El segundo filme de Tim Burton contiene temas serios, pero los trata con fino sentido del humor y comedia negra, además de vistosos efectos.
FICHA TÉCNICA
"Beetlejuice" ("Beetlejuice, el súper fantasma", Estados Unidos, 1988).
- Dirigida por Tim Burton.
- Escrita por Michael McDowell y Warren Skaaren.
- Historia de Michael McDowell y Larry Wilson.
- Duración: 92 minutos.
- Fecha de estreno: 30 de marzo de 1988.
- Protagonistas: Alec Baldwin, Geena Davis, Winona Ryder, Catherine O'Hara, Jeffrey Jones, Glenn Shadix, Michael Keaton como Betelgeuse (pronunciado "Beetlejuice").
Tráiler
SINOPSIS
Al fallecer la pareja de Adam y Bárbara (Alec Baldwin y Geena Davis), ambos se vuelven fantasmas. Destinados a pasar un buen tiempo en la tierra, descubren que su hogar es habitado por los Deetz, una familia neoyorquina de la cual solo la triste jovencita Lydia (Winona Ryder) puede verlos. Desesperados, Adam y Bárbara buscan la ayuda de Beetlejuice (Michael Keaton), un espíritu sinvergüenza que se autodenomina "bio-exorcista", para correr a los humanos que han invadido su hogar.
En 1988, las secuelas estaban en su apogeo. Ese año llegó la segunda parte de "Hellraiser" y la tercera de "Poltergeist"; "A Nightmare on Elm Street" y "Halloween" veían su cuarta entrega, mientras que "Friday The 13th Part VII: The New Blood" vio el duelo entre Jason y una chica con poderes telequinéticos. Mención aparte merece cierto muñeco llamado Chucky, quien hizo su debut en "Child's Play".
Si desglosaramos la lista de títulos que se estrenaron ese año, veríamos que mientras el cine de horror buscaba nuevos rumbos para sus personajes establecidos, otras propuestas se reducían a slashers menores, remakes y producciones poco atractivas, es por eso que "Beetlejuice" destaca en el género. Combina horror y comedia con un toque amistoso, fue un éxito de taquilla apto para toda la familia, que hasta podía verse con los abuelitos.
Fue el segundo filme del director Tim Burton, quien luego de la aventura infantil "Pee-wee's Big Adventure" (1985) creó esta fantasía de horror gótica, oscura pero al mismo tiempo colorida, de aspecto surrealista y estrafalaria. Su propósito: hablar sobre la muerte con humor, sin seriedad ni formalidad, tratándola como lo es, algo natural que forma parte del ciclo de la vida.
LA CHICA DE NEGRO
El reparto de "Beetlejuice" quedó tan unido a la película que es imposible no relacionarlos. Uno de sus rostros más conocidos es el de Winona Ryder, que a los 17 años ya sumaba dos participaciones secundarias: el drama juvenil "Lucas" (1986, que significó su debut cinematográfico) y el filme sobre la guerra de Vietnam "Square Dance" (1987).
Clip
"No le tengo miedo a las sábanas"
"Beetlejuice" significó su primer personaje de apoyo importante dando vida a Lydia Deetz, una peculiar adolescente con vestimenta negra, desganada de la vida y obsesionada con la muerte, con una madrastra que no simpatiza y un padre que apenas nota su presencia. Ella es (y se siente) un fantasma viviente que habita, irónicamente, en una casa embrujada.
Lydia transmite tristeza y angustia, su vestuario (que ayudó a popularizar la subcultura gótica) indica que aún guarda luto por su madre. Ella misma dice ser "extraña e inusual", palabras con las que externa su ansiedad juvenil producto de su aislamiento (probable consecuencia del fallecimiento de su madre) que le ha dejado nostálgica, atraída hacia la muerte y anhelando figuras paternas que la escuchen. Lydia es el corazón del filme al ser el puente que une el mundo real con el de los muertos.
EL FANTASMA IDEAL (BUENO, MÁS O MENOS)
Michael Keaton ya tenía experiencia como comediante e incluso trabajó con el realizador Ron Howard. Su tipo de humor, basado en la situación, diálogos y no tanto en gags o comedia física, llamó la atención del productor David Geffen, quien lo recomendó a Tim Burton. El Beetlejuice de Keaton es sucio, grosero, mórbido (y morboso), y al estilo de las leyendas urbanas como Bloody Mary o el mismo Candyman, se le invoca repitiendo su nombre tres veces.
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"¿Puedes dar miedo?"
Es un personaje con motivos insidiosos, que solo busca su beneficio y ayudar de buena fe no está en su vocabulario. Sin embargo su humor negro lo vuelve gracioso y le otorga condición de antihéroe por venderse como el salvador de los Maitland (Alec Baldwin y Geena Davis), pero después su egoismo y conveniencia salen a flote para convertirse en el verdadero antagonista de la historia.
Beetlejuice posee un falso carisma, pero la interpretación de Michael Keaton no podría ser mejor. Con solo 17 minutos en pantalla convierte los defectos del personaje en momentos jocosos y les pone la picardía necesaria para volverlo simpático, a pesar de lo cuestionable de sus motivos. Beetlejuice es el fantasma imperfecto que "posee" al actor perfecto para representarlo.
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Sala de espera al Otro Mundo
LA INVASIÓN DE LOS "VIVOS VIVIENTES"
Adam y Bárbara Maitland (Baldwin y Davis) son una entrañable pareja. Difícilmente puede hablarse de uno de ellos en particular porque ambos están unidos en ese "pequeño problema" que significa estar muertos y ahora están atrapados en su propia casa, donde tienen que soportar la presencia de una familia "invasora".
