El torture porn, el regreso de Freddy, Jason y Leatherface, y un fenómeno llamado "Paranormal Activity" dejaron su huella en el género para darle nuevas formas y narrativas.
Continuación de "Terror en el Siglo XXI (I): Zombies y miedos de guerra (2000-2004)"
¡Encuéntralo aquí!
Tráiler
Saw (2004)
Enero de 2004 abrió con "Saw", largometraje que reintrodujo la violencia y sangre extrema del cine splatter de los 60s y 70s; el miedo ya no se proyectaba hacia lo desconocido o sobrenatural, sino al dolor que un ser humano podía infligir a otro.
"Saw" triunfó al ser un filme de horror con elementos de thriller y suspenso que proyectó a su director, James Wan (de 27 años en ese momento), como el máximo exponente del cine de terror moderno. Wan produjo las nueve secuelas que van de su película, cinco de ellas fueron lanzadas entre 2005 y 2009, y formaron parte de un nuevo subgénero: el torture porn.
El crítico estadounidense David Edelstein, considerado entre los mejores que hay, acuñó el término en 2006 al utilizarlo por primera vez en su nada positiva reseña sobre "Hostel", de Eli Roth, que llegó a cines en enero de ese año. La palabra "tortura" resurgió meses antes durante las acciones militares de Estados Unidos y obviamente implicaba el uso de violencia física para someter, pero también significó vigilancia y persecución por parte de la autoridad sobre el individuo. El Gran Hermano siempre omnipresente.
APORTACIÓN EUROPEA
En este punto no se puede dejar de mencionar al llamado Nuevo Extremismo Francés, surgido a finales de los 90 y que entre 2000 y 2009 impactó con su brutal contenido explícito. En 2001, "Trouble Every Day" (Claire Denis), "Dans ma peau" (Marina de Van) y "The Pornographer" (Bertrand Bonello), marcaron la pauta para la llegada de "Haute Tension" (Alexandre Aja, 2003), "À l'intérieur" (Julien Maury y Alexandre Bustillo, 2007), "Martyrs" (Pascal Laugier, 2008) y otros títulos que, con una intención más allá de horrorizar, buscaban transgredir al público con propuestas profundas pero atrevidas.
Clip
Dog Soldiers (2002)
"Cazados"
Fuera del cine hollywoodense, el Reino Unido aportó "Dog Soldiers" (2002) y "The Descent" (2005), ambas dirigidas por Neil Marshall. La primera presentó a un grupo de militares británicos enfrentando a hombres lobo; "The Descent" mezcló supervivencia y horror con un grupo de amigas aficionadas a la espeleología que huyen de humanoides caníbales.
España dejó su huella gracias a "Rec" (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007), otro acercamiento a los zombies que adoptó el formato cámara en mano para contar la terrorífica odisea de una reportera y su compañero, atrapados en un edificio donde se esparce un virus. Su éxito fue tal que construyó una franquicia con su secuela de 2009, y un año antes Hollywood estrenó su poco interesante remake al tratarse de un duplicado toma por toma. También el J-Horror cautivó a Occidente, como vimos en el número 46 de Mundo Hazard.
Tráiler
Freddy vs. Jason (2003)
LA ERA DEL REMAKE
El destino quiso que en 2003, tres pesos pesados del cine slasher volvieran a las marquesinas. En agosto, tras 10 años de ser sugerido al final de "Jason Goes to Hell: The Final Friday" (1993), por fin se dio el esperado duelo entre Freddy Krueger y Jason Voorhees; dos meses después fue estrenada "The Texas Chainsaw Massacre", nueva versión del clásico de Tobe Hooper de 1974. El resultado de ambos filmes quedó lejos de las expectativas de crítica y público pero triunfaron en taquilla, es lo que importa, ¿no?
Freddy, Jason, Michael Myers y Leatherface obtuvieron nuevas películas en forma de remakes, mientras la primera década del 2000 se acercaba a su fin; Pinhead y Hellraiser también siguieron vigentes, aunque sus dolorosos placeres llegaban en formato casero. El cine slasher se negaba a morir a pesar de las nuevas formas de aterrorizar al público, y el periodo significó actualizar títulos pertenecientes a otras épocas: "The Fog" (1980/2005) "House of Wax" (1953/2005), "The Amityville Horror" (1979/2005), "Black Christmas" (1974/2006), "The Hills Have Eyes" (1977/2006)... El remake a la orden del día.
Tráiler
Paranormal Activity (2009)
CÁMARA CAZAFANTASMAS
Luego de estrenarse en 2007 durante el Screamfest Horror Film Festival y de unos cuantos cambios hechos por Paramount Pictures, la poseedora de sus derechos, "Paranormal Activity" llegó a cines en 2009 para volverse un fenómeno taquillero que recaudó poco más de 193 millones de dólares en el mundo. Filmada por el israelí Oren Peli con costo aproximado de 240 mil dólares (15 mil de ellos usados para su producción), generó seis secuelas, un spin-off japonés y hasta un videojuego. Su éxito se basó mezclando el falso documental, el pietaje encontrado y la cámara en mano.
Motivados por su bajo costo, grandes y medianos estudios, así como realizadores independientes, buscaron imitar el impacto de "Paranormal Activity", pero de la avalancha de títulos surgidos solo unos cuantos presentaban propuestas interesantes: "The Poughkeepsie Tapes" (John Erick Dowdle, 2007), "Cloverfield" (Matt Reeves, 2008), "Lake Mungo" (Joel Anderson, 2008), entre ellos. La saturación del subgénero, sin embargo, contribuyó al surgimiento del formato screenlife, popularizado en la siguiente década.
PRESIONA "PLAY", ¡Y DISFRUTA!
Retomando nuestra pregunta inicial: ¿tiene la primera década del 2000 argumentos para ser considerada la mejor en la historia del cine de terror? La respuesta se reduce a un mero gusto personal; yo prefiero la de los 80s, pero por contribuir con nuevos subgéneros, innovaciones tecnológicas y ofrecer clásicos modernos, los 10 primeros años de este siglo tienen un encanto que no tienen otras épocas.
A quienes gustan de este periodo les sugeriría que, cuando escuchen a sus detractores decir que es la peor época para el cine de horror, no intenten convencerlos de lo contrario, ¡todo es cuestión de gustos! Mejor disfruten alguno de sus títulos; bueno o malo, es un filme perteneciente a la era donde se cimentaron las bases para las películas que vemos hoy en día.
