Identidad Desquebrajada: "Our Father"

 

Our Father (titulado en español como Nuestro Padre) es un documental estadounidense de crimen que se estrenó el pasado 11 de mayo de 2022 en Netflix. Este documental fue dirigido por Lucie Jourdan.

El documental Our Father se centra en la vida laboral del médico especialista en fertilidad, Donald Cline. Este hombre abrió una clínica en Indianápolis a finales de la década de 1970, la cual lo catapultó dentro de su rama médica porque fue uno de los pioneros en su zona en el tema de la fertilidad, ayudando a múltiples parejas estadounidenses a poder concebir a pesar de sus problemas genéticos.



Como en cualquier clínica de fertilidad, la paciente llevaba la muestra de la persona que iba a ser el padre biológico de su bebé (ya sea su pareja, un amigo o simplemente un donador conocido) o bien, la clínica contaba con un catálogo privado de donantes y, en este caso en específico, se trataba de estudiantes de medicina, por lo que aquellas personas que no tuvieran un donador claro, sabían que iban a tener uno de cierto perfil. El doctor Cline se hizo muy famoso porque casi que todas sus clientes quedaban embarazadas con solo una o máxima dos citas; no obstante, nadie sabría la pesadilla que sus aparentemente buenas acciones ocasionarían unas décadas después.

En el documental vemos cómo una mujer decide tomar una prueba de ADN durante este siglo, debido a la apertura en el tema y a la creación de plataformas estilo Ancestry o 23andMe. Debido a esta prueba fue que todo comenzó a desmoronarse. Con sus resultados, esta mujer se dio cuenta de que en efecto su papá no era su padre biológico, pero también se enteró de que tenía varios medio-hermanos. ¿Cómo podía ser esto posible? Bueno, resulta que Donald Cline nunca utilizó la muestra de semen proporcionada por sus clientes ni utilizaba un banco de semen para obtener donantes anónimos, sino que utilizaba su propio esperma para inseminar artificialmente a estas mujeres. Con el uso de estos sitios web de ADN, esta mujer pudo comenzar a atar cabos y ya son casi 100 medio-hermanos hijos de Donald Cline, pero todos temen que podrían ser muchísimos más.



¿Qué repercusiones legales tiene este tema? Estoy seguro de que a todos nos parece bastante descarado, asqueroso y hasta nos enoja leer sobre este caso (y, si son como yo, también reaccionarán negativamente viendo el documental), pero a la ley de ese estado no le importó demasiado. Las mujeres víctimas declaraban sentirse violadas (y cómo no), pero para las leyes de Indiana, una violación necesita falta de consentimiento y fuerza. Estas mujeres fueron inseminadas con espermatozoides que ellas no consintieron, ya sea porque llevaban su propia muestra o simplemente porque, de poder escoger, no hubiesen escogido a su doctor como un donante, pero como no fue un acto a la fuerza, entonces el sistema judicial de Indiana no lo considera una violación. A pesar de esto, Cline fue enjuiciado, pero porque le mintió a la ley, ya que primero aseguró nunca haber utilizado su propio semen y en otro momento aseguró haberlo usado en pocas ocasiones. Lamentablemente, Cline solamente fue condenado a una multa de 500 dólares y un año de suspensión de sus funciones.

Un aspecto que es muy molesto para todos sus casi 100 hijos es que Cline no hubiese podido haber sido donante de semen en ninguna clínica de fertilidad en ningún lugar del mundo porque tiene artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune. Como él lo hizo en su propia clínica, una gran mayoría de sus hijos tienen una amplia gama de enfermedades autoinmunes que les han afectado sus vidas de diferentes formas.

¿Qué pudo haber llevado a este hombre a cometer estos actos tan faltos de moral? No hay una respuesta clara al respecto, pero, curiosamente, Donald Cline es una persona muy religiosa y todo parece indicar que sus inclinaciones extremistas y fundamentalistas (que, de hecho, el documental lo relaciona con la secta Quiverfull) lo llevaron a materializar un versículo que él mismo tenía por todo lado en su oficina, Jeremías 1:5, el cual dice: «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones». Por supuesto, existen varias traducciones, pero esta es una de ellas. Lo que el documental explica es que una gran posibilidad es que este hombre haya utilizado su propio semen para implantar a sus propios bebés como una especie de ejército (hasta se pone sobre la mesa si tiene que ver con algún tema de supremacía blanca también) religioso a su nombre. De hecho, tomándolas primeras palabras de este versículo, Donald Cline estuvo actuando como Dios al manipular la fertilización para que sus clientes tuviesen hijos suyos premeditadamente.


En general, este es un muy buen documental que, en vez de seguir estudiando la vida del victimario, se encarga más de entender el sentir y el pensar de las víctimas directas: las madres y los hijos. Hijo tras hijo, hija tras hija y madre tras madre nos vamos enterando de distintas versiones, diferentes formas en las que trataron el tema y cómo lograron lidiar con el resquebrajamiento de su identidad al enterarse de una noticia tan perturbadora.

¿Ya vieron este documental? ¿Qué piensan del caso? ¡Déjennos sus comentarios!

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