Los declaro esposo y fantasma: Reseña sin spoilers de Marry My Dead Body (2023)


Calificación: ★★★★

Marry My Dead Body (關於我和鬼變成家人的那件事 en taiwanés y Mi boda con un fantasma en español) es una película taiwanesa de comedia y crimen que se estrenó el 17 de noviembre de 2022 en el Taipei Golden Horse Film Festival, el 20 de febrero de 2023 en cines taiwaneses y el 10 de agosto del mismo año en el resto del mundo a través de Netflix. Dirigida por Wei-Hai Cheng y protagonizada por Greg Han Hsu y Po-Hung Lin, la película sigue a un oficial de policía heterosexual que acaba casado con el fantasma de un hombre homosexual que busca vengar su muerte.


En esta ocasión les traigo la reseña de una película que, aunque no es de terror propiamente, sí es una comedia de acción con elementos sobrenaturales. Cuando la estaba viendo, pensé que esto era un trabajo completamente de ficción. Sí lo es en términos de historia, pero el hecho de que un ser humano se case con un fantasma es una tradición china que lleva siglos sucediendo. No soy experto en el tema, pero una rápida búsqueda por Internet me dio una gran variedad de ejemplos, razones y formas de hacerlo.

En esta ocasión, tenemos el caso de un hombre homosexual que soñó con casarse, pero su vida llegó a un triste fin antes de que esto pudiera suceder. Tras la legalización del matrimonio igualitario en Taiwán, su abuela y otros miembros de su familia se dieron a la tarea de buscarle un esposo a su nieto, aún cuando esto significara que un extraño tuviese que casarse con alguien del más allá.



La película tiene un gran tinte de comedia, por lo que los temas oscuros de la muerte y las apariciones paranormales se tratan muy ligeramente. De hecho, los efectos especiales que se utilizan para cuando el fantasma (interpretado por Po-Hung Lin) quiere asustar al policía (interpretado por Greg Han Hsu) no están muy bien acabados. También se trata el tema de las posesiones, pero es básicamente un elemento cómico a través del que el fantasma logra que los humanos hagan lo que él quiera.

Algo que definitivamente no se trata ligeramente son los temas de la homofobia y la relación padre-hijo. A primera vista, la familia de Pang-Yu, el fantasma, es bastante abierta y acogedora respecto a la homosexualidad del mismo. Su abuela y el resto de familiares lo aceptan completamente. De hecho, tanto es el asunto que es su abuela quien le busca esposo desde la muerte. El único problema parece ser su padre, interpretado extraordinariamente por Tsung-Hua Tou. Este personaje es muy hermético la mayor parte de la película, pero durante el tercer acto tiene una escena que hace que todos lloremos con él y le queramos dar un abrazo.



El tema de la homofobia cruza inevitablemente a nuestros dos protagonistas; es decir, no es para nada un tema secundario. Como ya lo mencioné, Pang-Yu era un hombre homosexual en vida y experimentó cierta homofobia por parte de su papá. Sin embargo, lo más interesante viene por parte de Ming-Han, el oficial de policía. Este personaje es completamente homofóbico desde el puro principio, refiriéndose a los homosexuales muy despectivamente e incluso discriminando a un compañero de trabajo no solo por ser gay, sino también por ser una persona gorda. De hecho, me hubiese gustado que es personaje gay y gordo interpretado por Yen-Tso Chen se hubiese explorado un poco más porque esa es una parte de la comunidad LGBT que sufre mucha discriminación tanto externa como internamente por su orientación y por su apariencia. Volviendo a la trama, la historia atraviesa profundamente al policía y lo hace cambiar, pero es muy bonito y positivo ver cómo este cambio va dándose progresivamente y no es algo forzado, especialmente para no herir las susceptibilidades del lado más conservador de los espectadores.

Ahora bien, además de cómo estos temas son tratados desde el guion y la dirección, lo que hace que esta película sea increíblemente exitosa es la química que existe entre sus dos protagonistas. Ni el gay "se hace" heterosexual, ni el heterosexual "se hace" gay, no se alarmen. Me refiero a una química de complicidad y amistad. Ambos actores logran que haya chispas en sus dinámicas sin que esto signifique romance. Sí hay una gran variedad de escenas homoeróticas, pero todas acaban siendo partes cómicas o de profundización de personajes, claramente con todo el respeto que el tema amerita.



La historia cuenta con muchos otros personajes que alimentan las partes de acción y crimen, como Lin Tzu-Ching (interpretada por Gingle Wang), Chang Yung-Kang (interpretado por Nien-Hsien Ma) y Hsiao-Ma (interpretado por Cliff Cho). Estos tres actores en particular destacaron mucho en mi opinión, ya que hicieron que sus personajes fuesen de gran interés a pesar de que no tienen muchas líneas en general. Todos participan activamente en las líneas criminales de la historia, las cuales también presentan giros inesperados que pondrán al espectador al borde del asiento comiéndose las uñas.

En general, me parece que Marry My Dead Body es una excelente película que mezcla lo mejor de los mundos de la comedia y de lo sobrenatural. A través de escenas que exploran la masculinidad tóxica y la homofobia, la película es capaz de hacernos reflexionar sobre los micromachismos y la intolerancia respecto a una población que no busca nada más que la tranquilidad al lado de quien les hace felices. La película nos plantea un escenario en el que un fantasma está en el reflector, pero me pregunto cuántas otras personas homosexuales han fallecido a lo largo de la historia por falta de comprensión y no tienen esa oportunidad de hablar respecto a las injusticias que vivieron. Vivimos en una época que poco a poco se abre más a la inclusión de la comunidad sexualmente diversa, por lo que comenzamos a escuchar cada vez más historias de este tipo, pero no debemos olvidar jamás a todas aquellas personas que perdieron la vida por amar.


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