La llamada de Cthulhu es una de las obras más representativas de terror
onÃrico creadas por el escritor H.P Lovecraft, siendo asà una de las primeras
que nos llegó a trasmitir ese temor por el mundo en que vivimos pero del que
realmente desconocemos sus misterios y secretos más oscuros... ocultos mucho antes
del origen la vida.
La historia nos relata los sucesos alrededor
de las investigaciones del profesor George Gammel Angell encontradas por su
nieto con respecto a una extraña estatua tallada con lo que es uno de los seres
primigenios mas misteriosos... Cthulhu, una criatura con apariencia de humanoide
con una cabeza de pulpo con largos tentáculos y con unas grandes alas en su
espalda.
¿Qué
tiene de especial esta criatura? Esto es lo que deberá descubrir el protagonista
al darse cuenta de que la muerte de su tÃo abuelo puede estar relacionada con
su investigación relacionada a todo lo que gira alrededor de un culto que adora a esta bestia y
cómo su llamado ya está resonando.
El sentimiento de terror ante lo desconocido y
a lo inevitable que nos comparte el relato nos hace adentrarnos junto con
el protagonista en cada paso que da por medio de una unión de piezas que le hacen ver que se trata más de un misterio y coincidencias en distintas partes del mundo.
El relato llevará a conocer diversos acontecimientos
y cómo la locura de los personajes nos llegará a trasmitir los sentimientos de
impotencia ante algo que no se podrá detener ni controlar. Ese miedo ante lo
desconocido tan caracterÃstico de los versos de Lovecraft.
Si te gusta el terror, la ciencia ficción y
además de eso un poco de terror psicológico, este será un buen inicio para ti
dentro del mundo de Lovecraft. Descubrir cómo se nos abre la puerta a un universo y
nos muestra lo insignificante de la humanidad ante las criaturas sacadas de la
mente del autor, es una lectura corta, pero cumple con el objetivo de hacernos
pensar en lo que está oculto en nuestro mundo mas allá de lo que entendemos y
razonamos.

ArtÃculo por Andrés Chaves "Andras" para Horror Hazard