Ya se esperaba que la película no fuera perfecta , pero su irreverente y original premisa no logra cubrir varios aspectos.
FICHA TÉCNICA
"Winnie-the-Pooh: Blood and Honey" (Reino Unido-Estados Unidos, 2023).
- Escrita y dirigida por Rhys Frake-Waterfield.
- Basada en los libros de Winnie-The-Pooh, escritos por A. A. Milne, e ilustrados por E. H. Shepard.
- Duración: 100 minutos.
- Fecha de estreno: 26 de enero de 2023 en México; 15 de febrero en Estados Unidos.
- Protagonistas: Nikolai Leon, Craig David Dowsett, Chris Cordell, Maria Taylor.
Calificación ★★
Tráiler
SINOPSIS
Luego de cinco años, Christopher Robin (Nikolai Leon) regresa al Bosque de los 100 Acres para reencontrarse con Winnie-The-Pooh y sus amigos de la infancia, quienes al quedar en el abandono se han vuelto feroces y sanguinarios. María (María Taylor), una joven que viaja a la floresta buscando recuperar la tranquilidad, experimentará junto a sus cuatro amigas la furia y rencor que Pooh (Craig David Dowsett) y Piglet (Chris Cordell) han acumulado.
Desde que se anunció su producción en enero del año pasado, se sabía que "Winnie-The-Pooh: Blood and Honey" cambiaría la imagen del tierno personaje, conocido gracias a las producciones de los estudios Walt Disney, en una criatura resentida, sedienta de sangre y venganza. Quienes crecieron con el mensaje de amistad, inocencia e imaginación que transmiten las historias del dulce osito protestaron ante la mera idea de verlo sostener un mazo en vez de un tarro de miel.
Luego de llegar a las salas de cine mexicanas, en YouTube se generaron reacciones donde la calificaron como "mala", "horrible", "asquerosa" y hasta hay quienes dicen "no la vean".
Tales comentarios sirven como parámetro, será hasta su estreno en Estados Unidos y el resto del mundo cuando se adopte una recepción general sobre el filme, pero en mi humilde opinión como espectador y aficionado al cine de horror, puedo decir que "Winnie-The-Pooh: Blood and Honey" se disfruta si uno está dispuesto a dejarse llevar por su propuesta, pero aún así queda a deber.
ES MALA, ¿¡Y!?
Cierto, la película no es una joya, su guión no sigue una trama definida, las actuaciones son pésimas... ¿Y? Eso no impide reírse o hasta carcajearse, quizá la suma total de sus elementos no entregue un producto tan destacado técnica o argumentalmente, pero más allá de las duras críticas y su resultado en pantalla, la película es entretenida al reinventar este personaje, aprovechando su ya conocida situación de haber pasado al dominio público.
ÉRASE UNA VEZ...
Inicia con un sencillo prólogo animado, como trazado a lápiz, que pone al espectador en contexto al contar cómo Christopher Robin (Nikolai Leon) conoció a Pooh y sus amigos; al mismo tiempo, se les da un origen explicando su procedencia y aspecto antropomorfo. Muy discretamente se infiere una referencia hacia la humanización de los animales, actitudes como vestirlos, pasearlos en carriola, celebrarles con grandes fiestas, etc.; no critica el tema porque no lo profundiza, pero es una idea implícita que no debería pasar inadvertida. También muy mal Christopher Robín en cuidar a unas criaturas y así, de buenas a primeras, abandonarlos a su suerte, otra observación implícita que no trata de moralizar.
El gran acierto es poner a este WInnie-The-Pooh no como un psicópata disfrazado, sino que en verdad es el personaje de las historias de A. A. Milne que ha pasado por un suceso traumático. Reducirlo a un loco perturbado hubiera sido algo sin gracia y restado atractivo a la película.
NO PASAN DE MODA
Después conocemos a María (María Taylor), quien ha vivido una traumática experiencia que ha acabado con su tranquilidad y por ello decide pasar un tiempo cerca del bosque junto con unas amigas. Desde luego, su estadía está repleta de clichés del subgénero slasher: aislamiento total y absurdo, el típico "¿Hello?" cuando lo que se debe hacer es salir corriendo, la demostración gratuita de piel, entre otros escenarios repasados en infinidad de películas que no por eso dejan de ser efectivos... Ni repetitivos.
La trama principal se desarrolla en una sola noche, por lo que la iluminación se basa en claroscuros que ayudan a ocultar la obviedad de las máscaras, efectos prácticos y al mismo tiempo dan un ambiente tenebroso; irónicamente la oscuridad se vuelve enemiga de la película al haber partes donde no se aprecia bien lo que sucede.
Andrew Scott Bell se encargó de musicalizar el filme utilizando un violín que durante un año sirvió como colmenar. La anécdota resulta pintoresca para el filme y completa la atmósfera siniestra; quizá no se pueda distinguir el sonido de un violín convencional al especial que se usó, pero en conjunto la musica es de lo más destacado.
"WINNIE-THE-TERMINATOR"
Cuando Pooh y Piglet inician el baño de sangre, entre la oscuridad del filme y que después de dar el golpe letal se corta la toma, la muerte de la víctima queda fuera de cuadro. Donde la primera "Terrefier" (Damien Leone, 2016) acertó mostrando cómo Art el payaso parte en dos a una víctima, Piglet arruina el momento de destrozar una cabeza con un mazo rematando a su presa en el agua.
Hay otro instante donde Pooh entra súbitamente en modo Terminator luego de ser golpeado como piñata y en otros da rienda suelta a su furia, pero el resultado apenas se aprecia. El osito está enojado, pero en ocasiones su sadismo solo queda insinuado, no demostrado, y cuando su rabia se desata en el brutal desenlace da pie a una secuela (ya confirmada por sus creadores), pero deja esta película sin resolución y arruina su clímax.
VEREDICTO
"Winnie-The-Pooh: Blood and Honey" toma un personaje amistoso para darle un giro siniestro que en teoría suena bien, pero falla al momento de ser trasladado a la pantalla porque, dentro de su arriesgado concepto, le faltó llevar la sátira y comedia negra a niveles atrevidos.
Hay instantes donde se disfruta la perversión del personaje, pero faltó un movimiento más creativo que hubiera conectado el home run con el que la multitud se hubiera vuelto loca al final de la novena entrada.
Estuve en una sala donde la gente reía y eso es señal de que la película no es tan mala, es su gore insinuado y la seriedad con que toma su trama (cuando debió burlarse de sí misma) lo que tambalea la idea del oso adorable vuelto psicópata .
¿A dónde nos llevará este WInnie-The-Pooh en su nueva aventura? Ojalá siga por el rumbo siniestro que muestra aquí pero con más picardía y brutalidad (a fin de cuentas es un oso), porque su concepto puede ser más divertido de lo que es y muchos odiaríamos verlo perderse en el bosque.
Este marzo veremos a otro plantígrado vuelto loco en "Cocaine Bear", ¿superará a Pooh en brutalidad? Esperemos que sí.
