Relato OVNI: Ellos tomaron algo de mi ►Horror Hazard◄

10/6/2019


(Historia REAL)

Fue en el verano del 94-95. En ese entonces yo mantenía un noviazgo con quien fuera mi primera relación estable, ya llevábamos 3 años juntos, yo tenía 23 y ella 21, éramos compañeros de carrera, y bueno, ¡en esos años casi todo es fantástico! Tiempos de muchas experiencias nuevas y de autoconocimiento. Entre las cosas que nos gustaba hacer era pasear mucho, recorrer el país, y sobretodo acampar.

En ese verano decidimos visitar una playa en La Cruz de Guanacaste, la famosa playa La Raja (otros le dicen La Rajada). En esos años todo era mucho más tranquilo y seguro comparado con los tiempos actuales. Fuimos a esa playa por referencias de otra gente que nos recomendaron ir... ¡un sitio lindísimo! No había nada ni nadie, el solo hecho de llegar ahí era toda una aventura, pues a la fecha no hay servicio de transporte desde La Cruz, pues el camino es solo para vehículos 4x4.


El viaje desde San José tardaba casi 7 horas, cuando eso no existía la ruta 27, todo el tráfico iba por la interamericana, por lo que un solo camión de carga significaba una presa constante. Salimos de San José un jueves por la mañana, y planeamos regresar el domingo temprano.

Después de todo el periplo del viaje con sendas maletas que incluían tienda para acampar y alimentación, llegamos en la tarde a La Cruz, y caminamos hasta la playa, nos tomó cerca de 3 horas bajar por un camino que era más una trocha. Descansamos un poco y empezamos a armar la tienda y a acomodarnos.


Poco a poco empezó a atardecer, y vimos como el sol se ocultaba en el horizonte, un atarceder de ensueño. Conforme la luz del sol se iba, las primeras estrellas empezaron a verse. Al ser una playa sin ningún tipo de servicios, incluida la electricidad, y la lejanía con el pueblo de La Cruz, el cielo y sus estrellas se apreciaban muy bien, un espectáculo que actualmente cuesta ver.

Nos tiramos en la arena a ver las estrellas y los satélites que atravesaban el firmamento. Teníamos hambre y nos dispusimos a preparar algo, después de cenar nos aseamos en un río cercano, era más un riachuelo debido a la época. Regresamos a la tienda a descansar...


Esa noche fue todo un "juego de pólvora",  los dos totalmente solos en esa playa, la juventud de los 20, ese primer amor que se experimenta en la vida... se juntaron muchas cosas para que esa noche quedara grabada en nuestras mentes... esa fue la primera noche... Hubo algo que a mi me llamó la atención....

Yo desde siempre he tenido un sueño muy ligero, el mínimo ruido o resplandor me despierta, a diferencia de quien era mi pareja en ese entonces, ella caía profundamente dormida donde fuera y como fuera. Recuerdo que un resplandor muy leve atravesó la delgada tela de la tienda de campaña, eso me despertó...

Por asuntos de seguridad siempre he cargado un cuchillo de cazador, por las funciones básicas que tiene para este tipo de paseos. El resplandor venía desde la orilla de la playa, justo donde rompe el suave oleaje con la arena. Tuve la sensación que el resplandor poco a poco iba en aumento...

Me incorporé levemente en mis codos, alcancé el cuchillo y justo cuando decido ponerme de pie y abrir la tienda, todo vuelve a quedar en total oscuridad.... pero en centésimas de segundo justo después que el resplandor se esfumara, una corriente de aire sacudió levemente la tienda... logré salir porque creí que el resplandor podía venir de la luz de focos de alquien que caminara por la playa... era una posibilidad real.

Para mi sorpresa no había nadie, no se veían botes en el agua, personas ni animales... todo estaba levemente iluminado por la luz de las estrellas, ni siquiera había luna en alguna de sus fases. Me fui a dormir...


El día siguiente era viernes, nos levantamos no muy temprano, la tienda la colocamos entre unas palmeras y unos almendros de playa, que nos daban muy buena sombra. Nos dispusimos a preparar el desayuno y el plan era simplemente pasar el día disfrutando de la playa, poco a poco empezaron a llegar más visitantes, no fueron muchos, más que nada locales, recordemos que eran mediados de los 90's. Y así pasamos el día, entre meternos al agua, divertirnos, comer, dormir, realmente disfrutar de la playa. Al igual que el jueves vimos el atardecer y llegaron las estrellas.

