Reseña sin spoilers: The Crow 1994 - Horror Hazard

 Febrero 7, 2022


"The Crow" (Estados Unidos, 1994) dirigida por Alex Proyas
QUISIERON PONERLE: "El ave vengadora"
PERO ACABARON PONIÉNDOLE: "El cuervo".
PROTAGONISTAS: Brandon Lee, Ernie Hudson, Michael Wincott, Rochelle Davis, Jon Polito, Tony Todd
CALIFICACIÓN: 9.5 (⭐⭐⭐⭐1/2)


Cuando se escucha a una pareja jurarse "Amor eterno" la simple mención del término puede despertar dudas, sospechas, quizá hasta una sonrisa cínica. Tal vez el verdadero amor eterno sea como la luz de una estrella que apenas llega a la Tierra cuando el astro de donde partió ha muerto hace millones de años; quizá sea lo más cercano que se conozca a la inmortalidad.

Pero para los mortales, el amor hacia los seres queridos que por alguna razón hemos perdido se vuelve eterno mientras les tengamos presentes en nuestra memoria; cuando el cine se encarga de recordarnos esto, no hay una película más apropiada que " The Crow".


Para empezar es una labor de amor porque fue terminada a manera de tributo a Brandon Lee, quien falleció durante los últimos días de filmación a causa de un arma de fuego disparada por el actor Michael Massee (RIP). La cinta, irónicamente, trata sobre un rockero que regresa de la tumba para vengar su muerte y la de su novia; la semejanza con la vida real es trágica porque "El cuervo" es el testamento cinematográfico de Lee, quien con su actuación y desempeño mostró que estaba en camino para ser una estrella de acción, esta cinta lo iba a consolidar como tal.

La historia ocurre un año después de los homicidios de Eric Draven (Brandon Lee) y su novia Shelly (Sofia Shinas); guiado por un cuervo, su lazo entre el mundo de los vivos y el de los muertos, Eric buscará a quienes mancillaron a su prometida y acabaron con sus sueños. Aquí es donde empieza la magia de esta cinta, que superficialmente es una trama de muerte y venganza pero en el fondo es una trágica historia de amor; vale la pena apuntar que James O'Barr creó el cómic en que se basa la cinta como una manera de lidiar con el dolor, luego que su novia falleció arrollada por un conductor alcoholizado.


La trama no pudo elegir mejor escenario para que Eric volviera de la muerte que Noche de Brujas, la cual luce siniestra, lluviosa, casi eterna (contadas secuencias son a la luz del día), lo que da a la cinta una estética noir y un estilo visual que muchos especialistas comparan al nivel de "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982). El responsable de todo es el director Alex Proyas, quien dotó a las imágenes de un ambiente oscuro y misterioso sin llegar a lo terrorífico, mientras que la fotografía de Dariusz Wolski acentúa esa oscuridad que envuelve a los personajes.

Toda esa negrura y ambiente opresivo es contrastado por la relación entre Eric, Sarah (Rochelle Davis) y el oficial Albretch (Ernie Hudson). Mientras que el músico es consumido por el dolor, la tristeza y la venganza, Sarah es la inocencia, una flor en medio del pantano, quien a pesar de sus problemas de abandono está determinada en apoyar a su amigo, mientras  Albretch es el único que comprende a Draven; sabe de relaciones rotas y lo que es recordar a una mujer que ya no está en su vida pero sigue presente en su memoria, quizá aún le ama. Como antagonista tenemos a Top Dollar, personificado por un genial Michael Wincott con sus diálogos finos, llenos de sarcasmo y humor negro; sus secuaces son bufones desquiciados que más que ser malos por serlo buscan destruir y hacer daño, psicópatas en una palabra.


Mención aparte merecen tanto el score de Graeme Revell como el soundtrack. El primero destaca por su mood gótico con tintes electrónicos, siendo la joya más destacada el track "Inferno", reconocido por escucharse durante la escena en que Eric Draven toca la guitarra en un tejado. Por su parte la banda sonora es una colección de canciones que reflejan el panorama musical postgrunge apuntando hacia un sonido más industrial; incluye bandas como Nine Inch Nails, Machines Of Loving Grace, For Love Not Lisa o The Jesus And Mary Chain, y entre los más conocidos The Cure, Stone Temple Pilots y Pantera. " It Can't Rain Al The Time", canción con la que cierra el álbum y la película, encapsula ese aire de nostalgia oscura. La voz de su intérprete, Jane Siberry, es un triste lamento que llora la ausencia del ser amado, muy apropiado para considerarlo el tema principal.

Aspectos técnicos, valores de producción, la dirección de Alex Proyas, el reparto y sus actuaciones, todo queda perfectamente complementado gracias al guión, que como se dijo es una historia de amor envuelta en la rabia de la venganza y que tiene frases memorables por la fuerza que encierran ("Víctimas... ¿A caso no todos lo somos?", "Madre es el nombre de Dios escrito en los labios y corazones de los niños", " Nada es trivial"), pero más lo es el diálogo con que cierra la cinta:
"Si nos roban a la gente que amamos, la manera de mantenerlos vivos es nunca dejar de amarlos. Los edificios arden, la gente muere, pero el amor real es para siempre".


"El cuervo" dio origen a tres películas más (no pueden llamarse secuelas porque ninguna está relacionada) que tristemente fueron de mal en peor, además de una serie de televisión que duró una temporada con 22 episodios. Ninguna está a la altura técnica, emotiva o actoral que la versión de Brandon Lee, es por eso que muchos celebramos no se haya realizado un remake que deshonre el legado y recuerdo de este clásico de culto, y si se hace, el folclore de "The Crow" tiene varias historias para contar y no solo basarse en una historia conocida pero sobre todo a preciada.

A pesar que visualmente puede ser comparada con cintas como "Batman" (Tim Burton, 1989) "The Crow" posee un aura de misticismo que pocos filmes pueden presumir. Es más que una película basada en un cómic, es una producción donde el héroe debe recurrir a métodos cuestionables para hacer justicia, pero tiene una emotividad y pasión que trasciende la pantalla: nos inspira a recordar nuestros seres amados y nos hace sentir que en verdad el amor es eterno.
Si llegaron hasta aquí, gracias por leer.

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