Calificación: ★½
The Exorcist: Believer (titulada El Exorcista: Creyente en España y El Exorcista: Creyentes en Hispanoamérica) es una película estadounidense de terror que se estrenó en cines el 6 de octubre de 2023. Dirigida por David Gordon Green y protagonizada por Leslie Odom Jr., Olivia O'Neill y Lidya Jewett, la película sigue la historia de un padre de familia cuya hija y su amiga se pierden en el bosque y, una vez que vuelven, ya no son como antes.
Esta película es uno de esos tristes casos que cumplen su función de entretenernos, pero todo hubiese sido mucho mejor si el título fuese otro. Al ubicarse dentro de la franquicia de The Exorcist, la película tiene zapatos muy grandes que llenar y, como pueden suponerlo, falla al hacerlo. Las conexiones que tiene con la primera película son casi nulas y las que existen son extremadamente sutiles. Perfectamente se pudieron haber omitido y esta hubiese sido una película de exorcismos más.
¿Qué podíamos esperar de David Gordon Green? A pesar de que tiene buenas ideas, su problema definitivamente es el desarrollo de las mismas y su traducción a los fans de las respectivas franquicias. Este es el mismo hombre encargado de producir y dirigir la última franquicia de Halloween, aquella que irrespeta décadas de películas y crea nuevos círculos narrativos que, por supuesto, no cierran. Sin embargo, y sin ofender a los fans de Halloween, The Exorcist es una película mucho más superior y con un respaldo crítico y popular mucho más fuerte. Dadas las circunstancias, este es un paso muy mal dado por parte de Universal y David Gordon Green.
Como les digo, la película sí es entretenida (por lo menos), pero su historia es bastante plana y predecible. Hay varios jumpscares esparcidos por la película y, en mi opinión, no están para nada mal. La historia, como lo pudieron ver en la sinopsis, nos presenta a unas niñas desaparecidas y que, cuando vuelven, están poseídas. No les voy a revelar detalles, pero, en general, no esperen una explicación. La película asume las cosas y deja al espectador atrás sin importarle que este haya comprendido a cabalidad o no las circunstancias.
Además de que esta situación clave del primer acto no se profundiza ni aunque sea sutilmente, hay muchas otras partes de la película que carecen de lógica. Por ejemplo, la presencia de Ellen Burstyn como Chris MacNeil. No esperen verla demasiado porque, tras de que tiene escenas muy contadas, su presencia es innecesaria e injusta (ya se darán cuenta). Otro ejemplo muy notable es el mismo nombre de la película. Por supuesto que está allí para redirigirnos al clásico de 1973, pero si lo pensamos objetivamente no hay un equivalente al padre Merrin ni a al padre Karras. La falta de este ente que balancea las tensiones religiosas y místicas hace que la película se caiga ya que acaba pareciendo una de esas series o películas en las que adolescentes completamente incompetentes y sin supervisión profesional comienzan a resolver crímenes... pero con demonios.
Hablando de religión, la película original tiene en el centro a la religión católica y al ateísmo. En esta ocasión, ambas están presentes aunque también hay otros sectores religiosos a los que se les brinda luz, como el evangelismo y el vudú haitiano. La luz que se les brinda es muy tenue, pero al menos ahí está. Al inicio de la película tenemos una secuencia muy interesante que toma lugar en Haití, pero nada de esto tiene relevancia para el resto de la película, para que no se generen falsas expectativas.
Inevitablemente, la narrativa de la franquicia es que el mal existe y que, aunque le pongamos nombres distintos, siempre somos suceptibles a él. Trato de ubicarme en una posición bastante neutral, pero es un poco difícil porque siempre el centro de la historia es que la persona atea debe creer para que el problema se solucione o al menos mejore. No sé ustedes, pero a mí me parece muy trillado.
Nuevamente, la película por si sola no es perfecta, pero tampoco es digna de llevar el nombre de The Exorcist. A pesar de esto, sí rescato algunos elementos como los jumpscares mencionados anteriormente, pero también el maquillaje y las actuaciones. El maquillaje de poseídas que llevan las dos niñas está muy bien realizado; verdaderamente dan miedo con solo verlas. Por otro lado, las actuaciones son fenomenales de parte tanto del elenco principal como del secundario. Ambas niñas hicieron un muy buen trabajo, pero destaco todavía más a Lidya Jewett. Por otro lado, Leslie Odom Jr. y Ann Dowd destacan dentro del elenco adulto. Por supuesto que Ellen Burstyn siempre brilla, pero, como ya les dije, su personaje en esta ocasión sufrió de un grave caso de mala escritura en el departamento de guion.
En general, me parece que The Exorcist: Believer es una película que nos entretiene, pero que no honra al clásico de cine del cual toma su nombre. A través de una interesante pero cuestionable dirección y de un guion que olvida por completo de dónde se supone que viene esta película, The Exorcist: Believer nos presenta una historia que no promete cumplir las expectativas de los fanáticos de terror y menos aún los fans del clásico de 1973. Habrá que ver qué ocurrirá con el resto de la trilogía de The Exorcist, la cual tiene ya un espacio en 2024 para The Exorcist: Deceiver. Aunque no tenemos detalles sobre esa nueva entrada para compartirles, será muy difícil que Gordon Green y su equipo en Universal logren rescatar a esta fallecida trilogía.