14/9/2020
Ella es la verdadera madre del surrealismo quien se deleitó con el lado oscuro y ha generado una influencia que abarca más de un siglo. Su biografía es impresionante, una mujer surrealista, feminista, cineasta, escritora e icono general de nacionalidad francesa. Fue criada por su abuela en París, donde estudió diversas formas de arte con énfasis en la música y la ópera.
Germaine Dulac huyó de la narrativa conservadora y de la heteronormatividad, como una de las principales feministas radicales de su época, fue editora de La Française, un movimiento sufragista francés. También se desempeñó como crítica de teatro y cine.
En 1915 formó, junto con su esposo, la compañía de producción “Delia Film”, y comenzó a dirigir películas muy creativas y de bajo presupuesto. Cronológicamente, fue la segunda mujer directora del cine francés, después de Alice Guy, contemporánea de Georges Méliès. Con La fête espagnole (1920) y su obra maestra La Souriante Madame Beudet (1922), Dulac emergió como una figura destacada del movimiento impresionista en el cine francés.
Su obra, “The Seashell and the Clergyman (1928)”, es basada en un guión de Antonin Artaud, creador del concepto del "teatro de la crueldad". La película es considerada la primera cinta surrealista y se adentra en los oscuros y profundos recovecos de sus fascinaciones góticas con el sexo y la muerte. La misma forma parte de la "segunda vanguardia" del cine francés.
The Seashell and the Clergyman nos llena la pupila de imágenes hiperpoéticas y un feroz espíritu de experimentación. En la misma encontramos desde cabezas animadas que se abren ante nuestros ojos así como bailarines que giran y giran en un frenesí casi violento y de pesadilla haciendo que la realidad del espectador se desvanesca cuando su enfoque se vuelve borroso y corrompido.
En conclusión, le debemos a Dulac esta obra maestra del cine de terror experimental por derecho propio pues la influencia de The Seashell and the Clergyman en la obra de David Lynch y Carnival of Souls de Herk Harvey, es fácil de detectar.
Su objetivo era el cine "puro", libre de cualquier influencia de la literatura, el escenario o incluso las demás artes visuales. Habló de películas "construidas musicalmente" o "películas hechas según las reglas de la música visual". Dulac también fue fundamental en el desarrollo de clubes de cine en toda Francia a mediados de los años 20.
Desde 1930 hasta su muerte estuvo a cargo de la producción de noticiarios en Pathé, luego en Gaumont.
