A Time to Kill (Tiempo de Matar en español) es una película estadounidense de drama y crimen que se estrenó en 1996. Dirigida por Joel Schumacher, basada en la novela homónima de John Grisham y protagonizada por Matthew McConaughey, Samuel L. Jackson, Sandra Bullock y Kevin Spacey, la película se centra en un abogado caucásico que representa y defiende a un hombre afrodescendiente que asesinó a dos hombres blancos que abusaron sexualmente y casi asesinaron a su hija de diez años.
Esta película no es de terror, pero, además de tratar sobre un asesinato doble, contiene varias secuencias oscuras y dignas de ser tratadas como suspenso o misterio. A pesar de que la película está basada en una novela de ficción, esta bien pudo haber ocurrido en la vida real. No he leído el libro, por lo que me referiré tan solo a lo que pude ver en la película. Esta nos ubica probablemente en los años 80 en Mississippi, una comunidad en la que no solamente todavía los negros viven aparte de los blancos, sino que también hay indicios de que el Ku Klux Klan todavía vive. Una verdadera historia de terror, sin ser de terror, que se vive entre un grupo de supremacistas, injusticias legales y un gran peligro latente que afecta a todos los que se relacionan con el caso de alguna forma u otra.
A mí la película me gustó bastante, pero sí tuve ciertos problemas con ella. La película comienza siendo una cosa, luego pasa a ser otra y al final une las dos cosas, lo cual es un poco arriesgado y me parece que al final sí funciona, pero dada la larga duración de la película, en la mayor parte de ella nos mantenemos a la expectativa de cuándo retomaremos la historia inicial. Al principio, todo trata sobre un padre de familia que asesina a los violadores de su hija, pero eso es tan solo 30 minutos (aproximadamente), mientras que el resto de la película es sobre cómo un abogado caucásico lleva el caso y también se ve afectado por él. Para ser una historia, en principio, de las injusticias vividas por la comunidad afrodescendiente en Estados Unidos, el personaje de Samuel L. Jackson aparece muy poco. En otras palabras, me parece que la película intentó establecer un punto antirracista, pero rápidamente se vuelve un poco racista al usar a los blancos para contar una historia de negros.
Pero no me malinterpreten, esto ocurre más que todo en cómo el guion aborda las temáticas y en cómo divide el tiempo en pantalla de los personajes. En realidad, es una buena película que nos hace reflexionar sobre diversos temas, como el racismo institucionalizado, nuestra indiferencia sobre el él y, en mi opinión lo más central de la película, qué estaríamos dispuestos a hacer por las personas que nos importan, como nuestros hijos e hijas.
Sí, de cierta forma el punto principal del abogado defendiendo a este padre de familia es que él asesinó a dos hombre blancos por haberle hecho daño irreparable a su hija de diez años. Yo no sé si un crimen justifica un crimen, ya eso depende de cada lector, pero en el discurso final del abogado, interpretado por Matthew McConaughey, se nos cuestiona nuestra moral: en la mayor parte de los casos, cuando un padre o una madre de familia hace lo que sea por salvar o vengar a sus hijos, está bien, pero cuando son personas negras algunos se posicionan en contra e inmediatamente los ven como criminales.
Cambiando un poco de tono, hubo otro aspecto de la película que no me gustó. ¿Qué está haciendo el personaje de Sandra Bullock aquí? No sé si en el libro tiene más relevancia, pero aquí se presenta como una mujer adinerida, con un gran ego y que quiere tener un amorío con el personaje de McConaughey. Fuera de eso, en realidad su personaje pudo haberse omitido por completo y absolutamente nada en la película hubiera cambiado y, es más, pudo haber durado mucho menos. De vez en cuando su personaje se encarga de buscar alguna información para el juicio, pero todo es completamente innecesario y estos pequeñísimos aportes pudieron haber sido realizados por otro personaje secundario o el mismo McConaughey.
Las actuaciones en general están muy bien, con especial énfasis en Matthew McConaughey y Samuel L. Jackson. Sin embargo, Sandra Bullock puede que no haga un mal trabajo, pero como ya lo mencioné, su personaje no tiene ni pies ni cabeza. Por otro lado, el personaje de Kevin Spacey está bien planteado como villano, pero es el trabajo actoral de Spacey el que lo hace un poco caricaturesco, además de tener un acento sureño completamente forazo y, por ende, forzado.
En general, me parece que A Time to Kill es una interesante película, principalmente para analizar la verdadera historia de terror que viveron y siguen viviendo las personas de la comunidad negra en Estados Unidos bajo un paraguas legal y político. Definitivamente se trata también de una película que, a través de confrontaciones morales entre Joel Schumacher y los espectadores, se nos cuestiona un asunto muy importante: ¿qué haría usted si, bajo este contexto de segregación racial, dos hombres caucásicos claramente privilegiados abusan sexualmente de su hija y probablemente van a quedar libres solo por el color de su piel?