El Oscuro Poder de la Imaginación: Reseña de The Innocents (1961)

 

Calificación: ★★★★★

The Innocents (conocida como Posesión Satánica en Hispanoamérica y ¡Suspense! en España) es una película británica de terror dirigida por Jack Clayton y protagonizada por Deborah Kerr, Martin Stephens, Pamela Franklin y Megs Jenkins. La película, estrenada en 1961, sigue a una joven institutriz de dos niños que se convence de que la casa y los niños están poseídos.

Esta película está basada en la novela The Turn of the Screw (Otra Vuelta de Tuerca en español), escrita por Henry James en 1898. Hemos visto a través de los años varias adaptaciones (unas más fieles que otras) de este material, como la ópera de Benjamin Britten, los ballets de Luigi Zaninelli y Will Tucket, las adaptaciones a teatro de Harold Pinter, Jeffrey Hatcher y Rebecca Lenkiewicz y las películas The Nightcomers (1972), Presence of Mind (1999), In a Dark Place (2006), The Others (2001) y The Turning (2018), además de la famosa serie de Netflix, The Haunting of Bly Manor (2020). Indudablemente se trata de un material bastante codiciado en su más de un siglo de existencia y, de alguna forma u otra, ha influido innumerables trabajos de terror (especialmente los de índole gótica).



Personalmente, esta es una de mis películas favoritas (en general) y definitivamente es la que más me gusta del género de terror. Desde que me topé con la novela hace ya varios años, esta historia me ha deslumbrado una y otra vez. Ya perdí la cuenta de las veces que he visto The Innocents, pero cada vez que la veo, descubro algo nuevo.

Existen múltiples diferencias entre el material original (la novela) y la película, especialmente porque la película se basa en una de las adaptaciones a teatro y no en la novela directamente. No voy a centrarme en este aspecto porque me parece mucho más interesante que lean la novela y descubran las diferencias por sí mismos, pero en pocas palabras las diferencias radican en que, en el libro, la mansión Bly está infestada por fantasmas, mientras que en la película vemos fantasmas, pero todo se explica desde la psique del personaje principal.

Ambas perspectivas me parecen dignas de admirar. La versión original es un poco más "tradicional" en el sentido de que vemos fantasmas habitando un espacio y a una mujer sufriendo sus avistamientos. Por otro lado, en la película vemos a una mujer que comienza a ver fantasmas a raíz de su represión sexual y puritanas actitudes. De cualquiera de las dos formas, el material nos invita a dialogar profundamente sobre estos temas: ¿es posible generar un infierno en otras personas a raíz de la contensión y del auto-engaño?



Centrémonos ahora en la película propiamente. La fotografía en The Innocents es extraordinaria por dos factores: primero, se grabó en CinemaScope, lo cual hizo que la película se hiciera más "larga" a la vista y se pudieran incluir detalles a los lados de las tomas, tanto para aportar en la atmósfera de la mansión Bly, como para generar sustos en el público; segundo, a pesar de la amplitud de las tomas, Clayton logró generar una especie de intimidad entre los actores y el público al establecer acercamientos de los actores al lente. El primer aspecto es especialmente interesante porque esta es la época en la que los televisores en casa se popularizaron, entonces, en respuesta a esto, los estudios cinematográficos comenzaron a grabar sus películas con este formato para dar una mejor calidad de imagen en el cine. Por otro lado, el segundo aspecto podría sonar un poco extraño (¿cómo se puede generar intimidad en un plano tan amplio?), pero en realidad el director lo logró al mezclar diferentes tomas una sobre la otra y, además, al colocar la cara de uno de los actores tan cerca del espectador que este es capaz de sentirse hasta en sus pies.

La dirección de Jack Clayton es clarísima (en el buen sentido). Apoyado en un guion adaptado por William Archibald, Truman Capote y John Mortimer, Clayton logra eficazmente asustarnos con una historia gótica llena de suspenso. Con el uso de aspectos técnicos como los anteriores y de simbología por todas partes, el director nos cuenta esta novela de hace más de cien años con una aproximación mucho más psicológica y arriesgada. De hecho, no digo que no existiesen películas con tintes psicológicos anteriormente, pero la forma en que se tratan los temas de lo paranormal y la sexualidad en esta película se asemeja a como ahora, en pleno siglo XXI, tocamos estos temas.



