Reseña: El Castillo de la Pureza 1972 (SIN SPOILERS) - Horror Hazard

Agosto 24, 2021



"El castillo de la pureza" (México, 1972), dirigida por Arturo Ripstein.

Quisieron ponerle: "La casita de los horrores".

Protagonistas: 

Claudio Brook,  Rita Macedo, Arturo Beristáin, Diana Bracho, Gladys Bermejo, David Silva, María Rojo.

Calificación: 10 (⭐⭐⭐⭐⭐)


Trailer


En estos tiempos de encierro, imagina pasar una cuarentena con un pequeño giro: no puedes tener Internet, ni IPhone o Smartphone, mucho menos Netflix, TV por cable o mínimo un radio que escuchar, es un confinamiento total y absoluto; lo peor de todo: durará 18 años.

Puedes imaginarlo, verlo como una pesadilla o la trama de una película distópica, pero para la familia Pérez Noé, fue la manera en que vivieron durante 18 años, para ellos fue real.



En mayo de 1973 el director Arturo Ripstein saltó a la fama con su segunda cinta "El castillo de la pureza", que lo catapultó hasta convertirlo en el cineasta mexicano más importante en los últimos 50 años. Ripstein adaptó junto con el escritor José Emilio Pacheco la historia de la familia Pérez Noé, que en julio de 1959 acaparó los titulares de la prensa capitalina cuando detuvieron a su patriarca Rafael Pérez Hernández.


Seré breve diciéndoles algo de lo que vivieron estas personas: aunado al encierro, su esposa y sus hijos (a quienes llamó Indómita, Libre, Soberano, Triunfador, Bien Vivir y Libre Pensamiento porque el señor decía ser un "pensador liberal") trabajaban fabricando un raticida que Rafael Pérez Hernández vendía en tiendas cercanas; tampoco podían hablar sin permiso, la educación era impartida por él... esas entre otras situaciones llevaron a la prensa apodar a Pérez Hernández como "El Químico Loco" o "El Químico Secuestrador". Fue un hecho que sacudió a la sociedad mexicana y que Ripstein se encargó de darle un aire gris para transmitir el aislamiento de sus personajes, quienes a diferencia de la familia real se ven reducidos a solo tres hijos y su esposa.



El estilo visual de Arturo Ripstein es complejo y rebuscado pero efectivo para contarnos sus historias; aquí podemos ver sus primeros experimentos con lo que es su sello de autor: el plano secuencia, además de una escenografía que por muy limitados que hayan sido los recursos de la época en que fue filmada, nos transporta a un caserón decrépito donde se respira humedad y se siente el frío. La lluvia, un elemento que aparece constantemente en la cinta, remite más que a la melancolía, a la tristeza, todo esto acentuado por la fotografía de otro nombre destacado en el cine nacional, Alex Phillips.


Claudio Brook (RIP) lidera el reparto como Gabriel, el alterego de Rafael Pérez. Podríamos pensar que su personaje es unidimensional porque de entrada ya sabemos que es el ogro que pega y castiga a sus hijos y esposa, pero en realidad interpreta un personaje de contrastes, que en un instante es un padre amoroso y al siguiente se convierte en un energúmeno. Celoso y posesivo, es un doble moral al comer tacos de carnitas en la calle, visita prostíbulos o se le insinúa a la hija de la tendera, mientras que su familia come vegetales hervidos y rara vez hace caso a su mujer. Su contraparte real creía que el mundo era un lugar contaminado de maldad y de hecho Gabriel llega a comparar a decir que el hombre es peor que las ratas. Su frágil equilibrio emocional  se rompe cuando se da cuenta de que sus hijos están despertando a la adolescencia.



Rita Macedo es Beatriz, la abnegada y leal mujer de Gabriel; es el prototipo de la esposa que soporta  infidelidades, golpes y los castigos de sus hijos (hoy muchos la verían con muy malos ojos). Diana Bracho ya había salido en cine en breves papeles infantiles, pero "El castillo..." fue su debut cinematográfico profesional como Utopía, papel que le valió ganar el Ariel a la Artista Joven Revelación, y no es para menos al personificar a una joven que poco a poco se va cansando de la situación. Entre el reparto de apoyo participa brevemente María Rojo, en lo que fue una de sus primeras apariciones en pantalla.


Detrás de su escalofriante historia real, esta adaptación es en el fondo una enfermiza historia de amor, Gabriel quiere a su familia (a su modo) y ésta le quiere, lo respeta. Aunque todos se dan cuenta que algo anda mal y el espectador puede sentir que el castillo está por derrumbarse, la manipulación y el cariño se combinan para producirles una ceguera que les impide ver que el mal que nos lastima no viene del mundo exterior ni de terceros, sino de quienes dicen querernos.



Ripstein lleva la historia a un clímax donde la casualidad tiene mucho que ver. Contrario al suceso real donde uno de los hijos arrojó a la calle notas contando su situación, "El castillo de la pureza" cierra con una serie de circunstancias que de manera fortuita concluyen en el arresto de Gabriel, más el cierre tiene un sabor amargo no solo porque su esposa e hijos no saben qué será de ellos, sino porque queda implícito que el encierro no ha terminado, ya que no fueron rescatados y es Beatriz quien deberá seguir con lo iniciado por su marido.


El caso de la familias Pérez Noé también hizo eco en la literatura: el periodista y escritor mexicano Luis Spota Rivera publicó en 1964 su novela "La carcajada del gato" y un año después el dramaturgo Sergio Magaña escribió la obra de teatro "Los motivos del lobo". En 1965, Octavio Paz (Premio Nobel de Literatura en 1990) tituló un de sus ensayos "El castillo de la pureza",  del cual Ripstein tomó el nombre para su filme.



Quién iba a creer que muchos vivieron, en mayor o menor grado, su versión de "El castillo de la pureza", una cinta que gracias a la pandemia se encuentra más vigente que nunca.


Si llegaron hasta aquí gracias por leer.



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Review: El Castillo de la Pureza 1972 (NO SPOILERS)

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