Serie antológica de AMC iniciada en 2018, con una segunda temporada en 2019 titulada “The Terror: Infamy”, y que cuenta con Ridley Scott entre sus productores ejecutivos. El programa nos muestra el lado más siniestro del ser humano apoyándose en hechos verídicos y con lo sobrenatural como factor clave.
La primera entrega está basada en el libro homónimo de Dan Simmons y en la fatídica misión del Capitán Sir John Franklin a mediados del Siglo XIX. Esta expedición de la Marina Real británica fue enviada al Ártico en busca de un paso por el Noroeste que conecte los océanos Atlántico y Pacífico, pero sólo encontró un trágico y misterioso final.
El show nos enseña cómo la tripulación del HMS Erebus y el HMS Terror se enfrenta al clima desfavorable, la falta de suministros y a una extraña criatura - llamada “Tuunbaq” por los esquimales inuits - que pondrá en grave peligro sus vidas. En un camino que los lleva lentamente a la locura y la desesperación. Con Jared Harris, Tobias Menzies y Ciarán Hinds entre sus principales estrellas.
Mientras que la segunda aborda las dificultades que sufre una comunidad japonesa en California por la creciente xenofobia en la sociedad estadounidense, debido a los enfrentamientos en la Segunda Guerra Mundial entre ambos países. Con especial atención en la familia Nakayama, que además debe lidiar con el tormento de un vengativo ser demoníaco.
Esta temporada cambia radicalmente su contexto y tiene como principales sucesos históricos al ataque a la base de Pearl Harbor y el estallido de la bomba atómica en Hiroshima. Mostrando un punto de vista diferente y no tan idealizado de lo que fue la Segunda Guerra. Combinando esta propuesta con lo paranormal en un cóctel que resulta muy interesante. Con Derek Mio, Kiki Sukezane y Cristina Rodlo entre sus protagonistas.
Lo que hace recomendable a “The Terror” es que trata de mostrarnos en profundidad las motivaciones de sus personajes y el contexto en el que se mueven, para que podamos empatizar con ellos y queden bien marcadas sus personalidades. Sosteniéndose en gran parte por el buen trabajo de sus actores, especialmente en la primera temporada.
Sin olvidar que también goza de un apartado visual muy acertado a la hora de representar los ambientes y climas en cada entrega. Como se puede ver en la primera temporada, donde casi podemos sentir el agobiante frio del Polo Norte. Mientras que en la segunda se aprecia un especial cuidado en representar el limbo del que proviene el ente denominado “Bakemono”.
Ambas temporadas tienen algo más en común: el choque entre dos culturas distintas. Esto puede apreciarse mucho más en “The Terror: Infamy”, donde hay distintos desencuentros entre las creencias del pueblo japones, mexicano y estadounidense. Estos cruces influyen en las vidas de los personajes y en algunos casos los encamina hacia un destino fatal.
La serie aborda las inseguridades y las luchas internas que atraviesan los protagonistas, siempre señalando el difícil entorno en el que viven. En la secuela de 2019 vemos las complejas situaciones que atraviesa Chester, Luz y su familia a causa de su religión, el lugar y la época en que viven.
Estas realidades son desbaratadas por las apariciones de las criaturas sobrenaturales, que a su vez ayudan a desarrollar el argumento y entrar en un nuevo mundo donde cualquier cosa puede pasar. Dejando de paso un certero mensaje en ambas temporadas: que el ser humano es capaz de las mayores crueldades con tal de sobrevivir o vencer al enemigo.
Por todo lo dicho y más, no puedo dejar de recomendar el visionado de esta serie. En especial si les gusta el terror y el suspenso, ya que logra muy buenos momentos de angustia y tensión a lo largo de sus episodios. Sin olvidar que sus efectos especiales gozan de buena calidad y no se ven forzados.
Como también desarrolla de manera muy sobria el trasfondo de sus personajes y no cuenta con capítulos de relleno o de tramas que sobren, va a lo que importa y lo narra visualmente de gran manera. Por lo que posiblemente será un producto que no los dejará fríos si le dan una oportunidad.
Nota por Luis Martin.