobia es una problemática que poco a poco ha ido disminuyendo, pero eso no significa que sea inexistente. Me parece muy interesante porque, de alguna forma, la película propone un tipo de homofobia muy real, pero del que se habla muy poco: la homofobia contra uno mismo. Algunas personas homosexuales no están en paz con el tema a pesar de que a su alrededor sí, por lo que generan una serie de comportamientos peyorativos contra ellos mismos. Esto, a su vez, genera otros problemas de salud mental. Esto es importante porque, sin ser psicólogo, me atrevo a decir a que estamos frente a un personaje completamente depresivo.

No voy a revelar detalles sobre estas fantasmagóricas conversaciones, pero definitivamente se trata de charlas que marcan, que dejan su seña en diferentes formas para cada uno de nosotros como espectadores. Normalmente, si se nos apareciera un fantasma, nos asustaríamos, correríamos o algo por el estilo, No obstante, ¿qué haríamos si se tratara de un ser querido? Ese alguien especial. No hay nada que responda directamente esta pregunta, ya que para todos será algo distinto, pero en este caso vemos cómo Adam se va perdiendo poco a poco a sí mismo en el proceso de auto-encontrarse porque no deja ir el pasado. Por ahí se dice que no hay que ver para atrás ni para el impulso. Yo difiero. Me parece que está bien ver para atrás, revisitar momentos y personas, pero está mal quedarse allí, como Adam.



Ahora bien, regresando un poco a las temáticas del género de terror, la película también incluye algo que no nombra, pero sí desarrolla: las almas en pena. Este concepto como tal no existe dentro de este universo planteado en la historia, pero sí se ve en un caso muy específico que no puedo revelar. Por un lado, los padres de Adam sabían que estaban muertos, que estaban apareciendo en una época que no era suya y reconocían que su hijo ya no era un niño como la última vez que lo vieron, pero hay otros casos en los que el alma puede no saber que ya partió de este mundo o que, más bien, se niega a hacerlo. De nuevo, es algo muy interesante, pero ocurre hacia el tercer acto y no puedo decir ni una palabra más.

Actoralmente hablando, All of Us Strangers es magnífica. Andrew Scott es el 95% de la película y hace un trabajo digno de premiaciones. A su lado, me parece que los miembros del elenco que más destacan son Paul Mescal y Claire Foy. Scott logra realmente meternos en los rincones más oscuros de su mente; a veces nos confunde, pero en general logra hacernos sentir, nos hace identificarnos con él aunque nuestras circunstancias de vida sean muy distintas. Mescal, por su parte, tiene un rol mucho más reducido y es quien se encarga de agregarle un poco de picante al asunto (sí, lo vemos en varias escenas alzadas de tono). A pesar de sus cortas y pocas escenas, Mescal logra destacar como el novio que resuelve, comprende y hace sentir bien. La cereza del pastel sin duda alguna es Foy, quien una vez más nos demuestra que es una de las mejores actrices de su generación. Esta actriz le trae mucho corazón a su personaje que tal vez no comprende muy bien lo que debe hacer, pero que sigue para adelante con tal de estar allí para su hijo, especialmente después de que no pudieron estar juntos por mucho tiempo.



Esta historia escrita por Andrew Haigh y Taichi Yamada y dirigida por Haigh nos hace concientizar muchas cosas y analizarnos desde muchas aristas diferentes, peor hay una cosa innegable que pretende: señalar la importancia de la salud mental en la solución de conflictos internos para ser una mejor versión de nosotros mismos para nosotros y para los demás.

En general, me parece que All of Us Strangers es una de esas películas que, además de hacernos llorar, nos invita a reflexionar sobre el cierre de ciclos, la interrupción de patrones tóxicos de comportamiento y, aun más importante, la auto-aceptación. Por más que nos enfoquemos en buscar soluciones en otras partes, ningún fantasma ni ningún amante nos va a dar las respuestas, ya que ellas se encuentran dentro de nosotros mismos.


¿Qué piensas de esta película? ¡Déjanos tus comentarios!

Publicar un comentario

¿Deseas compartirnos algún comentario?

Artículo Anterior Artículo Siguiente