Reparto:
Narendra Singh Dhami, Seo Ye-ji, Jin Seon-kyu, Bo-ra Kim, Cha Yub.
Fecha de estreno: 15 de agosto de 2019
Director: Kim Jin-won
Guion: Kim Jin-won
País: Corea del Sur
Sinopsis:
Una aspirante a director Mi Jeong, busca una película que se dice que fue hecha por un fantasma. Durante su búsqueda se encuentra con Jae Hyeon, el verdadero director de la película.
Entre la inmensa cantidad de elementos que pueden ser adaptados dentro del género de terror se encuentra la tecnología, tan cotidiana en nuestras vidas e inofensiva, resulta un ingrediente de peso y muy funcional para generar miedo en la pantalla; por señalar algún ejemplo, a todos nos ha tocado escuchar acerca de la mal llamada “niña del pozo”, atribuido al personaje de Sadako en la versión japonesa y Samara en la estadounisense, pero a fin de cuentas un espíritu que utiliza una cinta de video para proyectarse.
Muchas películas han intentado replicar esta técnica. En esta ocasión, “Warning: Do not Play” es una producción surcoreana que se apoya en estos elementos para narrar su historia. La trama nos presenta a Mi Jeong, una directora amateur que se centra sobre todo en cine de terror, y que en medio de un bloqueo creativo escucha los rumores de cierta película que se dice fue filmada por un fantasma.
Con un comienzo muy calmado pero preciso, la película pone rápidamente al espectador en situación. La primera escena muestra el estilo de terror que presentará la película, eliminando así cualquier sorpresa venidera; podría considerarse un error de cara a mantener el suspenso, pero es un recurso intencional por parte del director para sentar las bases de lo que pretende mostrar desde el principio. Una vez acomodados en la silla y teniendo claro a donde nos dirigimos, la película replica un estilo que ya presentaron muchas cintas con anterioridad; la más similar, a mi parecer, sería “1408” del 2007. ¿En que se basa este estilo? En generar grandes cantidades de suspenso a la vez que cierras la imaginación del espectador a tal punto que no sabe qué esperar. En este caso, se logra cuando, durante gran parte de la película, nunca se muestra la cinta maldita, pero se insiste continuamente en que no debe ser vista; haciendo que la imaginación del espectador haga todo el trabajo. Esto logra que la curiosidad que presenta la protagonista sea transmitida al público, en una mezcla de ansiedad y expectación hacia la mencionada cinta.
Si tuviera que comparar esta película con un platillo, diría que se coció elegantemente a fuego lento, pero no fue correctamente condimentada. Una vez logrado el objetivo de crear curiosidad y atraer la atención, insiste de forma ineficiente en lo mismo. Cuando por fin comienza a mostrar todos los secretos que escondía, es tanta la información que termina volviéndose demasiado caótica y difícil de seguir. Además, el problema con el estilo antes mencionado, es que si la conclusión de tantos minutos a la intemperie, no llega al listón en el que el suspenso había colocado tus expectativas, se vuelve decepcionante.
Los elementos paranormales carecen de identidad propia. Visualmente si, son aterradores, pero no basta solo con eso, tiene que conectar y atacar el sentimiento de seguridad del espectador, y en esto falla completamente; y recurre desesperadamente a los jumpscares o a “movimientos de contorsionista” que miles de veces hemos visto.
En cuanto a la técnica, considero que la película se defiende lo suficiente. Combina elementos de metraje encontrado que la vuelven entretenida a la vista. Uno de los detalles más destacados del director, es la gran cantidad de sonido ambiente utilizado; generando un mayor envolvimiento sonoro y una mayor representación de la escena. Sin embargo, y esto es mi opinión personal, el insistir constantemente en plasmar la respiración de los personajes consigue ponerme nervioso, y no en el buen sentido.
En resumen, se trata de una película que intentó con algo de suerte, crear una historia de fantasmas con algunos elementos propios, pero que se pierden en medio del desorden del guion para mostrarlos. Falla por no poder controlar y darle orden todo lo que en un primer momento había logrado crear. Es destacado, sin duda, la incursión, lenta pero con calidad, del cine surcoreano dentro del género de terror; y a pesar de que muy probablemente “Warning: Do Not Play” no será recordada ni mucho menos por su calidad, si que entra en esa lista de producciones que poco a poco van elevando al cine surcoreano de terror.
