Racismo a Través de Terror Psicológico: Reseña sin spoilers de "Get Out" 2017


Get Out (titulada “¡Huye!” en español) es una película estadounidense de terror psicológico que se estrenó en las salas de cine el 24 de febrero de 2017. Esta película fue escrita y dirigida por Jordan Peele y protagonizada por Daniel Kaluuya y Allison Williams. 

Esta película se centra en la vida de un hombre afrodescendiente que tiene una novia caucásica. La pareja interracial decide visitar a los padres de ella por un fin de semana sin que ellos sepan que él es negro. A partir de su llegada a la casa de sus suegros, el hombre comienza a percibir que hay algo extraño con la familia y con el resto de afrodescendientes presentes en la propiedad. 



Get Out vino de la nada y llegó para quedarse. Sin duda alguna se trata de una propuesta cinematográfica muy bien analizada, desarrollada y lograda, habiendo sido nominada a los premios Oscar a pesar de pertenecer al género de terror. La película fue nominada a Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor Principal y ganó el Oscar a Mejor Guion Original. Por un lado, es sorprendente porque se trata de una película de terror, las cuales son conocidas por ser mayoritariamente olvidadas en estas premiaciones; no obstante, por otro lado, se trata del debut directoral de Jordan Peele y logró posicionarse como uno de los directores más visionarios, críticos y reflexivos de los últimos años. 

En general, si me lo preguntan (y lo sabrán si han leído alguna otra de mis reseñas), me encanta el terror crítico y psicológico porque, más allá de los jumpscares, prefiero mil veces más que venga alguien como Peele a proponernos una historia profunda sobre el racismo y sus consecuencias en la sociedad estadounidense a partir de secuencias incómodas, bizarras, indescriptibles y confusas, pero en el buen sentido. 



Estructuralmente hablando, la película me parece una maravilla. Muchos dirían que el primer acto es largo y hasta un poco aburrido, pero yo lo veo como algo orquestado minuciosamente, de forma que el primer acto nos presenta una situación que no hace juego con el desarrollo y la conclusión, de la misma forma que muchas cosas en la casa de los Armitage no tienen sentido. En otras palabras, Peele y el equipo de producción juegan con la mente del espectador desde el puro principio, proponiendo una cosa que acaba siendo otra completamente distinta bajo medios inteligentes y terroríficos. 

No voy a entrar en muchos detalles por si algún lector no ha visto la película, pero muy hacia el inicio los dos personajes principales tienen un accidente en el que se ve involucrado un animal. A partir de ese momento todo se viene para abajo, no solo por la situación racial que se vive más adelante, sino también porque este animal que queda moribundo a la orilla de la calle es un símbolo de la madre del personaje masculino principal y, a su vez, simboliza a todas las personas afro-estadounidenses que vieron una muerte injusta, fría y cruel a pesar de ser seres inocentes. 



Ahora bien, la película presenta a todos los personajes caucásicos como villanos, pero eso no significa que todos los blancos sean malos en la vida real. Get Out no busca posicionar a los negros en contra de los blancos, sino más bien parece generar una gran crítica y, a su vez, discusión sobre las consecuencias que han tenido (y siguen teniendo) los actos racistas en contra de la población afrodescendiente en Estados Unidos; sin embargo, también hace un hincapié en lo doble cara que puede resultar la sociedad estadounidense blanca al apropiarse de ciertos aspectos culturales de la población negra mientras todavía reproducen patrones de violencia, discriminación e intolerancia. 



En cuanto a las actuaciones, no tengo ninguna queja en lo absoluto. Daniel Kaluuya definitivamente se roba el show y nos deja asombrados con una actuación digna del Oscar, aunque perdió el gane contra Gary Oldman en Darkest Hour. A pesar de esto, el actor siguió demostrando su talento y ganó finalmente el Oscar a Mejor Actor de Reparto por Judas and the Black Messiah. 

Volviendo al resto del elenco, todos hacen un muy buen trabajo en mi opinión, pero los principales destaques son Allison Williams, Catherine Keener, Betty Gabriel y LaKeith Stanfield. Las primeras dos, interpretando a hija y madre respectivamente, muestran crudamente las dos caras de la sociedad caucásica racista estadounidense al presentarse como personas en contra de la discriminación, pero que en verdad son un peligro para todos los otros sectores raciales. En cuanto a Gabriel y Stanfield, ambos son ejemplos claros de una actuación con capas y profundidad, ya que sus personajes, debido a sus condiciones, nunca pueden expresar lo que realmente sienten o por lo que están pasando, pero su construcción interna es tan sólida y efectiva que no es necesario que digan una sola palabra debido a que sus ojos y expresiones faciales lo dicen todo. 


Finalmente, refiriéndome más a los aspectos técnicos, quisiera dedicarle unas palabras al uso de la cámara y a la banda sonora. Las tomas de los personajes blancos siempre (o la mayor parte del tiempo) son presentadas como firmes, casi inmóviles, rígidas y estables, lo cual habla mucho de las características de estos personajes y de lo que representan en un ámbito más social. Por otro lado, la cámara es mucho más inestable, lejana (o cercana, dependiendo de la intensión) y hasta es posicionada en ángulos inusuales, a mano, cuando el centro de la escena es el personaje de Daniel Kaluuya o alguno de los otros personajes negros, de forma que, como espectadores, también comenzamos a sentir la ansiedad, la confusión y el peligro que viven estos personajes. En cuanto a la banda sonora, considero que la música aquí es como un personaje por sí sola. Nada en esta película sería tan eficiente sin la calidad de banda sonora que posee, ya que la música no solamente acompaña la acción, sino que le brinda más valor, genera rareza en ciertos momentos e incluso es capaz de ponernos los pelos de punta dependiendo de la circunstancia. 

En general, me parece que Get Out es una película excelentemente hecha. No sé ustedes, pero Get Out puso a Jordan Peele en el norte del terror para mí porque, como les comentaba, esta película (al igual que su segunda película, Us o Nosotros, y su próxima película Nope o Nop) es una gran crítica social sobre el racismo y, para poder contar lo que tiene que decir, toma prestados elementos de terror psicológico para jugar con nuestra mente como espectadores y así lograr que sintamos un poco del peligro latente y la incomodidad casi eterna que puede sentir esta población en el día con día en una sociedad tan históricamente racista como lo es la estadounidense.


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