Reseña: Feral 2018 (sin spoilers) - Horror Hazard

 Diciembre 3, 2021


"Feral" (México, 2018), dirigida por Andrés Kaiser.
QUISIERON PONERLE: "Aunque la mona se vista de seda...".
CALIFICACIÓN: 8.5 (⭐⭐⭐1/2).
PROTAGONISTAS: Hector Illanes, José Ángel García, Farid Escalante, Kari Romu, Erick Axel García, José Luis González.


Buscando renovarse, el cine de terror mexicano ha experimentado con nuevas fórmulas en los últimos años. Quizá no todas han salido airosas, pero el esfuerzo se agradece porque es un intento de alejarse del modelo acartonado que películas como "Juega conmigo" o "El exorcismo de Carmen Farías" (estrenadas en 2021) siguen empeñándose en mostrar: repleto de sustos ineficientes y clichés reciclados.

Filmes como la antología "México bárbaro" (2014), "Atroz" (2015) y  "Animales humanos" (2020) de Lex Ortega) y "1974: la posesión de Altair" (Víctor Dryere, 2016), han jugado con géneros poco usados en la industria nacional como el Pietaje Encontrado y el falso documental. "Feral" de Andrés Kaiser entra en esta última categoría, pero a diferencia de las producciones hollywoodenses no usa elementos como brujas, demonios o criaturas míticas: se basa en los casos reales de niños que han tenido que subsustir (¿vivir?) en la naturaleza.


Sierra de Oaxaca, México, 1987: un incendio acaba con la vida del exsacerdote Juan Felipe De Jesús González y tres niños de aproximadamente 10 años. En la época actual, un equipo de documentalistas investiga el suceso y a medida que van obteniendo testimonios y declaraciones, se va revelando un oscuro trasfondo. 

Nada como un buen falso documental para cuestionarnos la diferencia entre ficción y realidad. La cinta traza una línea imperceptible entre el mito y los hechos gracias a los convincentes "testimonios" presentados; su terror radica en el concepto de cómo las obsesiones toman control de nuestra vida y el miedo a lo desconocido (en este caso un hombre que vive con tres niños en una solitaria cabaña) provoca prejuicios y rumores. Si añadimos detalles como miradas intimidantes que rompen la cuarta pared y diálogos sutilmente perturbadores, tenemos una efectiva historia de terror psicólogo y misterio.


El guión va involucrándonos en una historia que toma prestado de "Canoa", la imprescindible cinta de 1976 del cineasta mexicano Felipe Cazals (RIP), cómo la manipulación se apoya en la ignorancia; incluso me atrevo a decir que también juega exitosamente con la estructura de otra película mítica del cine de horror: "Cannibal Holocaust" (1980) de Ruggero Deodato. Ambas fueron pioneras del mockumentary y el Pietaje Encontrado, y aunque éste último se ha convertido en un género desgastado que al parecer ya no puede ofrecer nada novedoso, "Feral" lo utiliza como un recurso para mostrarnos los hechos y no como un medio para provocar falsos sustos. Esto se da gracias al estilo visual de su director de fotografía, el catalán Marc Bellver, cuyo extenso currículum incluye producciones diversas como "Luis Miguel: La serie" (2018-2021), la cinta "La niña de la mina" (2016), el lastimoso remake de "Más negro que la noche" (2014) y más recientemente la serie de Amazon Prime "S.O.Z: Soldados o Zombies" (2021), pero también es un veterano documentalista y su experiencia la vierte para mostrar un relato que desborda realismo. 


Andrés Kaiser, el director y guionista, entrega una ópera prima completa, que trata de responder las preguntas generales de la audiencia y a nivel individual deja en el espectador cuestiones sobre el fanatismo religioso y las implicaciones morales. Juan Felipe se nos presenta como una figura trágica caída en la desgracia espiritual; ante los ojos de Dios ha pecado y su manera de redimirse es queriendo integrar a tres pequeños en la sociedad para hacerlos personas de bien, pero ¿Tiene derecho de alterar la vida de tres niños justificando que quería "salvar su alma"? ¿Es válido que haga el papel de redentor y ponga a ellos en el de mártires? Al parecer volvemos al cuestionamiento sobre quién es más salvaje, si el conquistador o el conquistado.


"Feral" tiene una premisa que parece sencilla pero en verdad es  compleja e inteligente y que termina uniéndose a ese puñado de cintas y realizadores que han tenido el valor de ver más allá de la típica historia del espíritu, demonio o posesión que sigue siendo taquillera pero no aporta nada nuevo al horror mexicano. Parece que un panorama nuevo se acerca al cine de horror nacional, eso hay que festejarlo. 

Si llegaron hasta aquí, gracias por leer. 

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