País: China
Dirección: Norio Tsuruta
Guion: Ma Boyong
Fecha de estreno: 6 de diciembre de 2019
Reparto: Meng-Po Fu, Yihan Sun, Annie Sun, Musi Ni
Calificación: ½
Sinopsis:
Una novela de Internet está provocando que sus lectores mueran uno por uno y Nuo, un estudiante universitario, vio horribles cuerpos de personas muertas en la copia exacta de lo que describe la novela.
The Ring es una franquicia reconocida por todos los amantes del género de terror como una de las mejores y más aterradoras del género sobrenatural, tanto su versión japonesa como la norteamericana. Sadako (en las cintas japonesas) y Samara Morgan (en las cintas americanas) son una representación destacable del terror paranormal. Estos espectros saliendo de un televisor es una escena icónica incluso dentro del cine en general. Pero por desgracia, y como ha pasado con muchos, necesitan de unas manos laboriosas para poder subsistir en los tiempos modernos donde el público ya no se asusta con tanta facilidad y necesita contenido nuevo. Dentro de ese marco llega “The Ring Resurrection”.
Primero aclaremos una cosa. La película se titula “The Perilous Internet Ring”, y este es su nombre oficial. Pero se ha comercializado bajo el nombre “The Ring: Resurrection” o “El Aro: La Resurrección”, en español. Es decir, los creadores de esta cinta fueron inteligentes al no definir la película como una versión oficial de “The Ring” pero si venderla como una. Y como su principal intención para llamar la atención sobre esta cinta fue esa, yo la voy a analizar desde ese título.
Antes incluso de darle "play" hay dos cosas que destacan. La primera es el cambio de nacionalidad; en esta ocasión se trata de una cinta china. A primera vista parecería no haber problemas en esto, pero mi primera impresión fue que se trataba de una nueva adaptación de las historias anteriores. La segunda es la palabra “Resurrection” en el titulo; esta palabra no trae buen augurio para ninguna película, sino que se lo pregunten a Michael Myers. Dicho esto, desde un comienzo ya tenía mis dudas.
Cuando comencé a ver la película era una decepción tras otra. Para empezar la famosa cinta maldita, la cual es sello de identidad de “The Ring”, había sido cambiada por una “novela web”. Es decir, los personajes caían en una maldición propiciada por una novela virtual. Y por si esto no fuera suficiente, nos olvidamos completamente de la regla de los 7 días (o de los 2 días si tenemos en cuenta la versión japonesa); en cambio optan por el mismo recurso de “Final Destination”: según mueren en la historia, mueren en la vida real. Por momentos incluso se sintió más como “Chakushin Ari” que como “The Ring”.
Incluso teniendo sus momentos de miedo, sin necesidad de jumpscares (de hecho, creo que la película no tiene casi ninguno), se evidencia como se desperdicia un recurso detrás de otro. Y es que la idea en si es un poco absurda; es como si cambiaran cinta maldita por libro maldito. Y si solo fuera eso, pero cuando por fin desvelan todo el secreto que hay detrás de esta “maldición”, echan por tierra todo lo poco que habían podido generar.
Para quitármelo de encima rápidamente, las actuaciones no son malas, son malísimas. Todos conocemos las particularidades de las actuaciones asiáticas, pero es que esto está a otro nivel. No paraba de pensar en las obras de teatro infantiles que a todos alguna vez nos ha tocado hacer y pensar: “ya sé que el guion es malo, pero por favor esfuércensen un poco más”.
Soy el primero que agradece y disfruta la duda paranormal. Es decir, el mostrar un evento sospechoso pero que a la vez tiene una explicación detrás, por compleja que fuese. Pero en este caso intentan generar una especie de “efecto Mandela” ligado con un concepto super extraño de “paranoia virtual” que no terminé de entender a quién está dirigida. La cinta termina con un mensaje advirtiendo de los peligros de las fake news y de la necesidad de que todos usemos internet de forma responsable; en eso le doy la razón, si hubiese usado internet de forma responsable no me hubiera cruzado con semejante película.
En resumen, es una gran decepción. Ya la película de “Rings” de 2017 había bajado bastante el listón. Ni siquiera los japoneses con su “Sadako vs Kayako” de 2016 pudieron despertar el interés en una franquicia que, desde principio de los 2000 nadie ha intentado revivir en serio. Menciones a Sadako hay pocas, una específicamente, y lamentable.
Como intento de mensaje social falla estrepitosamente. En un intento por rescatar algo positivo, diría que al menos intenta llevar un mensaje correcto; pero demasiado “family friendly”. El cine de terror esta para mostrarnos la otra cara del ser humano; y si tiene un mensaje que transmitir es uno de alerta, no uno de “cuidado con internet”. Es preferible que dejen morir a “The Ring” tranquilamente y en lo más alto, a que intentar revivirla con películas como esta.