Anclándome a este último aspecto, esta película podría ser un poco difícil de digerir. Enfoquémonos en sus temas. Para no cansarlos con el cuento, tenemos a una institutriz sin experiencia previa con una afición por los niños que comienza a convencerse a sí misma de que los niños bajo su cuido están poseídos por los espíritus "sucios" y "sexosos" de dos trabajadores antiguos de la propiedad. Además, no quiero revelar detalles específicos por si alguien no la haya visto, pero la relación de la institutriz (Miss Giddens) con el niño (Miles) es bastante cuestionable desde el puro principio. Es muy interesante ver cómo esta historia se desarrolla porque, a medida que se va enredando más la trama, vemos cómo Flora (la niña) comienza a traumarse, Miss Giddens comienza a transformarse rápidamente en Miss Jessel (la institutriz anterior que se suicidó por amor) y Miles comienza (o no) a transformarse en Peter Quint (el trabajador de la propiedad que falleció y tenía un amorío con Miss Jessel).

Sin hablar de un acto específico, ya pueden sacar sus propias conclusiones. La tensión entre estos personajes es bastante cuestionable. ¿Es Miles un preadolescente muy precoz y con una fijación por las mujeres mayores? ¿Es Miss Giddens una mujer mentalmente perturbada y pedófila? ¿Los niños verdaderamente están poseídos por los espíritus de estos susodichos amantes o todo ocurre en la reprimida y retorcida mente de Miss Giddens? La película no da una respuesta espeçifica a ninguna de estas preguntas, por lo cual me parece excepcionalmente sabia. No hace falta posicionarse de un lado ni del otro, ya que el terror de la cuestión radica en el desconocimiento, en lo que no se entiende, en las dudas, en lo oscuro.



Las actuaciones del elenco son fenomenales. En realidad se trata de un elenco bastante reducido liderado por Deborah Kerr quien, según se dice, da aquí su mejor trabajo en toda su carrera (no puedo asegurarlo porque no he visto toda su filmografía). Sí me parece que juega muy bien su rol, especialmente porque Miss Giddens es un personaje muy complejo, lleno de ambigüedades e interrogantes. Megs Jenkins interpreta a Mrs. Grose, el ama de llaves. Esta mujer es completamente lo opuesto a Miss Giddens, ya que más bien habla desde una posición bastante objetiva, centrada, enfocándose en hechos y sin dar paso a la duda. Los niños también hacen un muy buen trabajo, más si tomamos en cuenta el hecho de que el director nunca les contó la película al 100% y solamente sabían lo que tenían que aprenderse un día antes, por lo que cualquier reacción terrorífica fue algo meramente casual y fugaz. La película también cuenta con una pequeña participación de Michael Redgrave al inicio de la película como el tío de los niños y el empleador de Miss Giddens. Su rol se reduce a solamente una escena, pero colabora a establecer efectivamente el tono y la atmósfera de la película.

Sin duda alguna, uno de los tributos más grandes que nos dejó The Innocents propiamente (es decir, solo la película, no el libro ni las obras de teatro) es la canción O' Willow Waly, la cual, además de abrir la película y erizarnos la piel, también pudimos escuchar en The Haunting of Bly Manor, La canción también puede verse desde varias aristas, pero a mí me parece que combina perfectamente con la historia porque se trata de una persona cantando mientras muere; sin embargo, a la vez que muere, se queda. En su lecho de muerte, melancólicamente confiesa cómo su objetivo es quedarse bajo el árbol esperando a su amor. Aunque esta no es la historia de ningún personaje en la película, sí se trata de una historia típica del terror gótico y que encaja fenomenalmente en esta historia.



En general, The Innocents me parece una película bastante arriesgada si tomamos en cuenta que se estrenó en 1961, pero que adapta muy bien el terror gótico de Henry James. Su perspectiva puede ser un poco distinta a la del material original, pero de igual forma se logra establecer un mundo cerrado, hermético y oscuro en la mansión Bly, un lugar donde las paredes escuchan, algunos cuartos son bosques, los fantasmas se quedan y el tiempo nunca pasa.

A continuación, les comparto el tráiler:


A continuación, les comparto la película completa:


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