En esta noche es donde nos sucede una de las cosas más extrañas que a ella y a mi nos ha sucedido en la vida. Esa noche, al igual que la anterior, volvimos a quedar totalmente solos en la playa. Igual nos tiramos en la arena a ver las estrellas y poco a poco nos venció el cansancio por lo que nos fuimos para la tienda.

Si bien es cierto estábamos cansados, el deseo pudo más y nos entregamos a los placeres del sexo. Creo que eran por ahí de las 9 pasadas, mi novia y yo estábamos en lo "más y mejor" de nuestro encuentro sexual. Ella y yo teníamos como regla tener un juego sexual previo bastante extenso antes, muchos besos, caricias y bueno, en esas edad el amor es de lo mejor...


Después el asunto empezó a ponerse más intenso y candente, hicimos varias "cosas" y posiciones. Mi regla como hombre es que la mujer DEBE ser la primera en alcanzar el orgasmo, siempre he dicho que el hombre que se respete hace lo necesario para que su mujer llegue de primero al orgasmo, y no solo una vez, las veces que ella así lo quiera.

Y eso pasó... mi novia alcanzó el orgasmo varias veces. Ella era del tipo de mujer que alcanzaba el climax y después le daban ganas enormes de dormir. Ella me pide que me "ponga las pilas" y que alcance mi orgasmo. En ese momento de clímax nunca se me olvida que estamos en la posición del misionero, la más común para tener sexo. Y justo cuando estoy en el momento en que yo estoy eyaculando... ¡apareció una luz enceguecedora! Una luz tan intensa, que todo se veía casi totalmente blanco. Eso NUNCA se me ha olvidado.

Mi novia no movía un músculo, su mirada está clavada en la mía, pero lo más curioso es que estábamos MUY tranquilos. Y sin más nos "dormimos", lo cual a esta fecha no estoy seguro que haya sido simple sueño, creo que fue un estado de desmayo, un nivel de relajación tal que se confunde con un desmayo.


Cuando uno hace el amor, usualmente no se queda en esa posición, cada quien se acomoda como mejor le parezca y se sigue durmiendo, pues resulta que ella fue quien se despertó primero, me despertó y lo primero que me dijo fue: "Pasaste toda la noche sobre mi", yo todavía sobre ella... ¡No podía creerlo!

De un salto me aparté y le pregunté que si estaba bien... ella me dijo que "tuvo" un sueño muy extraño, yo creía lo mismo, y poco a poco empezamos a conversar del tal "sueño" y... ¡simplemente quedamos aterrados! No entendíamos qué había pasado. Ella me preguntó que si había alcanzado mi orgasmo y yo le dije que si, que estaba  alcanzándolo justo cuando apareció esa luz.

Para nuestra sorpresa, ella no tenía "evidencia" alguna de que yo hubiera terminado, pero yo si tenía un poco de "evidencia" en mi. ¿Qué fue lo que pasó? ¡Ni idea! Ese mismo día, que ya era sábado, recogimos todas nuestas cosas y regresamos a casa. No íbamos a quedarnos a que nos pasaran cosas "raras" de nuevo.


Con la llegada de internet, empecé a buscar información de este tipo de eventos y al parecer no hemos sido los únicos en experimentar estas cosas, hay muchas teorías al respecto, la que más suena, sin dejar de ser una mera suposición, es que algún tipo de extraterrestre toma muestras del semen de los humanos, y no solo eso, toma muestra de sangre y hacen ciertos "exámenes" mientras uno está en ese "desmayo" inducido.

Yo si recuerdo haberme encontrado un tipo de piquete de insectos en brazos y piernas un día después de ese evento, pero lo más curioso es que esos "piquetes" eran perfectamente asimétricos en mis antebrazos y en la cara externa de ambos muslos, y ella igual...

Pasó el tiempo, ella y yo tomamos caminos diferentes.

Relato enviado por Sama (cubrimos su nombre real por asuntos de privacidad) a Horror Hazard.


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