Septiembre 21, 2021
"River's Edge" (Estados Unidos, 1986), dirigida por Tim Hunter.
QUISIERON PONERLE: "Juventud en éxtasis".
PERO ACABARON PONIÉNDOLE: "La orilla del rio". (También se le conoce como "Instinto sádico", y ese sí no es título inventado).
CALIFICACIÓN: 9 (⭐⭐⭐⭐)
El género de Crímenes Reales está en boga. Examinar los detalles, motivos y consecuencias de un delito se está convirtiendo en el entretenimiento más rentable; para muestra solo basta citar las docuseries y cintas que Netflix y otros servicios de streaming han estrenado en los últimos años. Quedamos azorados ante la violencia mostrada por Ted Bundy, Richard Ramírez y compañía, cuyas miradas desorbitadas les dan un toque inhumano. ¿Pero qué sucede cuando el monstruo tiene cara de adolescente? ¿Cómo afectan a los demás las consecuencias de su crimen?
Durante la década de los 80 la cultura popular estadounidense tenía un toque hedonista; bastaba con ver la publicidad repleta de jóvenes sonrientes consumiendo todo tipo de productos. El Glam Rock dominaba las listas de popularidad con sus canciones sobre chicas, fiesta, sexo y desamor, mientras que en el cine películas como "Pretty In Pink" (La chica de rosa, John Hughes,1986), "Fast Times At Ridgmont High" (Picardías estudiantiles, Amy Heckerling, 1982), o "Ferris Bueller's Day Off" (Un experto en diversiones, John Hughes, 1986) mostraban que todo se solucionaba como por arte de magia o por el poder del amor. Curiosamente Hughes, quien realizó películas livianas para adolescentes también dirigió el clásico de culto "The Breakfast Club" (El club de los cinco, 1985), donde se mostraba el lado oculto de la perfección estudiantil y sus estereotipos, pero sobre todo la frustración por no poder responder a las presiones de la familia y amigos.
Entonces en 1986 llegó "River's Edge" ¿Por qué considerarla una cinta de horror si no hay sangre, locura o elementos sobrenaturales? Porque es un filme depresivo y oscuro que muestra el lado opuesto a todas esas historias optimistas y con moraleja sobre alcanzar los sueños, cosa que para muchos chicos significaba una mierda; fue una cinta adelantada a su tiempo por mostrar ese desinterés, fastidio y nihilismo tan propio de la Generación X que se manifestó a inicios de los 90 con la moda desaliñada y la música Grunge.
La película cuenta con un sólido reparto, entre ellos un tal Keanu Reeves que a sus 22 años había actuado en un par de dramas deportivos haciendo papeles secundarios, pero aquí mostró madurez para interpretar a un estudiante de bachillerato que junto con su mejor amigo Layne (un exagerado pero magnífico Crispin Glover, el padre de Marty McFly en "Back To The Future") y varios de sus compañeros de clase saben que su amigo Samson (Daniel Roebuck) mató a su novia Jamie (Danyi Deats) por lo que van a la orilla del río, lugar donde se cometió el crimen, a ver el cadáver.
Podría pensarse que tan morbosa premisa es producto de la imaginación de algún escritor, pero no es así: la película está basada en un caso acontecido en Milpitas, California, en 1981, cuando la joven Marcy Renee Conrad fue estrangulada por su novio, quien en dos días llevó al menos a 13 chicos para que vieran el cuerpo sin que nadie llamara a la policía.
"River's Edge" fue dirigida por Tim Hunter, cuyo nombre no es famoso pero ha realizado episodios de series como "Twin Peaks", "House", "Breaking Bad", "Sons Of Anarchy" entre otras, mientras que en cine su carrera es más discreta. De sus cintas destaca "Tex", un crudo drama de Walt Disney Productions donde dos adolescentes quedan huérfanos y para sobrevivir consideran vender drogas. La mención de esta ahora inconseguible película (Disney debe haber quemado todas las copias) es porque podría servir como introducción para "River's Edge" porque sus protagonistas evitan caer en malos pasos, mientras que en la película que nos atañe es una juventud atrapada en un pueblo olvidado, que consume drogas, alcohol y tiene que lidiar con la muerte. El grupo de chicos que vemos se debate entre la lealtad, la traición, la falta de comunicación familiar, el deseo de matar... toda una serie de circunstancias que si siendo mayores no sabremos cómo reaccionaríamos ante ellas, menos un grupo de adolescentes.
La escena con que inicia la cinta es desesperanzadora: Tim (Joshua John Miller), de aproximadamente unos 12 años, arroja una muñeca al río, como simbolizando la pérdida de la inocencia. Mientras su hermano Matt (Keanu Reeves) es la voz más sensata que escuchamos apesar de la relación disfuncional con su madre y padrastro; quizá en otras circunstancias sería el quarterback titular del equipo de su escuela pero no en esta historia, que en vez de mostrar suburbios alegres y pintorescos nos lleva a un mundo duro y sin encanto. Los adultos son meras figuras autoritarias y el único que parece entender a los chicos es el proveedor local de droga, Feck, interpretado por Dennis Hooper, quien no solo los comprende por ser el remanente de la generación pasada, sino porque él también mató a una chica, creando un vínculo con Samson, el desganado homicida de Jamie.
La música es también parte importante de la trama. El soundtrack está compuesto por canciones de Thrash y Punk, destacando grupos como Slayer (quien contribuye con cuatro de los nueve tracks), Fates Warning, Agent Orange, entre otros, muy alejado de los materiales repletos de Pop, Glam Metal, baladas o cualquier otro ritmo comercial.
"River's Edge" mostró una juventud frustrada, desinteresada y cínica viviendo una etapa horrible de la vida donde la indecisión y la angustia son asfixiantes, al grado de que no se llega a sentir nada por nadie, ni siquiera por la muerte de un conocido.
Cuando somos jóvenes estamos llenos de ilusiones y hacemos todo por alcanzarlas; es aterrador ver cómo pasa el tiempo y no conseguirlas para caer en la desesperanza. El verdadero horror se revela cuando nos damos cuenta que a nadie le importa.
Si llegaron hasta aquí, gracias por leer.
🚣♀💀😒💔
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