Entre tensión social, cambios políticos y restricciones morales, el horror comenzó a explorar el lado perverso del ser humano.
Habían pasado 40 años desde que "El gabinete del doctor Caligari" jugó con la mente de la audiencia; esta comenzaba a adquirir una cultura cinematográfica luego de
exponerse a los monstruos de la Universal, las películas serie B y los filmes de los estudios Hammer. El miedo al Comunismo y la guerra nuclear seguían latentes pero los cambios no solo eran políticos, la sociedad desarrollaba nuevas inquietudes respecto a la rebeldía juvenil, las drogas y la violencia que "pervertían" a los adolescentes.
Por su parte, el cine resentía la competencia de la televisión. El público ya no tenía que salir del hogar para entretenerse y en el caso del horror, asustarse, solo tenían que sintonizar un novedoso programa llamado"The Twilight Zone" (1959-1964).
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Entradas originales The Twilight Zone (1959)
Gracias a su mezcla de ciencia ficción, terror y su forma sutil de comentario social, la serie creada por Rod Serling hizo escuela y su influencia se sigue reflejando hasta nuestros días, además películas como "Black Sabbath" (1963) adoptó el formato de antologías.
Pero tuvo que ser Alfred Hitchcock, designado "El maestro del suspenso" por "El hombre que sabía demasiado" (1956), "Vértigo" (1958) y "Norte por Noroeste" (1959) quien revolucionó el horror con "Psycho" (1960), una cinta que no necesita presentación y hemos abordado con anterioridad. Tomando la novela de Robert Bloch, el realizador británico mostró abiertamente la demencia del protagonista e insinuó que la raíz de sus problemas mentales y emocionales estaba en sus traumas.
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The Birds (Subtitulado)
No conforme con ello, tres años después Hitchcock volvió a sacarla del parque con "The Birds", donde el enemigo era la Madre Naturaleza y así contribuyó a crear el subgénero de horror natural. Su tráiler es fiel reflejo de la cinta y sin mostrar una escena, se limita a la fina comedia negra del cineasta para terminar de manera aterradora.
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"Terror en Bodega Bay"
En "Los pájaros" no se necesitaba un motivo, no mata por ambición o pasión, la naturaleza simplemente reacciona y su imparable fuerza se hace tangible en forma de parvadas de aves que atacan a la gente. "Psicosis" y "Los pájaros" se volvieron dos pilares para el cine de horror en las décadas venideras y ampliaron la leyenda de Hitchcock.
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Peeping Tom
"THE KILLER IN ME IS THE KILLER IN YOU"
Abril de 1960. Dos meses antes de la premiere de "Psycho", en el Reino Unido se estrenó otra cinta que exploraba el lado oscuro de la mente. Cronológicamente "Peeping Tom" se adelantó a Hitchcock y goza de merecido reconocimiento, pero en ocasiones queda eclipsada por la historia de Norman Bates; resulta perturbadora no solo por detallar los abusos a los que su personaje central Mark Lewis (Carl Boehm) ha sido sometido y que lo han transformado, sino por valerse del voyeurismo y su manejo subjetivo de la cámara, algo que ahora ya no es tan novedoso porque estamos inmersos en la cultura del vídeo.
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"El frío ojo que te ve"
Para su época, "ver" tras la lente de la cámara hacía partícipe al espectador de algo prohibido, que no debía presenciar y sin embargo no podía dejar de observar. "Peeping Tom" (término con el que se denomina a un voyeurista masculino) es esencial para la creación del slasher setentero pero le costó la carrera a su director Michael Powell, al ser considerada indecente y escandalizar a las "buenas conciencias" con sus situaciones sexuales, mas el tiempo terminó redimiendo a Powell.
FANTASMAS, LOCURA Y REALIDAD
Al entrar la década, el horror dejó de pertenecer a monstruos, extraterrestres y científicos locos para adquirir un aire más fino. Ejemplo es "The Innocents" (1961), donde el terror psicológico aterriza en una mansión victoriana: una institutriz se debate entre lo sobrenatural y la locura mientras cuida de dos niños inquietantes, pero el filme se las arregla para abordar la represión sexual (muy en boga durante los 60s).
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The Innocents
Es increíble la manera en que su director Jack Clayton esquivó la censura montando escenas y secuencias que, si se analizan con detenimiento, veremos que poseen una cargada aura de sensualidad y sexualidad. Así, vemos que la pareja de niños no son tan inocentes como dice su título... ¿O todo son los desvaríos de una mujer que siente culpa por su libido?
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"Repulsion"
Este planteamiento lo retoma Roman Polanski en "Repulsión" (1965) pero de una manera más claustrofóbica y enfermiza, mostrando el deterioro físico-emocional de una hermosa Catherine Deneuve que sucumbe ante su pánico hacia los varones, quienes solo la ven como trofeo y conquista de una noche.