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"Day-O (Banana Boat Song)"
Con el resto del elenco sucede algo semejante. Si bien hay personajes que destacan como Delia Deetz (Catherine O'Hara) en la escena donde pone a bailar a sus invitados con la canción "Day-O (The Banana Boat Song)", no hay uno en particular que lo haga como Lydia o Beetlejuice. Son varios personajes los que forman el colectivo de "los vivos", antagonistas que llegan a complicar la situación de los Maitland.
ESPÍRITUS VS. MORTALES
La oposición entre vivos y muertos es la más obvia, pero además hay otros contrastes. La casa tradicional y hogareña de los Maitland adquiere una estética postmoderna con la llegada de los Deetz, quienes la redecoran para indicar su estatus social. La remodelación puede ser atractiva, estética, pero ignora los pequeños detalles que dan al inmueble calor de hogar, y al mismo tiempo impiden a sus nuevos habitantes se abran ante lo sobrenatural.
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"Inspección de closet"
También puede hallarse una lectura sobre el no respetar a la muerte. Los Deetz quieren convertir la casa y el pueblo en una atracción turística (proyecto que implica ideas capitalistas), llevándolos a hacer una sesión espiritista tomada a modo de espectáculo; pareciera que la historia quiere decirnos no es correcto meterse con la muerte en aras de un interés económico, y que para entenderla tiene que haber una verdadera conexión.
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"Para atrapar una mosca"
Salvador Dalí "Los amantes invisibles" (1946)
EL ARTE Y LA MÚSICA DE "BEETLEJUICE"
El filme no es violento, posee una vibra amena y familiar que hace menos espeluznante lo tenebroso. Sus efectos visuales no son sofisticados y parecen intencionadamente falsos para provocar gracia; cualquier otra película trataría hacer ver a una mosca lo más asquerosa posible y en "Beetlejuice" hasta se ve simpática. La animación stop motion agrega un toque gracioso y hace ver menos intimidantes los gusanos de arena, que otro director hubiera hecho monstruosos.
Tim Burton echa mano del arte para el diseño de producción, influenciado por el expresionismo alemán y el surrealismo de Salvador Dalí. Solo así pudo dar vida al burocrático mundo del más allá y los paisajes desolados que rodean la casa de los Maitland. El maquillaje estuvo a cargo de Ve Neil, quien se llevó el Oscar a Mejor Maquillaje por esta película y otro filme de Burton, "Ed Wood" (1994), además de "Mrs. Doubtfire" (1993).
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"Títulos principales" - Danny Elfman
No hay que pasar por alto la música de Danny Elfman en lo que fue su primera colaboración con Burton. El soundtrack realza el ambiente de los escenarios, ya sea una escena en la casa, el desierto o los intentos de Adam y Bárbara por asustar a sus "inquilinos".
Elfman definió su estilo musical usando coros con voces infantiles y arreglos de arpa, con lo que crea el ambiente mágico de los mundos del director.
Mientras, las canciones calypso inyectan un toque de festividad y hasta de sabor latino, ¿ritmos caribeños en una película sobre la muerte? ¡¿Por qué no?! Así se le quita sobriedad al tema.
Opening de la serie animada
LEGADO Y FUTURO
La imagen de Beetlejuice se trasladó del cine a la pantalla chica con el estreno de una serie animada en septiembre de 1989. En ella, los personajes de la película son adaptados libremente, aunque con la supervisión de Tim Burton como productor ejecutivo: Adam y Bárbara no aparecen, Lydia ya es adolescente y sus padres sirven como personajes de apoyo, además tiene un gato llamado Percy que siempre es molestado por Beetlejuice.
La serie duró cuatro temporadas con 94 episodios y junto con "Batman: The Animated Series" (1992-1995) es uno de los dos programas animados basados en filmes de Burton. El personaje se extendió a cuatro títulos de videojuegos, tres de ellos aparecieron a inicios de los 90s, y en 2018 se montó un musical en Broadway que finalizó sus representaciones en 2020.
(imagen no oficial)
ESTADO DE LA SECUELA
Casi 35 años después de su estreno, en febrero de 2022 se anunció la esperada continuación de "Beetlejuice", con Michael Keaton y Winona Ryder volviendo a sus respectivos papeles. Sin embargo, de acuerdo a un artículo del sitio web Screenrant fechado el pasado 22 de diciembre, Tim Burton no estaba involucrado, aunque el director no descartaba volver.
El filme tendrá el respaldo de Plan B, productora que pertenece al actor Brad Pitt, y se rumora que Johnny Depp, quien ha colaborado en varios proyectos de Tim Burton, además de haber trabajado con Winona Ryder en "Edward Scissorhands" (1990), podría protagonizarlo, pero esto último no ha sido confirmado.
REIR CON LA MUERTE
Dentro de su peculiar estética visual, "Beetlejuice" esconde una profunda metáfora/reflexión sobre la vida y la muerte; es una visión del otro mundo que trata de decirnos aceptemos la partida de nuestros seres queridos y darnos la oportunidad de seguir adelante. Su final reboza optimismo, vivos y fantasmas reconciliados, compartiendo en armonía. Aceptar la muerte es decirle sí a la vida, sonreirle en recuerdo de quienes se adelantaron en el camino. Tomadas de la mano, las dos forman un ciclo del cual todos participamos: esta aventura llamada existencia.
