Spencer es una película británica-estadounidense de drama psicológico que se estrenó en cines en noviembre de 2021 en Estados Unidos y España, pero en Latinoamérica llegó en diferentes fechas a inicios de 2022. La película, dirigida por Pablo Larraín y protagonizada por Kristen Stewart, nos ubica en el famoso fin de semana de navidad de 1991 en el que la Princesa Diana decidió acabar su matrimonio con el Príncipe Carlos.
El pasado miércoles 9 de noviembre se estrenó la quinta temporada de The Crown en Netflix, por lo que me tomé el rato para, además de maratonear la serie, volver a ver Spencer, la gran película de Larraín que llevó a Stewart a ser nominada al Oscar a Mejor Actriz este año. Decidimos incluir esta película en Horror Hazard porque, si bien es cierto no es de terror, sí es un drama psicológico que toma como escenario la psique de uno de los personajes más famoso de las últimas décadas. No es una película de terror, pero sí es una historia sobre los posibles horrores que esta persona pudo haber vivido durante ese fin de semana y durante su vida con la realeza británica.
Ahora bien, no soy fan de Kristen Stewart, pero me parece innegable que ha mejorado considerablemente su trabajo actoral desde su aparición en la saga de Crepúsculo. Sin duda alguna, al menos en mi opinión, el trabajo de Stewart aquí es impecable. Como la película es un poco más libre (es decir, no está amarrada a retratar un hecho histórico, sino que se enfoca en recrear lo que pudo haber sentido en ese momento), su trabajo no se ve tan limitado a retratar casi idénticamente a la fallecida princesa.
Si tuviese que resumirla, diría que Spencer toma tres historias y las mezcla para realmente estudiar una posibilidad de la psique de Diana. Primero, ella está harta de la traición de su esposo, lo cual, debido a la naturaleza de la familia real, se traduce a un mal recibimiento por parte de sus miembros. La reina y el resto de la familia real estaban cansados de los problemas maritales entre Carlos y Diana, además de que Diana era la que terminaba llevándose toda la atención de los medios.
Segundo, su bulimia se encuentra a niveles alarmantes, teniendo problemas digiriendo cualquier cosa que esté en su plato debido a una necesidad de aceptación, una falta de calor por parte de otros y una gigantesca cantidad de presión por parte de los medios. De hecho, la traición de su esposo y su bulimia chocan en varias instancias durante la película, pero más notablemente en la famosa escena del collar de perlas. En esa instancia Diana se siente ahogada, literalmente tragándose la presión que recibe por todos lados y teniendo que mantener una imagen de perfección.
La cereza del pastel (y como tercer aspecto) es que hay un paralelismo entre la Princesa Diana y Ana Bolena. El rey Enrique VIII tuvo varias esposas durante su reinado, pero la segunda fue Ana Bolena, quien fue reina consorte desde 1533 y hasta 1536. En Spencer, Diana ve el fantasma de Ana Bolena para hacerle ver al espectador que en verdad se trata de lo mismo: quien no conoce su historia, está condenado a repetirla.
Desviémonos un poco para entender el pasado (sufrimiento y horror) de Ana Bolena. Cuando se coronó como reina, Enrique solamente quería un heredero al trono; por supuesto, masculino. No obstante, Ana Bolena dio a luz a Elizabeth, quien años después llegó a ser la reina Elizabeth I. Debido a que no hubo descendientes masculinos y Ana tuvo tres abortos espontáneos, Enrique se inventó historias sobre su esposa, diciendo que ella era una traicionera y que le fue infiel. Debido a esto, Ana Bolena fue degollada bajo órdenes de su propio esposo. Acto seguido, Enrique VIII se casó con Jane Seymour, la tercera de sus seis esposas.
¿Cuál es mi punto con todo esto? Desde que Diana entró a la familia real, ya tenía las de perder. Ella no fue enviada a matar por Carlos ni tenía problemas quedando embarazada, sino que el corazón de Carlos ya era de otra persona, Camilla. La presencia del fantasma de Ana Bolena en esta historia significa una visita al pasado para sobrellevar el presente y entender el futuro. De hecho, el tiempo es otro tema dentro de Spencer ya que, una vez que el mundo entero tiene su ojo sobre ella, que la familia entera le da la espalda y que sus problemas personales comienzan a tomar las riendas, las fronteras entre el pasado y el presente comienzan a borrarse.
En cuanto a los aspectos técnicos, me encantaron la fotografía, el diseño de vestuario y el diseño de producción. Este escenario se siente tan frío, frívolo y elegante, justo lo que necesita ser para poder apoyar los puntos principales de esta película.
En general, Spencer es un drama psicológico excelente que reta a los espectadores a tratar de entender y experimentar por lo que la mente de la princesa Diana pudo haber pasado durante este período de su vida, mientras que también plantea paralelismos con problemas de la vida real y terrores personales que muchas mujeres atraviesan y deben enfrentar y superar.
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