Calificación: ★★★★½
The Hunger Games: The Ballad of Songbirds & Snakes (titulada en español Los Juegos del Hambre: La Balada de Pájaros Cantores y Serpientes) es una película estadounidense de ciencia ficción, acción y drama que se estrenó en cines alrededor del mundo el 17 de noviembre de 2023. Dirigida por Francis Lawrence y protagonizada por Tom Blyth y Rachel Zegler, la precuela de la homónima franquicia de libros y películas nos ubica en la versión #10 de estos juegos, donde un joven Coriolanus Snow deberá acompañar a una débil tributo del Distrito 12 para que logre sobrevivir.
Cuando me encontraba en la adolescencia, leí cada uno de los libros de Los Juegos del Hambre antes del estreno de su respectiva película. Lamentablemente, no tuve la oportunidad de prepararme con tiempo para esta precuela, por lo que mi opinión se basa meramente en la película y no podré hacer una comparación entre libro y película.
A pesar de esto, The Hunger Games: The Ballad of Songbirds & Snakes generó una muy buena impresión en mí desde el puro principio. No solamente nos da la historia de origen de uno de los villanos más odiados de los últimos años, sino que también profundizamos un poco más en mitos, leyendas y detalles generales de Panem, la nación en la que ocurren todos estos eventos. En la historia original, conocemos detalles del país más que todo en las últimas dos películas por todo el tema de la revolución, pero como el foco de atención aquí cambia de los distritos al Capitolio, tenemos a la gran ciudad y a su gente como protagonistas. Si me lo preguntan, este cambio es muy interesante y provechoso para así comprender ambos lados de la historia.
Este es justamente el aspecto de esta película que más me parece interesante: no solo conocemos más sobre la vida en el Capitolio, sino que entendemos qué desató al presidente temido por Katniss Everdeen en las películas anteriores. No voy a revelar los detonantes ni detalles muy específicos, pero Coriolanus Snow siempre fue un hombre malo y con hambre de poder y superioridad, solamente necesitaba un pequeño empujón para que su verdadero ser saliera a flote.
Hablando de Coriolanus Snow, en esta ocasión es interpretado por Tom Blyth. No sé ustedes, pero esta es la primera vez que veo a este actor y logró increíblemente sostener el peso total de la película. Al principio cuesta mucho pensar cómo esta versión del personaje terminaría eventualmente en la interpretada por Donald Sutherland en las películas originales, pero poco a poco se nos brinda pequeños vistazos a su realidad y para el tercer acto ya lo comprendemos a cabalidad. Con este personaje podemos entender que la humanidad es una parte esencial de los seres humanos como especie, pero no todas las personas son tan humanas como parecen serlo.
Blyth comparte el liderazgo de la película con Rachel Zegler, una actriz que en este momento enfrenta controversias, rumores y mucho odio en redes sociales, pero que hace un muy buen trabajo. Esta actriz solamente ha estado en tres películas a la fecha: esta, West Side Story (2021) y Shazam! Fury of the Gods (2023). He visto las tres y déjenme decirles que esta actriz es de lo mejor que hay en cada uno de estos proyectos. Aquí interpreta a Lucy Gray Baird, una joven del Distrito 12 que es escogida para representar a su distrito en la décima edición de Los Juegos del Hambre. Zegler logra brindarle mucha profundidad a lo que perfectamente pudo haber sido un rol muy frívolo y plano; a su vez, sin estar relacionadas directamente, mucho de este personaje acaba de forma inevitable alimentando al de Katniss Everdeen (cuando la vean, se darán cuenta por qué).
El resto del elenco está excelente. En mi opinión, aparte de los dos protagonistas, los principales destaques de la película son Hunter Schafer, Mackenzie Lansing, Josh Andrés Rivera y, por supuesto, Peter Dinklage y Viola Davis. Estos últimos dos en particular no salen tanto como me hubiese gustado, pero en sus escenas logran cautivar a la audiencia con pocas palabras, miradas profundas y mucho miedo. Sí, lo leyeron bien, estos dos personajes llegan a generar terror tanto en los personajes como en el público, especialmente el de Davis, quien interpreta a una mujer psicológicamente perturbada que es malévola por sí sola.
Como pueden darse cuenta, actoralmente hablando la película es fenomenal; sin embargo, hay mucho más que resaltar de la misma. Tanto el diseño de producción como el de vestuario se lucieron en cada escena. Si recordamos las películas originales, podríamos decir que la paleta de colores y texturas era casi la misma para todo debido a que eran desde el punto de vista de los distritos (y aun así eran sets y vestuarios increíbles); no obstante, ahora viéndolo todo desde el Capitolio, las posibilidades se multiplican exponencialmente y estos departamentos no se pusieron tímidos al respecto. No solamente son colores y patrones interesantes, sino que los vestuarios y detalles de la escenografía nos brindan información y mayor profundidad sobre las circunstancias de esos momentos. En otras palabras, estos diseños son también personajes dentro de la película.
Tristemente, no todo es perfecto. De nuevo, no leí el libro, por lo que no puedo hablar de la historia tan eufóricamente, pero sí puedo decirles que el tercer acto es el más diferente a todos. Los primeros dos actos están enfocados en la introducción y el desarrollo de Los Juegos del Hambre, pero el tercer acto cambia completamente de tono y cualidad, brindándonos una historia mucho más política y, eventualmente, hasta de suspenso. Así es, cerca del final la película se vuelve casi un juego del gato y el ratón porque los terrores e infiernos internos de los personajes se dejan ver al fin. A mí en lo personal todo esto sí me gustó, pero el cambio es abismal, especialmente si tomamos en cuenta que la película es larga y venimos de dos tercios muy similares entre sí.
Me parece que The Hunger Games es una franquicia muy querida por el público. No solamente se trata de una historia distópica muy entretenida, sino que es una fuerte crítica sociopolítica de nuestra realidad disfrazada de historia de drama juvenil. Personalmente, aunque sé que solo hay un libro precuela, me gustaría que la franquicia continúe. Hay muchas aristas de Panem y de la historia de los mismos Juegos del Hambre que se pueden explorar y mantenerse bajo el mismo marco de crítica y espejo. No hay nada confirmado ni nada por el estilo, solamente comparto mi opinión.
En general, The Hunger Games: The Ballad of Songbirds & Snakes es una excelente película que nuevamente nos sumerge en este mundo distópico en el que la mayoría se pelea a muerte por unos cuantos bocados de comida mientras la minoría juega con sus sobras. A través de una excelente fidelidad a la historia original, actuaciones espectaculares y diseños de producción y vestuario envolventes, esta película logra establecerse como una muy buena adición al ya existente universo distópico de Los Juegos del Hambre. Sin duda alguna, la película pudo haber sido más corta o incluso pudo haberse dividido en dos partes, pero así tal cual cumple su misión de entretenernos a la vez que hacernos cuestionar a nuestras figuras de poder, entendiendo a su vez cómo el mal se crea desde cero en algunas ocasiones, mientras que en otras el mal dentro de nosotros solo espera el momento justo para ser liberado.