OFRENDA AL GORE
El cine británico de horror siguió abriendo brechas y en 1963 el realizador Herschell Gordon Lewis estrenó la primera película splatter: "Blood Feast". La casa Hammer ya había impactado con su sangre y violencia, pero nada como lo mostrado en esta producción donde un desquiciado organizador de banquetes ofrece sus víctimas a una diosa egipcia, al tiempo que las incluye en el menú de sus clientes.
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"Otra víctima"
Las alusiones al canibalismo, locura y vísceras hicieron que la tacharan de vulgar y mal gusto; es cierto que posee un estilo amateur, descuidado, con actuaciones por debajo del promedio, pero se volvió la cereza en el pastel para el slasher. Mostrar a un loco perturbado estaba bien, pero si se mostraban tripas y galones de sangre ¡Mejor! Ciertamente "Viernes 13", "Maniac" (ambas de 1980) y todas las películas de serial killers que siguieron fueron beneficiadas por esta fórmula.
¿FANTASMAS MENTALES?
El director Robert Wise nuevamente dejó constancia de su talento y versatilidad con "The Haunting" (1963), una historia de terror gótico en la era moderna que sentó precedente para "The Amityville Horror" (1979) con el escenario de la casa embrujada, pero con la diferencia que nunca se ve un fantasma o espíritu.
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"¡Sabe que estoy aquí!"
Todo es ambiguo y al igual que "The Innocents" juega con esa sensación de no saber si en verdad hay fuerzas sobrenaturales o todo está en la mente de Nell Lance (Julie Harris). Su remake de 1999 dirigido por Jan DeBont es una pobre imitación basada en hacer alarde de sus efectos visuales que ni en su época podrían considerarse buenos y ciertamente se ven desgastados con el tiempo.
SONRISAS QUE ASUSTAN
No todo fue seriedad y desvaríos psicológicos. "The Little Shop Of Horrors" (1961) posee un humor negro ingenioso, sugerente; no es comedia física al estilo "Abbott And Costello Meet Frankenstein", es una hilarante historia sobre un torpe botánico aficionado que se ve en divertidas y horribles circunstancias al crear una planta carnívora de apetito insaciable.
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The Little Shop Of Horrors
Para variar, Roger Corman hizo gala de recursos para producir una película que muchos conocimos por la adaptación fílmica de 1986 del musical de Broadway, pero la versión original es una combinación perfecta de horror y comedia, que además presenta a un joven Jack Nicholson como un paciente masoquista.
"Spider Baby: Or The Maddest Story Ever Told" (Jack Hill, 1967) es otra producción estadounidense que no solo destaca por sus personajes peculiares. Olviden la manera sensacionalista en que el póster anuncia el filme; como dice su título, es una loca historia donde conocemos a una estrafalaria familia que está al cuidado de Lon Chaney Jr. y que padece una enfermedad hereditaria que los regresa a un estado mental infantil.
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Spider Baby
No importa qué tan excéntricos o desquiciados se comporten, como los freaks de Tod Browning, despiden simpatía, compasión y hasta ternura. Son una adorable familia disfuncional que encontraría su perverso opuesto en 1974 con "La masacre de Texas" de Tobe Hooper.
LOS ÚLTIMOS MARTILLAZOS DE LA HAMMER
La calidad de las películas de los estudios ingleses decaía, pero demostraron que todavía tenían algunos trucos bajo la manga con sus producciones "Quatermass And The Pit" (1967) y "Frankenstein Must Be Destroyed" (1969).
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Quatermass And The Pit
Ambas jugaron con la ciencia ficción; en la primera, el profesor investiga el descubrimiento de unos restos humanoides y un artefacto que reescribirían el origen de la humanidad, y que además la enfrentarán a un poder que le hará sacar su lado más oscuro.
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Frankenstein Must Be Destroyed
Mientras, Peter Cushing mostró el rostro más inhumano y negro del infame científico, que ahora busca implantar el cerebro de un colega en otro cuerpo para obtener una fórmula. Ambas son cine de entretenimiento y podrían considerarse equivalentes a un blockbuster moderno, basta ver el desastre que sucede de la cinta de Quatermass y compararlo con el que Tobe Hooper hace en "Life Force" (1986), muy similares.
La década cerró con el mismo impacto con el que abrió. El año 1968 vio la llegada de "Rosemary's Baby" y "Night Of The Living Dead", otras dos obras clásicas para el horror. Roman Polanski no se guardó nada en el relato de una joven embarazada rodeada de brujos y satanismo, ofreciendo sendas escenas como el abuso sexual de Rosemary a manos del Demonio o los aterradores "¡Hail Satan!" durante la parte final.
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"Rodeado por zombies"
Por su parte, George A. Romero creó el zombie moderno y un subgénero con su cinta, que sin proponérselo critica la sociedad estadounidense de la época y puso a Duane Johnson como el primer héroe de color, no porque se quisiera hacer una declaración social, sino porque fue el actor que más talento y aptitudes mostró, cualidades que están por encima de cualquier color de piel o género. Así, el Diablo y los muertos vivientes se preparaban para asustar a los espectadores en la siguiente década.
