Reseña: El Psicópata, Crónica de un caso sin resolver ►Horror Hazard◄

 22/12/2020


Año: 2019
Estreno: 4 Octubre de 2019 en Sitges Film Festival y
10 de diciembre de 2020 en Costa Rica
Duración: 84 min.
País: Costa Rica
Directora: Estefani Cespedes
Guion: Estefani Cespedes
Fotografía: Irvin Castro Acuña
Elenco:  Gerardo Láscarez, Otto Vargas, Ericka Barquero, Hugo Vargas
Productor: Jungle Films
Género: Documental | True Crime

Pertenezco a la generación que le tocó sobrellevar todas las noticias en torno a la era en que Costa Rica sufrió los embates de un asesino serial que culminó en al menos 19 asesinatos entre 1986 y 1996.  Quienes pasamos de cuarenta años, lo tenemos claro, quienes están arriba de los 30 tienen una ligera noción y los nacidos en los 90 y más acá, solamente les han llegado leyendas de sus familiares mayores. 

Por eso la importancia de este documental, el cual nos junta los fragmentos de la historia comenzando con la masacre de Alajuelita, donde el deplorable asesino, conforme la historia oficial, inició su macabra estadística de crímenes justo con el crimen de La Cruz.

Las autoridades han indicado que formalmente el llamado psicópata nunca logró ser atrapado, y en muchas investigaciones posteriores oficialmente se señaló que su nacionalidad era nicaragüense y su muerte fue paradójicamente a manos de otro asesino en serie al que se le apodaba “el matanicas”.


Sinopsis
El caso del primer asesino en serie registrado en la historia de Costa Rica. El Psicópata, quien atacó entre 1985 y 1995, dejando 19 victimas. Un acercamiento al caso desde la criminalística y el análisis del entorno sociopolítico de la época. Cuáles fueron las causas por las que el caso nunca fue resuelto, su impacto y cómo quedó grabado en la sociedad costarricense.

Las noticias de la época le denominaron “verdugo del amor” pues su objetivo eran parejas que encontraba en lugares solitarios.  El primer crimen ocurrió ocho meses después de la masacre de Alajuelita. Conforme avanzaron los casos, la policía pudo formalizar el perfil psicológico del asesino, tomando en cuenta las lesiones que evidenciaban las víctimas femeninas. Se trataba de un tipo que atacaba a parejas en lugares oscuros, sentía profundo odio a las mujeres y asesinaba primero al acompañante masculino para luego irse con ira contra la víctima femenina a quien usualmente provocaba heridas con arma blanca en los pechos y los glúteos, así como un ensañamiento en su órgano genital.


Dentro de los temas relevantes de este complejo misterio, hubo un periodo de inactividad que rondó los seis años, inclusive la propia policía había pensado que el asesino estaba fuera del país, se encontraba enfermo o encarcelado, o quizá había muerto. Sin embargo, nada mas lejos de la realidad.  Con la muerte de una víctima el 12 de marzo de 1995 y el asesinato de la quinta pareja, ocurrido el 26 de octubre de 1996 en Patarrá, claramente se evidenció que estaba de vuelta.  Todos sufrieron martirios equivalentes a los ocurridos a sus antecesores.  La policía pensaba que se trataba hasta de un miembro de una secta diabólica.

A pesar de lo anterior, no se puede dejar de lado que el asesinato de la víctima de marzo del 95 fue atípico y evidencia el nexo con el crimen de Alajuelita. Esta teoría la policía la basó en la muerte de José Luis Monge Sandí, alias Tres Pelos, dos semanas previamente al crimen de marzo de 1995, donde el Psicópata amplifica la incógnita que lo asediaba y de esta forma mandar un mensaje de que Monge Sandí no fue el asesino del caso de La Cruz de Alajuelita. 



El 26 de octubre de 1996 en Patarrá sería el último asesinato perpetrado por el Psicópata. Desde entonces, sus crímenes se esfumaron. 

Según la historia oficial, el sujeto que es considerado como el sospechoso vital, fue asesinado en 1998.  Un íntegro reportaje publicado en La Nación en el 2002 por el periodista Ronald Moya Chacón, hace el recuento de que se trató de un exguerrillero de la Contrarevolución nicaragüense que trabajó en la Policía Metropolitana de San José. La declaración la hizo el subdirector del Organismo de Investigación Judicial, Gerardo Láscarez. 

Estefani Céspedes - Directora
Estefani Céspedes - Directora

Las evidencias fueron que 1988 falló un asesinato contra una mujer en Cartago, y la víctima pudo describir su rostro, asimismo en el 2001 quien fuera la esposa del Psicópata entregó a la policía evidencia de balas calibre 45, muy parecidas a las que eran encontradas en las escenas de los crímenes, y por último el OIJ encontró una huella de un zapato por fuera de la casa de una de las víctimas y dichas zapatillas aún no habían llegado al país, posteriormente una foto en el expediente del Organismo de Investigación Judicial, revela al sospechoso vistiendo con tenis de ese tipo, traídas aparentemente del extranjero.  Posteriormente, recordemos que el Psicópata se valía de un cuchillo para ensañarse contra los genitales de sus víctimas, pues un utensilio análogo almacenaba el sospechoso en su casa de habitación. Con los años, la identidad del sospechoso sería revelada:  Juan José Urbina Urbina.

A pesar de lo anterior, el propio Láscarez, quien es parte del documental, califica la investigación como un fiasco y una frustración. Admite que cayeron en un error del cual nunca pudieron reponerse. El periodista Otto Vargas, autor del libro “El Psicópata Los expedientes desclasificados”, esboza también otra hipótesis que señala a un sospechoso que utilizó el nombre clave de Polanco, vinculado a la alianza Revolucionaria Democrática.


Como bien lo relata Estefani Céspedes, el documental procura dar un enfoque distinto a la historia oficial que fuera en su momento relatada y mas bien pone en duda si el nicaragüense Urbina Urbina era el verdadero Psicópata.  El documental sigue una línea investigativa clara y expone todas las versiones conjuntando los crímenes que se le atribuyen a Urbina y dando énfasis en los elementos que reprimieron que el caso se resolviera.  Para ello, Céspedes se vale de los exagentes del OIJ Gerardo Láscarez, Gerardo Castaing y Manuel Cabezas, así como de los periodistas Ronald Moya, Otto Vargas y Greivin Moya.

Costa Rica imploraba una obra como la que nos regala Céspedes, claramente no fue fácil para ella hacerla y reconstruir para la gran pantalla un entramado de versiones y pruebas contradictorias, pero como amante del cine de investigación y principalmente como costarricense, le agradezco profundamente su trabajo incesante en la búsqueda de respuestas y mantener en la memoria del colectivo nacional hechos que exigen verdades tanto por respeto a la remembranza de las víctimas así como por el dolor que sus familiares aún afrontan.



Publicar un comentario

¿Deseas compartirnos algún comentario?

Artículo Anterior Artículo Siguiente