Con algunas entregas mejores que otras, American Horror Story se ha convertido en sinónimo del género en la televisión, y tiene once temporadas para comprobarlo.
T1: Murder House (2011)
La familia Harmon llega a Los Ángeles, buscando rehacer su vida luego de una serie de problemas maritales. Sin embargo se mudan a una casa habitada por los fantasmas de quienes han muerto en el inmueble.
Puso las reglas de la serie: Impredecible, alocada,grotesca y con una fuerte carga de sensualidad. El episodio del tiroteo en la escuela levantó polémica con sus instantes de terror. Esta entrega tiene mucha sustancia bajo el tropo de la casa embrujada.
T2: Asylum (2012)
La historia de un hospital mental dirigido por una monja cruel y de doble moral. Es la mejor de todas las entregas al rebasar sus propios límites en una trama que involucra abducciones, nazis, experimentos y asesinos seriales. Realza su factor miedo gracias a su tono oscuro, dándole una madurez y seriedad que difícilmente alcanzaron otras temporadas. El episodio donde Jessica Lange interpreta "The Name Game" es de los más apreciados por los fans.
T3: Coven (2013)
Un aquelarre descendiente de las brujas de Salem lucha por sobrevivir en la era moderna. El talento de Sarah Paulson se desborda al llevar magníficamente el peso emocional y actoral. No tiene la violencia ni la sangre de las anteriores temporadas (algunos la consideran de las más flojas), pero las actuaciones y el humor lo compensan. Además, escuchar la única y genial voz de Stevie Nicks, vocalista de Fleetwood Mac, es uno de los momentos más recordados.
T4: Freak Show (2014)
En 1952, uno de los últimos espectáculos ambulantes de fenómenos trata de subsistir en un mundo cada vez más moderno. Nuevamente, Jessica Lange vuelve a ser la estrella, pero quien se lleva los reflectores es Sarah Paulson como la mujer con dos cabezas. Rinde homenaje al filme de Tod Browning y como éste llegó a sufrir el rechazo de la audiencia por los personajes. Entregó la siniestra figura de Twisty El Payaso, que como todos en esta serie tiene una historia trágica.
T5: Hotel (2015)
El Hotel Cortez es un fantasmagórico lugar administrado por La Condesa, una manipuladora y sensual vampiresa, pero en realidad es una trampa donde quien se registra ya no sale, ni siquiera estando muerto. Como "Freak Show", tiene un exceso de subtramas que la vuelven rebuscada, pero la inclusión de "figuras" del crimen real y las alusiones al infame hotel Cecil la hacen memorable. Fue la primera temporada sin Jessica Lange, pero Lady Gaga asombró en su debut como actriz. Se conecta con "Coven" y "Murder House".
T6: Roanoke (2016)
Usando el formato documental, cuenta la experiencia de una pareja en una finca donde ocurren sucesos paranormales. Combina el found footage y el recurso del "programa dentro del programa" para darle originalidad, pero algunos personajes se sienten sobrados, hasta la aparición de Piggy Man se siente forzada. Puede interpretarse como una crítica a la televisión sensacionalista, mas el resultado no es tan contundente.
T7: Cult (2017)
Luego de la controversial elección presidencial en EUA de 2016, una secta aterroriza una comunidad; su líder, Kai (Evan Peters), es de la derecha radical y Ali (Sarah Paulson), su atribulada opositora, de la izquierda progresista. La carga de mensajes políticos y la demostración de un país ideológicamente dividido no agradó a muchos, pero como historia de horror incluye buenas escenas de miedo, paranoia y terror gracias al sólido desempeño de Paulson.
T8: Apocalypse (2018)
Sirve como secuela a "Murder House" y "Coven", aunque también aborda "Hotel" y se centra en el fin de los tiempos con la llegada del Anticristo. Su primer episodio es explosivo, atrapante, y conforme avanza reaparecen varios personajes de temporadas anteriores. Significa un más o menos satisfactorio fin del universo construido a lo largo de ocho años, marcando la salida de la serie de Sarah Paulson y Evan Peters.
T9: 1984 (2019)
Un campamento de verano es asediado por un homicida serial. Desconectada por completo de las anteriores historias, es una carta de amor al cine slasher. Perfectamente ambientada, ejecutada y jugando con los tropos y clichés del subgénero, sus escenas de muerte están bien elaboradas. Destacan Emma Roberts y Billie Lourd, pero vaya que se resiente la ausencia de Sarah Paulson y Evan Peters.
T10: Double Feature (2021)
Luego de una pausa por la pandemia, la temporada se dividió en dos partes: "Red Tide" trata sobre una píldora mágica que despierta la creatividad pero tiene inesperados efectos secundarios; "Death Valley" tiene que ver con extraterrestres y... ¡hombres embarazados! El experimento de una antología dentro de una antología no resultó bien: "Red Tide" se cae al final y los episodios de "Death Valley" no conectan bien entre sí. En una palabra: decepcionante, aun con el regreso de Sarah Paulson y Evan Peters.
T11: NYC (2022)
En el Nueva York de 1980 alguien está eliminando hombres homosexuales, mientras que un nuevo virus se esparce por la ciudad. Aunque fue bien recibida por la crítica estadounidense, al público no pareció importarle demasiado. Entre esa apatía y el hecho de que no presenta el marco sobrenatural característico de la serie, es una temporada poco o nada memorable, pero presenta momentos por los que habría que darle una oportunidad.