Reseña: Eyes Without a Face 1960 (SIN spoilers) ►Horror Hazard◄

 26/11/2020

Reparto: 

Pierre Brasseur como el doctor Génessier.

Edith Scob como Christiane Génessier. 

Alida Valli como Louise

François Guérin como Jacques Vernon

Estreno: 11/1/1960

Director: 

Georges Franju

País: Francia.

Sinopsis: 

En París, un brillante cirujano busca ayudar a su hija, destrozada por un trágico accidente del que él se siente culpable.

Después del mal sabor que dejó la última reseña, una amistad me pasó el dato sobre este filme francés, del cual se ha hablado mucho no sólo por el producto terminado en sí, sino también por la influencia que dejado en el cine en general. Basada en la novela de Jean Redon, del mismo nombre, Franju le inyecta algo innovador y al mismo tiempo, visceral a este filme de 1960 que lo hace adelantado para la época. Entremos en materia.

Una de las sensaciones iniciales que uno se encuentra con “Les Yeux sans visage” es un aura de lo onírico y poético. Esto se puede ver desde las tomas, gran mención acá al brillante cinematógrafo Eugen Schüfftan, y la selección exquisita de las locaciones en exteriores, en especial la villa del doctor. Los sets en interiores son evidentes, pero me pareció brillante la manera en que se elaboró el laboratorio de Génessier. Nada fantástico ni opulento, más bien todo lo contrario, básico y funcional, lo que le da un aire de realismo importante al filme. Las actuaciones son brillantes, pero mención especial debe ir dirigida a Edith Scob, la cual con sólo el uso de sus ojos y expresiones corporales le da vida a un personaje cuyas limitantes para la comunicación no verbal se encuentran altamente limitadas. 

La música acompaña perfectamente al filme, llevando de la mano la sensación cosmopolita de la Francia de esa época y el misterio involucrado. En cuanto a los efectos especiales, hay que aplaudir a este filme, ya que se atreve a plasmar en la pantalla cosas que tal vez no se hubieran atrevido a hacer muchos en la época. En especial a cierta escena durante la mitad de la misma. Aun, 60 años después, tiene impacto. El guion se mantiene coherente y hace énfasis en la ambientación poética del filme, y lo hace con un ritmo perfecto el cual nunca cae en el aburrimiento y mantiene el interés para la audiencia. 

“Les Yeux sans visage” (Eyes without a face) es uno de los mejores filmes que he visto reciente mente y lo considero desde ya un clásico en el cine en general pero especialmente en el de terror. Su ritmo perfecto, personajes bien desarrollados, el peso de la angustia y tristeza sobre el personaje principal, la música apropiada y una dirección atrevida por parte de Franju, la hacen un filme inspirador para muchas partes del género. La manera en cómo se trabaja el arquetipo del científico loco es brillante, por su sencillez, realismo y efectividad. Carpenter mencionaba que la idea de la máscara vino de este filme, y me pregunto cuántas otras mascaras han venido desde entonces en el filme de terror, ya un estándar. Almodóvar en su filme La piel que habito, también lo menciona como influencia y hasta el mismo John Woo, en su filme de acción, Face Off, hace referencia del mismo en el cambio de rostros que ocurre en su película. 

El final es simplemente bello y catártico, cerrando con un broche perfecto un filme que es encantador y que nos enseña muchas de las bases del terror moderno. Es casualidad que haya salido en 1960, el mismo año que Psycho de Hitchcock, pero no es casualidad que la considero de la misma calidad de la obra del inglés, y en ciertos momentos, inclusive más atrevida. Este es un filme que todo amante del género debe ver, ya que no sólo es magistral, sino que nos muestra de dónde venimos y que el arte del cine, en ocasiones, es atemporal.