¡Bienvenidos, amantes del terror!
El dÃa de hoy visitaremos Rumania, especÃficamente El Estanque de las Brujas (Witches Pond en inglés y Balta Vrăjitorarelor en rumano), el cual se encuentra en el bosque Boldu-Creteasca, aproximadamente a 30 minutos del centro de Bucarest, la capital de Rumania.
La razón por la que este estanque se llama asà es porque, al menos una vez al año, las brujas de Rumania y de diferentes partes del mundo se reúnen alrededor de él a modo de peregrinaje. Esto sucede porque, según se dice, cualquier conjuro que se haga en frente de este estanque se hará realidad sin ningún margen de error. Por esta razón, además de muchas personas curiosas, los principales visitantes de este estanque son practicantes de la Wicca.
Además de las reuniones anuales de las brujas alrededor del estanque, hay muchos fenómenos paranormales asociados a él. Por ejemplo, ningún animal se acerca al, vive en ni bebe del estanque. Como si esto no fuera lo suficientemente extraño, no hay ninguna explicación razonable por la cual habrÃa un estanque en esta parte del bosque. Aún cuando la zona se enfrenta a grandes cantidades de lluvia, el estanque nunca crece y, aunque la zona sufra fuertes tiempos de sequÃa, el estanque nunca disminuye.
Aunque los historiadores aseguran que murió en un combate, la leyenda cuenta que el mismÃsimo Vlad el Empalador fue degollado en las orillas del Estanque de las Brujas, lo cual ha generado que muchas personas reporten avistamientos del mismo Vlad en las cercanÃas del lugar. Algunos se preguntarán quién es Vlad el Empalador, si no es que ya escucharon las historias. Este hombre es la figura real que inspiró al famoso personaje de Drácula.
Se dice que hay momentos del año en los que nieva, llueve o hace mucho sol, pero solamente sobre el estanque. Fuera de él, las condiciones climáticas son distintas. Este estanque es muy pequeño; de hecho, tiene aproxiamdamente 5 metros de diámetro, pero, aún asÃ, según se dice, no tiene fondo. Se dice que esto es real porque, después de un terremoto de 1977 en Rumania, muchos restos de edificios fueron a depositarse en el estanque y, a pesar de la gran cantidad de escombros y desechos, nada se amontonó en la superficie.