El thriller de horror ofrece una atmósfera, tono y actuaciones que llenan la pantalla, mas su principal falla es la inconsistencia.
FICHA TÉCNICA
Cobweb ("No tengas miedo", Estados Unidos, 2023).
- Dirigida por Samuel Bodin.
- Escrita por Chris Thomas Devlin.
- Cinematografía: Philip Lozano.
- Edición: Kevin Greutert y Richard Riffaud.
- Música: Drum & Lace.
- Fecha de estreno: 21 de julio de 2023.
- Duración: 88 minutos.
- Protagonistas: Lizzy Caplan, Woody Norman, Cleopatra Coleman, Antony Starr.
Calificación: ★★1/2
Tráiler
SINOPSIS
Peter (Woody Norman) empieza a escuchar golpes en las paredes de su cuarto durante las noches. Aunque sus papás (Lizzy Caplan y Anthony Starr) le aseguran que todo es producto de su imaginación, no está convencido de ello. El niño encuentra refugio en su maestra (Cleopatra Coleman), pero pronto se dará cuenta de la horrible realidad que esconden sus padres.
"Cobweb" es la "Barbarian" de 2023. Tiene una casa, un ser que habita entre sus paredes y un sótano tétrico, elementos que bien usados integran una fórmula ganadora. Así sería si no tropezara en momentos clave. Uno termina de verla con sentimientos encontrados porque tiene buen sabor, pero faltó algo para volverla satisfactoria.
Su concepto no es original aunque posee momentos espeluznantes, silencios tensos y actuaciones sólidas, el asunto es que pudo dar más calidad de la que ya ofrece.
HALLOWEEN EN VERANO
La historia se sitúa semanas antes de la festividad que esperan los fanáticos del horror. La cinematografía recuerda el clásico de John Carpenter de 1978: Paisajes urbanos grises, tristes, solitarios, con adornos de la época y calabazas, muchas calabazas. De hecho hace tributo a una escena que todo fanático del filme original de Michael Myers identificará sin chistar. Con ese marco otoñal dan ganas de que la película hubiera salido en octubre y no a finales de julio, ¡eso sí habría estado de maravilla!
"Cobweb" y "Barbarian" tienen una estrecha relación porque comparten el mismo productor, por eso el tráiler de la primera recuerda un poco al sorpresivo éxito del año pasado. Pero ya en el cine, "Cobweb" pronto muestra que va por otro lado; su planteamiento es simple, con una atmósfera que recuerda a "The People Under The Stairs" (Wes Craven, 1991) aunque sin comedia. También tiene sabor a Stephen King, más apropiadamente "The Black Phone" (Scott Derrickson, 2021), la adaptación del relato de Owen King.
LA FAMILIA PEQUEÑA NO VIVE MEJOR
Gran parte de lo bueno del filme lo aporta su reparto: Lizzy Caplan, Anthony Starr y sobre todo el pequeño Woody Norman se toman muy en serio sus papeles. Ella está adquiriendo gusto por personajes atormentados (la joven Annie Wilkes en la serie "Castle Rock", la perturbada Alex de "Fatal Attraction") y aquí hace una sobreprotectora madre. Starr es frío, un hielo, no se le complica sacar primero lo carismático y después lo turbio, como lo hace cuando porta el traje de Homelander en "The Boys". No hay que olvidar a Cleopatra Coleman, cuyo rol queda relegado hasta el último tercio, eso no le resta mérito como la preocupada maestra sustituta que muestra interés por Peter.
Woody Norman, un jovencito que aparenta menos edad de la que tiene (14 años) brilla en su papel de Peter, un tímido niño que al ser acosado en la escuela y recibir una severa "educación" en casa tiene que crecer a la mala, pero lo peor es perder la confianza en sus padres. La trama ataca esos secretos de familia que se ocultan bajo la alfombra esperando nunca se encuentren, y sabemos que cuando eso sucede, cosas malas ocurren.
TEJIENDO EL TERROR
¿Qué más podríamos pedir? Un niño inocente que se siente atrapado, dos padres con extraña actitud, una casa que esconde un secreto y una historia ubicada en la época más tenebrosa del año. Por si fuera poco, sus emociones y sustos se reparten astutamente, incluso hay un sorprendente elemento de home invasion.
El director Samuel Bodin rescata el tenebroso estilo visual que utilizó en "Marianne" (2019), serie de Netflix cuya cancelación luego de una temporada aún duele, y lo combina con un ritmo donde se respira la tensión.
Hay escenas sin diálogo ni sonido que son un portento, y aunque así parezca en su tráiler, la película no vive del jumpscare continuo porque son contados, aparecen en el momento justo y los que hay están bien trabajados. El espectador descubre los secretos de esta familia en medio de momentos de terror creíbles, impactantes, que preceden la aparición de algo devastador.
Suena bien, ¿verdad? Pero como indica una de las premisas de la película, las apariencias engañan.
¡CRASH!
Todos estos aspectos positivos se saborean, se viven intensamente, lástima que no sean contundentes porque dentro de lo atrapante de la trama, hay frustrantes momentos de irregularidad que rompen la tensión. Al final de una escena o durante una transición entre ellas, se siente que el ritmo se pierde y el suspenso acumulado se escurre como agua. El tono del filme se recupera en la siguiente escena, hasta que aparece otro cambio donde se vuelve a perder. Confuso, pero cierto.
EFECTOS AFECTADOS
Esos detalles se resienten más en el departamento de efectos especiales. La última parte es frenética, uno como espectador está dispuesto a pasar por alto las inconsistencias acumuladas porque el infierno se está desatando, pero el clímax se ve afectado por el CGI, se usa poco, pero caray, ¿por qué no se usaron efectos prácticos? Para el caso, mejor no mostrar nada y dejarlo a la imaginación. Hay momentos en que una producción con presupuesto bajo debe reconocer sus limitaciones, no enseñar de más y compensar eso con algún giro inesperado o actuaciones. El problema es que el CGI no es convincente y en vez de provocar impacto o miedo genera decepción, arruina el momento. Para rematar, la última escena da escalofríos pero se corta de manera abrupta, sintiéndose apresurada, precipitada. Lo que pudo ser una película destacada termina dejando un sabor amargo porque tenía todo para ser una experiencia entretenida.
EN RESUMEN...
"Cobweb" tiene destacados aspectos positivos, lástima que no cierren tan contundentes. Esos momentos de sorpresa y estremecimiento se pierden; lo que se sentía fresco, o al menos satisfactorio palidece, se queda a medias y lo que parecía estar bien hecho queda en una experiencia incompleta, dejando con ganas de más. La oportunidad para entregar algo tan entretenido como "Barbarian" con un tono más oscuro estaba ahí, pero su potencial se queda corto. No es un desperdicio total, aunque sí una oportunidad fallida que se queda cerca, muy cerca de ser efectiva.