16/3/2020
Sinopsis:
Tres turistas americanos utilizan un mapa para adentrarse en las selvas de Japón y buscar un antiguo templo. Sin embargo, su aventura se convierte en una terrible pesadilla.
Reparto:
Logan Huffman como Chris y el hombre sin rostro.
Natalia Warner como Kate
Brandon Tyler Sklenar as James
Yamato Tazawa como Seita
Soukyu Fujita as Hitoshi
Naoto Takenaka como Professor Ryo
Asahi Uchida como Kazunori Ittoku
Estreno: 1/9/2017
Director: Michael Barrett
País: Japón/EE. UU.
Una de cal y otra de arena. Así parece que han pasado las dos ultimas reseñas que he llevado a cabo. La anterior, Cargo, fue una grata sorpresa dentro del género de zombis, con una mezcla de géneros interesante. Desafortunadamente, ‘Temple”, la película de esta semana y que pueden ver por medio de Netflix, es diametralmente opuesta a lo que “Cargo” propone. En su debut cinematográfico el director Michael Barrett, el cual ya había hecho carrera como cinematógrafo con la genial “Kiss Kiss Bang Bang” y la comedia “Ted”, nos trae una historia de terror en la tierra del sol naciente. Entremos en materia.
Tres norteamericanos deciden ir a Japón para ayudar a uno de ellos a completar su tesis acerca de la relación entre mitos y religión. Ya con esa premisa podemos deducir por donde se enrumbará la película (¿no es la primera vez que extranjeros van a un país foráneo y algo malo les ocurre o no?) y acá empieza a precipitarse el filme en un guión que al final de esta te preguntarás si tuvo sentido. No sólo eso, pero te molestará mucho la escena inicial por razones en las cuales la narrativa se ve afectada, de mala manera.
Aparte de eso las actuaciones son algo que dejan mucho que desear, pero de los actores norteamericanos. Simplemente, no hay nada creíble por parte de ellos y si de, desarrollo de personajes se trata, aquí no existe nada de eso. Es más, hay una temática que se lleva durante la película sobre estos tres que en realidad nunca se plasma de manera definitiva y que más bien distrae del filme en sí. En cuanto a la cinematografía, tiene momentos álgidos donde se capturan bellas imágenes, pero era de esperarse después de ver el historial de este director. La música pasa sin pena ni gloria y no contribuye en nada a la cinta, es prácticamente olvidable.
Barrett no puede hacer mucho con un guión tan deficiente como este y en parte el también tiene culpa al ser su dirección bien errática y llena de tomas que no contribuyen en nada al desarrollo del filme o que no complementan las ideas expuestas inicialmente en este. Es una falta de continuidad que asombra. Sumado a eso, pésimas actuaciones de personajes que no nos importan en lo más mínimo y un guión que busca ser más listo de lo que realmente es y tienes un enredo de cinta que al final, ni logra sacarte un susto de manera convincente. De las peores que he visto en Netflix este año.
