"La pasajera": A este viaje, sí hay que entrarle - Reseña sin spoilers

La película sorprende por su efectiva mezcla de horror, ciencia ficción y efectos prácticos.


FICHA TÉCNICA 

"La pasajera" (España, 2021).

DIRIGIDA POR Raúl Cerezo y Fernando González Gómez.

ESCRITA POR Luis Sánchez-Polack. 

FECHA DE ESTRENO: 18 de febrero de 2022.

PROTAGONISTAS: Ramiro Blas, Cecilia Suárez, Paula Gallego, Cristina Alcázar.

CALIFICACIÓN: ★★★1/2

Teaser tráiler


De vez en cuando surgen películas que sorprenden por ser un ejercicio de honestidad con ellas mismas porque están conscientes de su historia y elementos, convirtiéndose en un producto ameno, perdurable y en una de esas hasta entrañable; "La pasajera" es una de esas cintas.


No fue el tráiler ni alguna reseña lo que me llevó a ver este filme que tuvo su estreno en el Festival de Sitges 2021 (credencial que de entrada impone), sino una de sus protagonistas: Cecilia Suárez. Es uno de los rostros conocidos del cine mexicano, una actriz "seria" por encarnar a "La Bambi" en "Capadocia" de HBO y salió en "La casa de las flores" de Netflix, además de aparecer en diversos dramas y comedias a lo largo de su carrera, por lo que verla en una producción española (¡Y de terror!) llama la atención.


¡SÚBALE, HAY LUGARES!

Grande fue mi sorpresa al encontrarme con una atípica road movie llena de ciencia ficción, comedia y obvio terror, uno con tonos del cine de los 80 gracias a sus efectos prácticos e historia que recuerdan clásicos como "The Thing" (1982) o "The Invasion Of The Body Snatchers", en particular la versión de 1978 por su oscura paleta de colores. 


"La pasajera" solo tiene cuatro personajes pero bastan para contarnos esta historia. Blasco (Ramiro Blas) es el chófer de una camioneta ("La Vane") donde tres mujeres harán un viaje compartido; él ha sido rockero y fumigador, es gruñón, conspiranóico y un poco chauvinista, pero sobre todo, un apasionado de la tauromaquia.


Mariela (Cecilia Suárez) va en busca de su alejado padre, y Lidia (Cristina Alcázar) y Marta (Paula Gallego), madre e hija, respectivamente, tienen una relación rota luego de un trágico accidente que en todo sentido les marcó de por vida, en particular a la joven.


Como ocurre en toda buena road movie, entre discusiones y diálogos ingeniosos se van revelando aspectos de cada personaje, pero cuando literalmente tropiezan con una mujer a mitad del camino, todo se sale de control y una extraña criatura empieza a perseguirlos. 


ACIERTOS Y FALLOS

Si un aspecto técnico resalta a la primera, es la música. Blasco y su amor hacia la llamada Fiesta Brava queda de manifiesto en esos pasodobles que se escuchan a lo largo de la cinta, dándole un sello totalmente español, hasta costumbrista. Se usan en momentos inoportunos para los personajes pero idóneos a la trama, dándole uno de sus muchos toques de comedia de horror.


Filmar en un área confinada es complicado y sobre todo en un vehículo, pero la fotografía de Ignacio Aguilar sale muy bien librada al usar tomas fijas, close-ups y un efecto de pantalla dividida donde hay un personaje en primer plano y en el fondo hay otro, lo que acentúa su separación emocional además de física.


Los efectos prácticos resaltan y le dan un aspecto cool a esta producción independiente; aunque el maquillaje de las criaturas es para aplaudir, físicamente su aspecto es inconsistente, al tiempo que no se conoce bien sus habilidades ni se explica por qué actúan de una manera en cierto personaje, a diferencia de otros. 


La película ve afectado su ritmo porque tarda en arrancar, pero son precisamente los personajes quienes enganchan porque son personas comunes, con defectos y virtudes que no los hacen malos o buenos. Parece que los directores (debutantes, por cierto) Raúl Cerezo y Fernando González Gómez enfatizan la paternidad al ser un punto que comparten sus personajes. Mariela quiere hablar con su padre, quien abandonó el hogar siendo ella niña; Marta y su madre parecen odiarse, pero todo es por culpa del papá/ex esposo, ambas se quieren mas no saben llevarse ni cómo sanar sus heridas emocionales, que son las que duelen más que las físicas. 


Al final Blasco, quien también tiene un triste pasado, compensa la figura paterna en sus compañeras de viaje con diálogos conmovedores que revelan su humanidad, al parecer el tema central del filme. Porque héroes no son, son simples seres humanos atrapados en una circuntancia extraordinaria y que tratarán de sobrevivir, como lo hicieron a lo largo de su vida.


VEREDICTO 

Como se mencionó más arriba, hay que aplaudir a una cinta que es consciente de sus elementos y hasta se mofa de sí misma. "La pasajera" no tiene la pretensión de ser una película que rompa la taquilla o convertirse en cine de culto (Y si así fuera lo tendría merecido), es un homenaje a ese cine B al estilo de John Carpenter, fantasioso, disparatado pero entretenido y tenso, ese tipo de película "de terror" (que no era de terror) vista cuando éramos niños y donde acabamos vitoreando al héroe. Con un enfoque más serio, la cinta perdería esa chispa que tiene, combinación de terror, comedia, sci-fi y emotividad.


Si algo me hizo recordar "La pasajera" es que en ocasiones no hay que ver el tráiler de una película o saturarse de reseñas para ver "Qué tal está", simplemente hay que verla porque es del género que nos gusta y qué mejor si sale un actor que nos agrade. A título personal admiro mucho a Cecilia Suárez y he seguido fielmente su carrera; ojalá decida participar en una cinta cien por ciento de horror.


A pesar de sus fallos menores, "La pasajera" es una bocanada de oxígeno que refresca una cartelera saturada de aventuras de superhéroes. El cine se hizo con base en la creatividad y sus personajes; este filme brilla por esos elementos, porque tiene corazón. Más películas como esta, por favor. 


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